EL AGUA: UN PROBLEMA PRESENTE QUE NOS AFECTARÀ A TODOS EN EL FUTURO
(Segunda Parte)

 

En nuestra primera entrega nos habíamos referido a un excelente
trabajo llevado a cabo por la peruana Jenny MELGAR, y lo reproducimos para
compartirlo con todos los que visitan a menudo nuestra página web,
quienes, estamos seguros, en breve se sumarán a nuestra preocupación y
prédica en el ámbito en que les toca desarrollar sus actividades y por qué
no, también a través de este medio, por lo que la invitación a participar
en esta página está formulada.

Siguiendo con nuestra difusión del tema denominada crisis o
problemática del agua, en nuestro programa radial del centro de
investigación para la paz del pasado martes 28-11-06 (91.1. FM Radio
Universidad), nos referimos a un artículo que escribieran Tony CLARKE y
Maude BARLOW y que corresponde a la presentación hecha en la conferencia
" Water for Life" celebrada en Nueva York en setiembre del 2003 y co
patrocinada por la Revista "Resurgence" y el Instituto Omega. Barlow y
Clarke a su vez, son co autores de la obra "Oro Azul: el robo del agua
mundial por las corporaciones".

El artículo a que hacemos referencia consta de tres títulos, el
primero "La batalla del agua"; sigue "El agua como mercancía" y el tercer
título se refiere a "El agua como objetivo". Sobre el primero nos
referimos en nuestro programa del pasado 28-11-06.

El primer título nos dice " . Nos han enseñado en el colegio que la
tierra tiene un sistema hidrológico cerrado, el agua está continuamente
siendo reciclada a través de la lluvia y la evaporación y nada sale de la
atmósfera del planeta. No solamente existe la misma cantidad de agua en la
tierra hoy que cuando se creó el planeta sino que es la misma agua. La
próxima vez que estés caminando bajo la lluvia párate a pensar que parte
del agua que te está cayendo encima, pasó por la sangre de los dinosaurios
o formó parte de las lágrimas de niños que vivieron hace miles de años.

Mientras que siempre habrá la misma cantidad de agua, podemos volver
el agua inservible para nosotros mismos y para el planeta. La creciente
escasez de agua potable es el resultado de una variedad de causas. El
consumo de agua per cápita se duplica cada 20 años, esto es más del doble
del crecimiento de la población mundial, que así mismo está explotando.
Los sistemas tecnológicos y sanitarios, particularmente los de las ricas
naciones industrializadas, han alentado un consumo de agua mucho mayor del
que necesitan. Pero incluso con este incremento del uso personal del agua,
el uso doméstico y municipal suma solamente el 10% del consumo.

La industria se lleva del 20 al 25% de las reservas mundiales de
agua potable y sus demandas están creciendo dramáticamente. Muchas de las
industrias mundiales de más rápido crecimiento utilizan agua de manera
intensiva. Por ejemplo, solamente en los Estados Unidos, la industria
informática usará dentro de poco, más de 396 mil millones de galones de
agua al año.

Sin embargo, es el riego el que realmente acapara toda el agua,
llevándose de un 65 a un 70% del agua que se consume. La industria
agrícola está aumentando la cantidad de agua usada para riego. El uso
intensivo de agua por parte de las corporaciones agrícolas está siendo
subvencionado por los gobiernos y sus contribuyentes lo cual crea un
factor desmotivador para que los agricultores cambien sus métodos por unos
que ahorren agua como es el riego por goteo.

Junto con el crecimiento de la población y el incremento del consumo
de agua per cápita, la contaminación mundial masiva de los sistemas de
agua de superficie supone una gran carga sobre las reservas de agua
potable restantes. La deforestación global, la destrucción de zonas
húmedas, el vertido de pesticidas y fertilizantes en las vías fluviales y
el calentamiento global son el terrible peaje que está pagando el frágil
sistema acuífero del planeta.

El mundo se está quedando sin agua. Para el año 2025, la población
habrá aumentado a dos mil seiscientos millones de habitantes. Por lo menos
dos tercios de esta población vivirá en unas condiciones serias de
carencia de agua y un tercio vivirá en absoluta escasez. La demanda de
agua excederá en un 56% a la disponibilidad de la misma.

Continuamos difundiendo el segundo título del artículo cuya autoría
les pertenece a Maude Barlow y Tony Clarke y al que denominaron "El agua
como mercancía", fue así que en nuestro programa de radio centropaz del
pasado martes 05-12-2006 ofrecimos a nuestra incondicional audiencia que "

La combinación de un incremento en la demanda y una reducción de las
existencias han atraído el interés de las corporaciones globales que
quieren vender el agua para obtener un beneficio. El Banco Mundial pregona
que la industria del agua es un negocio potencial de miles de millones de
dólares. El agua se ha convertido en el "oro azul" del siglo XXI.

La jugada para privatizar el agua coincide con el alzamiento del
consenso de Washington como la filosofía económica mundial dominante. Esta
filosofía aboga por una liberalización del comercio y la inversión,
entregándole la responsabilidad de los programas sociales y el control de
los recursos al sector privado. En este caso es un asalto a un antiguo
bien común como el agua.

Los tratados de comercio globales se han convertido probablemente en
la herramienta más importante de las corporaciones mercantiles del agua y
sus aliados. Todos los organismos multinacionales: el Tratado para el
Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, siglas en inglés), el Acuerdo
General sobre Comercio y Aranceles (GATT, siglas en inglés), y la
Organización Mundial del Comercio (WTO, siglas en inglés), definen el agua
como una mercancía. En consecuencia, el agua ahora está sujeta a las
mismas normas y regulaciones que controlan otras mercancías como el
petróleo y el gas natural. Bajo estas reglas internacionales, un país no
puede prohibir ni limitar la exportación del agua sin arriesgarse a ser
censurado por la OMC. También restringen que los países puedan rechazar la
importación de agua de cualquier otro país. La cláusula de
proporcionalidad del Tratado para el Libre Comercio de América del Norte,
especifica que si un país abre el grifo a la exportación de sus recursos
naturales, no podrá cerrar el grifo hasta que no se hayan acabado
totalmente dichos recursos.

Además, la iniciativa para privatizar los servicios de agua
encontrará un fuerte apoyo en las nuevas normas del Acuerdo General sobre
el Comercio de Servicios de la Organización Mundial de Comercio conocido
como AGCS. Bajo las propuestas del AGCS, no solamente los gobiernos se
enfrentan a presiones añadidas para desregular y privatizar su sistema de
agua, sino que una vez que los servicios de agua de la ciudad hayan sido
tomados por una corporación extranjera, los esfuerzos para desprivatizar
estos servicios traerán severas penalizaciones económicas por parte de la
OMC.

Encabezando la embestida para la privatización se encuentran tres
grandes corporaciones transnacionales con base en Europa: Vivendi, Suez y
RWE. Las tres han comprado sistemáticamente la totalidad de las acciones
de pequeñas empresas rivales para convertirse en el poder dominante en la
industria del agua de todo el mundo. La estrategia a largo plazo de estas
compañías comenzó con sus esfuerzos por tomar el poder de los sistemas de
agua en países del tercer mundo donde esperaban situarse como salvadores
de la crisis del agua. Sin embargo, una serie de fiascos del sector
privado en estos países descarriló sus planes.

El caso de Buenos Aires es especialmente instructivo. Buenos Aires
iba a ser el buque insignia de las operaciones de privatización del tercer
mundo; Suez, a través de su filial Aguas Argentinas, se adueñó del agua de
Buenos Aires y del sistema de alcantarillado en 1992. Un razonamiento
común para la privatización del sistema de agua es que a diferencias de la
escasez de dinero en el sector público, el sector privado tiene el capital
necesario para actualizar y restaurar los sistemas de agua antiguos. Pero
fuentes públicas como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y
otros Bancos pequeños aportaron el 97% de los mil millones de dólares
necesarios para el experimento de privatización que realizó la empresa
Suez. Esta compañía sí amplió mínimamente el servicio de agua y
alcantarillado, pero fracasó en llegar a las metas establecidas en ambas
á reas Aún así la compañía se las arregló para llevarse unos beneficios de
cerca del 25% a mediados de los 90. Recientemente, Suez ha anunciado sus
planes de salirse de Argentina porque la crisis monetaria ha recortado sus
beneficios. Ha habido otros fiascos del sector privado en lugares como
Johannesburgo, Nueva Delhi, Manila y el más famoso en Cochabamba, Bolivia.

El tercero y último título de este interesante artículo está
referido a "El agua como objetivo" y del mismo reproducimos lo siguiente
para los visitantes a nuestra página: "... Las grandes compañías de agua
están ahora cambiando su estrategia y concentrando sus operaciones e
inversiones en mercados más seguros como Norte América y Europa. El 85% de
los servicios de agua en Estados Unidos están todavía en manos públicas.
Ese es un objetivo tentador para conglomerados como Suez, Vivendi y RWE.
En los próximos 10 años han puesto sus miras en controlar el 70% de los
servicios de agua a lo largo de los Estados Unidos .. Cuando un
conglomerado internacional se hace cargo de un sistema de agua municipal,
parece que sea un problema local, pero estas mismas corporaciones tienen
como objetivo comunidades de todo el mundo, por lo que debemos construir
alianzas y conexiones, aprender de los demás y empezar a construir un
ataque frontal.

En el Instituto Polaris proponemos una estrategia de tres puntos:
Primero: desarrollar una red de "alerta de agua" para saber dónde están
operando estas compañías y dónde van a ir después, cómo se van a mover y
cómo podemos adelantarnos. Segundo: Necesitamos unos equipos de acción que
reúnan a los ciudadanos para crear una coalición de "alerta de agua" y
desarrollar campañas para proteger su suministro y los servicios contra
estas multinacionales.

Tercero: necesitamos ofrecer alternativas. No basta con decir que
queremos defender el sistema público de agua contra la adquisición
privada. Existen problemas con el sistema público de agua y debemos
encontrar nuevas vías para revitalizarlo en nuestras propias comunidades
por medio de la participación ciudadana. El compromiso ciudadano puede
actuar como guardián de sus sistemas locales.

Nuestras acciones locales deben acatarse a tres principios
globales. Uno es el ahorro, no nos podemos tomar a broma la falta de agua
porque aunque en un sitio pueda ser abundante en otros hay escasez. El
ahorro de agua debe ser una prioridad.

El segundo principio es que el agua es un derecho fundamental.
La gente necesita el agua para vivir y debe proveerse de igual manera a
todo el mundo y no en base a su capacidad para pagarla.

El tercer principio es democracia para el agua. No podemos dejar
la gestión de nuestro más preciado recurso en manos de los burócratas del
gobierno o de las corporaciones privadas, tengan o no buenas intenciones.
Nosotros, el pueblo, debemos mantener esta confianza, debemos luchar por
ello y debemos ejercer el papel que nos corresponde y demandar democracia
para el agua".

A quienes visitan nuestra página y se detengan a leer este trabajo,
les recordamos consideren que sus autores, Tony Clarke y Maude Barlow, la
escribieron en el año 2003, sin embargo, los conceptos vertidos y
fundamentalmente la mayoría de los consejos dados cada vez son más
actuales, y más aún, deberíamos ponerlos en práctica cuanto antes.

Como dijo una vez ese grande que tuvimos como amigo, grande en todo
sentido y que por esas cosas inexplicables del destino nos dejó
físicamente el pasado 09 de diciembre del 2006, el Dr. Alberto Sebastián
Parera, y fue: " .. En esta problemática, aportemos nuestra gota de
agua..".

Raúl Humberto Arce - Abogado - enero del 2007.


Diseño: Ing. Jane García - VGM
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