Eva
Francisca Ortiz
DIA DE LA TIERRA
El Día de la Tierra fue anunciado por primera vez en 22
de abril de 1970, después de ocho años de luchas
por parte de muchos grupos de ciudadanos del mundo que con esfuerzo
llevaron el tema de la calidad de medioambiente mundial al diálogo
político de cada país. Aparte del deterioro del medioambiente,
debemos tener en cuenta una realidad: también nos enfrentamos
con amenazas causadas por el egoísmo, la ambición
desmedida y los prejuicios que han llevado al mundo a crisis y
guerras continuas. Desde hace varias décadas, la paz mundial
es todavía un reto a alcanzar…
Pharajbhavanavisudh (Luang Phor Dhammajayo), el Presidente de la
Fundación Dhammakaya, quien inició la celebración
de este día en una Asamblea a la que asistieron más
de 50.000 monjes, en Tailandia, es uno de los maestros de meditación
budista más talentosos, se ha dedicado durante más
de tres décadas a la enseñanza de meditación
para la gente de todas las nacionalidades, razas y religiones.
Una frase que el Maestro toma siempre como modo de generar la paz
mundial mediante la paz interior (meditación) es: “Pensar
a nivel global, actuar desde lo local”.
Edgar Morin, en su trabajo Los siete saberes necesarios a la educación
del futuro, publicado por la UNESCO en octubre de 1999, Capítulo
VII, punto 3 “La humanidad como destino planetario”,
nos dice: “La Humanidad dejó de ser una noción
meramente biológica, debe ser plenamente reconocida su inclusión
indisociable en la biosfera; la Humanidad dejó de ser una
noción sin raíces; ella se enraizó en una “Patria”,
la Tierra, y la Tierra es una Patria en peligro. La Humanidad dejó de
ser una noción abstracta: es una realidad vital ya que desde
ahora está amenazada de muerte por primera vez. La Humanidad
ha dejado de ser una noción solamente ideal, se ha vuelto
una comunidad de destino y sólo la conciencia de esta comunidad
la puede conducir a una comunidad de vida; la Humanidad, de ahora
en adelante, es una noción ética: ella es lo que
debe ser realizado por todos y en cada uno.
Mientras que la especie humana continúa su aventura bajo
la amenaza de la autodestrucción, el imperativo es: salvar
a la Humanidad realizándola. Me pregunto ¿cómo?
Maslow viene en mi ayuda diciéndome, conformándola
con hombres y mujeres autorrealizados, convertidos en su propio
ideal, trascendidos, desarrollados en sus talentos al máximo.
Y de nuevo Morin afirma: “es este proceso multidimensional
el que nos civilizará a todos, a cada uno de nosotros, a
nuestras sociedades, a la tierra. Y propone “Como tales y
conjuntamente, una política del hombre, una política
de civilización, una reforma de pensamiento, la antropo-ética,
el verdadero humanismo y la conciencia de Tierra-Patria reducirán
la ignominia en el mundo.
Aún por más tiempo la expansión y la libre
expresión de los individuos constituyen nuestro propósito ético
y político para el planeta; ello supone a la vez el desarrollo
de la relación individuo sociedad en el sentido democrático,
y el desarrollo de la relación individuo especie en el sentido
de la realización de la Humanidad; es decir que los individuos
permanecen integrados en el desarrollo mutuo de los términos
de la triada individuo sociedad especie. No tenemos las llaves
que abran las puertas de un futuro mejor. No conocemos un camino
trazado. “El camino se hace al andar” (Antonio Machado).
Pero podemos emprender nuestras finalidades: comenzar a buscar “Este
sentido es único y específico que debe ser hallado
por cada hombre a solas, este sentido que satisfará su propia
voluntad de significado” (Víctor Frankl) le permitirá esto
asumir y ascender a la ciudadanía terrestre. Para una comunidad
planetaria organizada: ¿no sería esa la misión
de una verdadera Organización de las Naciones Unidas?
Y me pregunto ¿no sería esa nuestra misión,
constructores de la paz? ¿No sería esa mi misión? ¿De
qué está hecha mi paz? ¿De mi andar con cuidado
generando vida? ¿De pisar este suelo como templo sagrado,
mi casa, mi tierra, mi patria, mi pueblo, mi río, mi árbol,
mi bosque, mi monte? ¿Lo tengo, lo admiro, lo doy, lo comparto,
lo cuido, lo enseño, lo muestro, le doy su valor? Todo me
ha sido dado. Todo ha estado ahí desde siempre, para mí,
para todos ¿Lo anuncio? La vida me ha sido dada para que
sea feliz en su espacio, es el gran patio de juegos. Juega, vive,
comparte, que cuando te canses te acogerá en sus brazos,
es tu madre, la tierra.
Autora:
EVA FRANCISCA ORTIZ
Bibliografía:
- www.dhammakaya.or.th/events/500410_Earth_Day_es.php - 28k -
- Los siete saberes necesarios a la educación del futuro,
Edgar Morin. publicado por la UNESCO en octubre de 1999, Capítulo
VII, punto 3 “La humanidad como destino planetario”
- Motivación y Personalidad, Abraham H. Maslow, Ediciones
Díaz de Santos S.A., Madrid.