02 de Septiembre de 2008 - 21 hs.
Tema: "Insumisión"

 

Conducido por el Abogado Raúl Arce,  siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional,  Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña, Sr. Fredy Eiman,  Abogada Teresita Abelenda, Prof. Rubén Darío Borda,  y  Magíster  Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Insumisión

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autor de la Voz: Fernando Navarro Aznar.

¿QUÉ SIGNIFICA INSUMISIÓN?
El término Insumisión remite a la idea de no acatamiento, oposición frontal o rebeldía frente a algo o frente a alguien.
Ateniéndonos a su significado el Insumiso viene a ser el inobediente, el que llega al desacato, el rebelde. Pero lo que se conoce actualmente como Insumisión, aunque naturalmente tiene que ver con lo dicho, rebasa los estrechos márgenes de la simple rebeldía personal y adquiere una connotación que abre su significado a otras perspectivas.
Hoy día la Insumisión presenta un carácter multifacético en tanto aparece, en el conjunto de los Movimientos Sociales y Políticos, como un Fenómeno nuevo que desborda el Marco de las categorías tradicionales como por el ejemplo el Derecho de Resistencia, la Objeción de Conciencia, la Revolución e incluso la Desobediencia Civil. Categorías todas ellas más asentadas en la Doctrina y con las que la Insumisión tiene sin duda alguna mucho que ver, aunque no por ello quepa subsumirla íntegramente en alguna. De todas y con todas tiene algo, pero difícilmente se pliega a unos perfiles en los cuales situarla conceptualmente, lo que la hace aparecer con un marcado carácter Transversal.
Al objeto de aclarar la cuestión en la medida de lo posible y aceptando la movilidad que subyace a la idea de Transversalidad, cabría hablar de la Insumisión en Sentido Lato y en Sentido Estricto.

INSUMISIÓN EN SENTIDO LATO
En Sentido Lato el Insumiso es Objetor y es Desobediente Civil y, además es algo más o trata de serlo. Su horizonte podríamos decir que es ilimitado: rechaza la mili a través de la Objeción de Conciencia, cuando así lo permite el ordenamiento jurídico, y rechaza también, por lo que tiene de sucedáneo del servicio militar, la prestación civil que se le exige como contrapartida a su Objeción. Pero, aparte, el Objetor Convertido en Insumiso deviene en una especie de Pacifista Activo.
La idea de PACIFISMO ACTIVO, con su condena de la Guerra y su consideración de la posibilidad de la PAZ PERMANENTE, es la estrella polar que sirve de guía y marca el itinerario de estos movimientos, puesto que más allá de la mera actitud individual de de Objeción o Rebeldía, pretenden crear una corriente de opinión antimilitarista y antibelicista que acabe prendiendo en toda la Sociedad la chispa del rechazo absoluto al expediente de la Guerra para la Solución de los Conflictos.
El Objetivo último sin duda altruista, la eliminación de todo tipo de Guerra, en especial porque consideran que no sólo es intrínsecamente mala sino que además hoy día puede convertirse en algo sin  límites. Por eso consideran, como alternativas para conseguir la Paz, el engranaje entre la Objeción, la Insumisión, el Antimilitarismo y el Pacifismo. De ahí la amplitud que adquiere un Fenómeno de estas dimensiones, capaz de integrar en su seno variados modos de objetar en forma indirecta o refleja, como por ejemplo la Objeción Fiscal relativa a los impuestos dedicados a gastos militares, así como un sin fin de modos de rechazo de cualquier tipo de política de bloques o que conlleve un Desarrollo de la Industria Armamentística.
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INSUMISIÓN EN SENTIDO ESTRICTO
En Sentido Estricto habría que centrar a la Insumisión en el campo de los denominados Objetores Totales, es decir, aquellos que se oponen tanto al Servicio Militar como al Servicio Civil Alternativo. Aquí, por ejemplo, cabría situar a los Testigos de Jehová que rechazaban ambas prestaciones por motivos estrictamente religioso sin entrar necesariamente en cuestiones de otra índole. En sus límites precisos, Insumisión equivale a Objeción Total: Rechazo al Servicio Militar (armando o no) y también Rechazo a cumplir con la prestación de un Servicio Social Sustitutorio.
Naturalmente este tipo de Objeción de Conciencia como Objeción Total a todo tipo de prestación personal no suele encajar de buen modo en un Estado y en una Sociedad que exige diversas y constantes prestaciones a sus Ciudadanos.
De modo que, aún en el caso de la práctica de la Insumisión en Sentido Estricto, o lo que es lo mismo, restringida únicamente al incumplimiento de lo exigido por estas dos prestaciones, la respuesta jurídica ha sido casi siempre de índole Penal. Así, por ejemplo, en nuestro País (España), en el Código Penal de 1995, aparecen tipificadas como Delito las Conductas de los Objetores devenidos en Insumisión por incumplir con el deber de la prestación social sustitutoria (Arts. 527 y 528). Lógicamente estos Delitos pasaron a ser irrelevantes a partir del 1 de Enero del año 2002, fecha en que desapareció el Servicio Militar Obligatorio. Todo ello en virtud de la originaria propuesta del Gobierno, en el año 1996, de acabar con dicho servicio para el año 2003. A tal fin se promulgó la Ley 17/1999, de 18 de Mayo, del Régimen de Personal de las Fuerzas Armadas, que contemplaba en una de sus Disposiciones Adicionales, la 13, el final de la mili a partir del 31 de Diciembre de 2002. En otro apartado de dicha Ley, Disposición Transitoria 18, quedaba autorizado el Gobierno para que en función de la progresiva profesionalización del ejercito , acortase el período transitorio del Servicio Militar. Así fue posible, tomando como base la rehabilitación establecida, que por Real Decreto 247/2001, de 9 de Marzo, se produjese el adelantamiento de la fecha de suspensión a 31 de Diciembre de 2001.
Junto a estas notas de rechazo a la milicia y al sucedáneo del Servicio Civil como rasgos definitorios de la Insumisión cabría resaltar algún otro aspecto referido a la forma o modo de llevar a cabo este rechazo. En líneas generales el Movimiento Insumiso opta por la Noviolencia. En especial así aparece desprenderse del Manifiesto del Colectivo Antimilitarista más conocido, el denominado Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC), en el que se pone de relieve el marcado carácter Civil, Pacifista y Solidario de sus propuestas bajo la Estrategia de la Acción Noviolenta. Aunque bien es verdad que debido al carácter fragmentario y diverso de los movimientos de Insumisión, en los cuales cabe destacar la diversidad de motivaciones, de metas y de métodos, no todos los grupos optaron por descartar acciones que comportasen dosis de violencia.
La Insumisión, pues, en este Sentido Estricto o identificada con el rechazo al Servicio Militar y a la subsiguiente prestación civil sustitutoria, podría quedar configurada como una Estrategia que se sirve de la Objeción de Conciencia como instrumento de oposición al reclutamiento forzoso tanto militar como civil. Lógicamente en aquellos Países en los que exista lo que se denomina la conscripción o reclutamiento forzoso, como ocurría en el nuestro hasta fechas recientes, la Insumisión presentará aspectos transgresores, típicos de Desobediencia Civil, en cuanto se opone de manera directa a lo establecido en normas reguladoras de las correspondientes prestaciones jurídicamente exigibles. Únicamente que dichas transgresiones admiten la calificación de civiles porque tanto en el fundamento como en la Estrategia apelan a las raíces más profundas en las que se basa la Sociedad Civil.

HISTORIA
Aunque no en los concretos términos en los que se enmarca la Insumisión en Sentido Estricto, podemos decir, sin embargo, que siempre ha existido algo parecido a la Insumisión en Sentido Lato: siempre ha habido quien se oponía por motivos de Conciencia u otros al Servicio Militar y recurría a la Objeción si era posible, o quien sin tener este recurso optaba por la Resistencia Individual a través de la deserción, o quienes mediante la Resistencia Colectiva llegaban a la revuelta o el motín, o quien se negaba a recibir órdenes de un superior militar y prefería el calabozo, etc. En la misma línea, aunque de manera indirecta o refleja, se ha realizado Insumisión a través de la Objeción Fiscal negándose a pagar la parte de impuestos destinados a gastos militares, o autoinculpándose alegando tener responsabilidad en la negativa de los Objetores a cumplir la prestación social sustitutoria y así mostrar de manera fehaciente Solidaridad con ellos, o ejerciendo presión política mediante manifiestos colectivos de apoyo, etc.
No obstante lo dicho la Historia de la Insumisión como tal Movimiento Colectivo, al menos en nuestro País (España), es bastante corta, adquiriendo especial relevancia en la Década de los Ochenta y, sobre todo inusitada efervescencia en los de los Noventa. Ello sin menoscabo del valor originario de unas pocas manifestaciones individuales de testigos de Jehová y de Católicos Noviolentos. 
Ciertamente ha sido uno de los Movimientos Antimilitaristas, el Movimiento de Objeción de Conciencia, el auténtico motor de la Insumisión en la Historia reciente. Un Movimiento que fijó como Objetivo prioritario la abolición del Servicio Militar y la posterior supresión de los ejércitos permanentes, apostando con ello por unos ideales de transformación radical de la Sociedad en la que vivimos. Sus éxitos en cuanto el primer Objetivo han sido evidente; cosa distinta cabe decir en este momento en lo referente a su meta final. Por eso es necesario poner de relieve la corta y exitosa Historia de la Insumisión como Fenómeno Colectivo. Porque hablando en sentido estricto cabría justificar la Insumisión porque existe conscripción, y en su caso, prestación Social alternativa. Si esto deja de ser así en tanto se logra no sólo acabar con el Servicio militar obligatorio, sino también con cualquier reclutamiento voluntario (a no ser que se entienda como tal el ejército profesional) y con todo tipo de prestación civil, entonces parece lógica la desactivación del Movimiento debido a lo innecesario e sus acciones de oposición. En este sentido la Insumisión pierde relevancia porque pierde su punto de apoyo inmediato fincado en las exigencias de participación personal en supuestas obligaciones militares o civiles.
Pero la brevedad Histórica de la Insumisión en Sentido Estricto, o de un específico Movimiento de Insumisión vinculado a la Objeción Total, no parece que sea el punto y final de todo tipo de acciones de rechazo a todo lo que tiene que ver con el militarismo. Desaparecido el deber queda desactivado el correlativo Fenómeno de Insumisión de los sujetos titulares de dicho deber. Ahora bien, lo que no es posible desactivar es, más allá del deber o no de prestación personal, aquellos aspectos del Movimiento de Objeción e Insumisión que operaban extramuros de ese deber; es decir, que con independencia de la exención de las obligaciones siempre es posible seguir pensando que, como se mantiene la existencia de unas Fuerzas Armadas Profesionalizadas, esto también es inadecuado, ya que la suspensión del reclutamiento obligatorio no significa la automática desaparición de los ejércitos.

CONCEPCIONES ACTUALES
La Insumisión ha dejado de entenderse sólo como un Fenómeno Privado para enraizar en lo colectivo y, como tal Fenómeno Colectivo, contempla objetivos y finalidades que trascienden la esfera de la Ética Individual y se orientan a producir cambios en el ámbito Político. La pérdida del elemento motivador de la Insumisión en sentido estricto causada por la exención del cumplimiento de cualquier tipo de prestación personal tanto en el orden militar como en el civil ha promovido inevitablemente la desactivación del movimiento. Ahora se trata de buscar nuevas fórmulas a través de las cuales sea posible replantear la estrategia para conseguir las metas últimas del Movimiento Insumiso.
Por supuesto que cabe plantear la cuestión en el marco de una crisis profunda de este tipo de Fenómenos motivada por la pérdida de su función principal y entender sus manifestaciones actuales como algo meramente testimonial: Insumisión  como Testimonio ante la Sociedad para mantener en Conciencia una actitud vigilante y crítica frente a la posibilidad futura de volver al reclutamiento obligatorio. Porque si bien el Gobierno ha optado por la abolición, ello no quiere decir que esto sea definitivo e irreversible y no se pueda en el Futuro implantar de nuevo la conscripción o cualquier otra prestación de índole personal. Se ha suspendido por medio de la correspondiente Ley la prestación del servicio militar, pero no se ha reformado la Constitución en esta materia, luego nada impide que por las razones que el Gobierno de turno estime oportunas pudiera volver a establecer cualquier tipo de obligación en este sentido. El Art. 30 de la Constitución Española de 1978 no ha desaparecido y sería perfectamente  legítima la acción de un Gobierno encaminada a planificar de nuevo su apartado 2. Pero todo esto son meras hipótesis, poco imaginables en el escenario en que nos movemos y con escasas probabilidades de dejar de ser lo que son.

CONCLUSIÓN
Tras la abolición de la mili de lo que se trataría es de plantear si la Insumisión entre realmente en crisis y queda prácticamente relegada a grupúsculos cuasi marginales sin un mínimo apoyo social o bien si al Movimiento Antimilitarista subyacente le queda fuelle para seguir manteniendo, más allá de la Insumisión propiamente dicha, un protagonismo que le dote de la suficiente capacidad operativa al objeto de avanzar Civilmente en la consecución de algunas de las propuestas más radicales de su Filosofía.
Inevitablemente se pueden producir  paradojas en el Desarrollo Futuro de lo que se denominó Insumisión. Es muy posible que el propio éxito de la abolición signifique un parón en la dinámica concreta de algunos de sus componentes, pero también es probable que en el horizonte de la Post-Insumisión se pueda realizar una labor Pacifista menos crispada y más acorde con la idea de Civismo. Hay un enorme caudal para el Desarrollo de las virtualidades que anidaban en la Concepción Cívica y Noviolenta de los Insumisos, virtualidades que pueden ser aprovechadas para una adaptación a las nuevas circunstancias. En este nuevo horizonte se ha señalado, como estrategia de base para los nuevos tiempos, la recuperación y diversificación de aquellas funciones que quedaron latentes al tener que centrar todos los esfuerzos en la Objeción total. Para ello no cabe otra alternativa que cooperar y coordinarse con otros Movimientos afines; tales como algunos grupos antiglobalización o de Defensa de los Derechos Humanos, y sobre todo mantener un Lenguaje y unas acciones capaces de calar en amplios sectores de la Sociedad Civil. Esperemos que los terribles acontecimientos del 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York y Washington y sus terribles consecuencias no signifiquen un serio retroceso en la búsqueda Civilizada de la Paz.
 
Véase también: Conscripción, Defensa alternativa, Desobediencia Civil, Objeción de conciencia, Servicio militar.   

“… estamos continuamente regulando conflictos que colaboran a nuestro bienestar, no podemos ahora olvidarnos de ellos, hacer como si no existieran. Una preocupación seria debe ser estudiarlos lo más rigurosamente posible para disponer de mayores recursos para la Paz. Manual de Paz y Conflictos”.
Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz. (eds.).

                  

 

                                   

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Diseño: Ing. Jane García - VGM
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