LIBRO:
EL VALOR DEL SILENCIO - Un Medio para la Paz -
Dr. Miguel Armando Garrido
[email protected]
Miguel
Garrido nos enseña en esta obra a valorar la escucha
y “observar” el silencio. En una cultura y un tiempo
en que el ruido es omnipresente en todos los procesos y todos los
contextos, disponer de un texto como éste es una herramienta
muy útil.
Entender al silencio, la escucha, la reflexión y la observación
como elementos claves para la mediación, facilitará nuestra diaria
convivencia.
Puedo afirmar, con la fuerza de mi experiencia como médico y como máximo
responsable de una Facultad de tecnólogos, que a diario nos toca “mediar” en
múltiples conflictos. Para esta tarea no nos preparó la Universidad.
En nuestras manos tenemos un instrumento que permite adquirir el conocimiento
suficiente para comprender el conflicto y desarrollar las habilidades para
conducir procesos que satisfagan a los participantes y que tengan como consecuencia
la obtención de la paz.
En el capitulo V al tratar las Actitudes de Fondo del Mediador: respeto por
la libertad, no juzgar, paciencia infinita y humildad, resultó muy motivador
para reflexionar sobre lo difícil que resulta intervenir en conflictos
si no se poseen esas actitudes.
Para los especialistas en mediación esta obra ofrece una síntesis
del marco teórico que recorre los conocimientos necesarios para una
buena mediación y llega a un marco metodológico donde el autor
entrega generosamente su experiencia como mediador.
El lenguaje sencillo, la claridad conceptual, la rica referencia bibliográfica
y el esfuerzo de síntesis realizado lo convierte en un aporte especialmente
pragmático tanto para los especialistas en mediación como para
los que, por la actividad que desarrollamos, nos encontramos en situación
de mediar en conflictos.
Ing.
Sebastián Vicente Martín
Decano UTN-FRR
Argentina
|
Miguel Armando Garrido me ha concedido el honor-inmerecido, por cierto.
De prologar este libro. El trabajo que los lectores conocerán
no es un relato común. Tampoco es de fácil y liviana
lectura. Se trata de una obra que contiene en sí misma, una
inmensa inferencia y una clara paradoja.
Inferencia, porque es más lo que no se escribió –pero claramente
se induce- que lo redactado y formalmente presentado a los lectores. Luego, abordar
este texto requiere de una especial predisposición del espíritu
y del intelecto.
Paradoja, pues desde la posición relativamente aceptada del silencio como
la no-comunicación, arriba con fluidez y prolijidad a demostrar que el
silencio –estratégicamente utilizado-es una comunicación
importante y fundamental en el proceso de mediación.
En cierta forma, el planteo de Miguel Garrido nos permite recuperar de la memoria
histórica aquel aforismo del siglo XVIII que rezaba “silencios y
ausencias son mensajes a gritos”.
Este, concebido para el mundo de la diplomacia de ese entonces –posiblemente,
el campo temprano de los primeros titubeos modernos en la solución discretamente
pacífica de conflictos- encuentran hoy su par intelectual en este especial
capítulo de las tercerías que es la mediación, bajo la luz
que Garrido arroja sobre el diseño del método para ser aplicado
en el campo de trabajo.
Y es que el autor ha encontrado, a mi juicio, el núcleo funcional de estos
procesos. En otras palabras, rescata muy claramente a la comunicación
como el vehículo sensible y dinámico de la interacción humana –cualquiera
sea la característica, el tono o importancia de ella- y lo
hilvana con gran habilidad desde la difícil y delicada posición
del “agente externo”, del “tercero”, del facilitador.
Una vez encontrado dicho centro nuclear, mira con adecuados cristales de aumento
el fenómeno de la comunicación, y descubre naturalmente al silencio
como una forma más –invalorable, queda demostrado- de comunicar.
Con estos argumentos que trascienden la bibliografía consultada, y que
se nutren de una fructífera experiencia personal en la que el trabajo
ha sido acompañado por la certera observación sistemática
acerca del comportamiento humano en estas circunstancias, Garrido desgrana
con una inmejorable fluidez, un proceso –en realidad, una propuesta metodológica-
de mediación, enriquecida con generosidad y solvencia.
Así podrá entenderse, entonces, la importancia del silencio.
Por ello, preferimos no extender estas palabras iniciales, sino abrir el camino
hacia esta sala de tertulia que nos ofrece el autor, pues dialogaremos en su
recorrido, para aprender a valorar el silencio.
Resistencia,
Chaco, República Argentina, Marzo de 2004.
Eduardo Raúl Balbi.
Volver |