Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado
por los integrantes del Centro de Investigación para
la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica
Nacional, Srta. Francisca Ortiz, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada
Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña,
Abogada Teresita Abelenda, Prof. Rubén Darío Borda
y Magíster Miguel Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce
Temas: Ética y Política
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia
de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López
Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad
de Granada, España, autor de la Voz Giuliano Pontara.
¿CUÁLES SON LOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES ENTRE
ÉTICA Y POLÍTICA?
El tema de la Relación entre Ética y Política
considera tres (3) problemas fundamentales.
DEFINCIÓN DE POLÍTICA:
Si definimos a la Política como el conjunto de comportamientos
(de un Individuo, de un Grupo, de una Colectividad) tendientes
a influir, conquistar, mantener o ejercer el Poder (a Nivel
Local, Estatal, Internacional), los tres (3) problemas pueden
ser expuestos de la siguiente manera:
1.- Si la Acción Política pudiera aceptablemente
ser Objeto de un Juicio Moral, es decir, si aquella fuera susceptible
de ser asumida con las categorías de lo que es Moralmente
Justo o Injusto, Obligatorio o Prohibido, o bien es considerada
totalmente alejada del campo de la Moralidad;
2.- si, dada una respuesta afirmativa a la pregunta anterior,
las exigencias Morales a las que se subordina el hacer Político
fueran fundamentalmente distintas de aquéllas a las que
se somete el hacer Privado;
3.- si, en qué medida o en cuáles condiciones,
la lucha política puede ser eficazmente conducida con
los medios propios de la moralidad entendida en sentido amplio,
o sea, la argumentación, el diálogo, el llamamiento
a la empatía, la presión noviolenta.
Los dos (2) primeros problemas son preferentemente de naturaleza
Teórica-Filosófica, el tercero (3) en cambio,
es sobre todo de naturaleza empírica.
¿QUIÉNES TRATARON EL TEMA DE ÉTICA Y POLÍTICA?
En el contexto del debate de varios milenios sobre este tema,
estos problemas han sido tratados más o menos de manera
sistemática por pensadores, filósofos, sociólogos,
politólogos, escritores y políticos de naturaleza
y origen cultural muy diversos.
En esta polémica, que se extiende desde Sócrates
a Gandhi, de Platón a Hegel y Croce, de Marx y Engels,
a Lenín y Mao, de Aristóteles a Tomás de
Aquino y de éste a Maritain, de Maquiavelo y Hobbes a
Max Weber, Mainecke y Karl Schmidt, de Sófocles a Tolstoi
y Sastre, en conjunto o individualmente, cada uno de ellos ha
tratado estos tres (3) problemas, que presentan dos (2) tesis
opuestas:
1.- La Tesis de Amoralidad Política en contra de la
Tesis de su Moralidad;
2.- La Tesis Dualista contra la Monista;
3.- La Tesis Realista contra la Tesis Idealista.
1.- TESIS DE LA AMORALIDAD POLÍTICA
Según la TESIS DE LA AMORALIDAD, el hacer político
(sea individual o colectivo), no se subordina, precisamente
a Nivel Teórico, a ninguna exigencia o límite
de índole moral; esto lo aísla del campo de moralidad
tout court, está más allá del bien y del
mal, de lo justo e injusto.
De donde se sigue que, quien plantea con sinceridad juicios
morales sobre el hacer político comete un error análogo
a aquel que cometería quien, aplicando categorías
morales a la conducta de los animales o de las máquinas,
juzgase moralmente tales comportamiento justos u obligatorios
o equivocados. Sin embargo, es compatible con esta Tesis el
reconocer que los juicios morales sobre este o aquel actuar
o agente político pueden ser usados como instrumentos
de propaganda en la medida en que se demuestran los medios eficaces
en la lucha política por los fines que persiguen. Por
ejemplo, conscientes deque muchas personas creen, -equivocadamente,
de acuerdo a los defensores de esta Tesis- que hay guerras moralmente
justificadas y otras que no, podría ser muy eficaz, con
el propósito de obtener el apoyo para una guerra, presentarla
como justificada moralmente.
Un argumento hasta ahora adoptado como sostén de la Tesis
de la Amoralidad de la Política es que la Acción
Política, a diferencia del hacer privado, no es una expresión
de la voluntad libre, es decir, que los Actores Políticos,
a diferencia de las Personas Humanas, quienes actúan
dentro del campo privado no están fortalecidos del libre
arbitrio. Este argumento se fundamenta en la premisa de que
la moral presupone una voluntad libre; o, como suele decirse,
que el Deber implica Poder. Pero, ¿por qué los
Seres Humanos que actúan dentro de un Rol Político,
nunca debieran perder aquella libertad de querer que supuestamente
tienen en el ámbito privado?
Otra cosa es que pueden darse acciones que, en determinadas
circunstancias, son POLÍTICAMENTE imposibles, en los
términos de que un Actor Político no puede escoger
hacerlo así, si quiere influir, mantener o alcanzar el
Poder. A veces el argumento en cuestión está formulado
sólo de manera relativa a los comportamientos políticos
colectivos en situaciones de conflictos agudos: en estos casos,
cada uno de los miembros de esta colectividad perderían
totalmente cualquier poder de preferencia y el hacer colectivo
se convertiría en algo semejante a un Fenómeno
Natural. Con base a esta argumentación, la guerra, por
ejemplo, es el resultado de fuerzas impersonales en las que
los hombres no tienen ningún poder de influencia: estrictamente,
no son los hombres los que deben escoger entre hacer la guerra
o no, sino más bien se trata de fuerzas impersonales
que, en determinadas circunstancias, obligan a los hombres a
hacer la guerra. En este sentido, todas las guerras ya hechas
y aquéllas que se verificarán son “necesarias”.
Por consiguiente, la guerra no es moral ni inmoral sino Amoral.
La Tesis de la Amoralidad de la Política no se debe
confundir con aquella de la MORALIDAD MENOR, según la
cual los diferentes Agentes Sociopsicológicos y Sociológicos
logran que los Actores Políticos sean llevados a violentar
de manera impune las exigencias básicas de la Moralidad
en una medida mayor que aquella en la que están los Seres
Humanos en sus relaciones privadas. Esta Tesis presupone que
el hacer político no está apartado de la Moralidad
tout court.
2.- TESIS DUALISTA Y MONISTAS
TESIS DUALISTA
Si la Política vuelve a entrar en la esfera Moral, el
problema que surge se basa en la clase de criterios que sustentan
esta postura.
Según la TESIS DUALISTA, el Hacer Político es
Moralmente Justo o Injusto con base de criterios diferentes
–fundamentalmente diferentes- de aquellos que son válidos
en el Campo Privado.
Hay varios versiones de esta Tesis, de acuerdo que el contenido
que se concede con mayor precisión a tales criterios.
Quizás la versión más difundida, que se
remonta en parte a Maquiavello, Lucero, a los teóricos
de la razón del Estado, es aquella que fue elaborada
por Max Weber.
El distingue entre:
- la Ética de la Convicción o de la Interioridad
(Gesinnugsethik), por una parte,
- y la Ética de la Responsabilidad (Verantwortungsethik)
por otra.
En términos generales, la primera valida (ÉTICA
DE LA CONVICCIÓN O DE LA INTERIORIDAD) dentro de las
relaciones privadas, es una forma de la llamada Ética
Deontológica (Deontología = Ciencia o Tratado
de los Deberes) en cuanto se articula en una serie de obligaciones
tales como: no matar, no mentir, cumplir las promesas propias,
socorrer a los necesitados, etc., válidas en todos los
encuentros interpersonales y que se vinculan de modo independiente
de las consecuencias a que este hacer conduce conforme a ellas.
Para Max Weber, esta Ética se identifica sustancialmente
con la Ética del Amor y de la Resistencia al mal predicada
por Cristo.
La segunda (ÉTICA DE LA RESPONSABILIDAD), en cambio,
válida en el campo del Hacer Político, es una
consecuencia de la forma de la llamada Ética Consecuencialista
en cuanto consiste en un principio fundamental que manda hacer
con base al cálculo de las consecuencias que al hacer
o la acción tiene a bien hacer el bien y seguir los intereses
del Estado (o, en otras versiones, del pueblo, o de las Naciones
o de clase), a los que se pertenece. Si existen otras obligaciones
morales, ellas son secundarias respecto a aquella que maximiza
el bien del Estado. Para el Actor Político, las razones
morales más fuertes son siempre las razones del Estado:
salus rei publicae suprema lex (la Salud de la República
es la Ley Suprema). Con base en este principio de Ética
Política pueden ser justificadas moralmente acciones
tales como: mentir, matar, no conservar pactos, etc., que según
una Ética Privada serían injustificadas.
CRITICAS:
Tal concepción Dualista es problemática considerada
desde varios aspectos. Aquí se indican brevemente dos.
1.- La cuestión, en primer lugar, es la idea de que se
dé una distinción fundamental e irreductible entre
exigencias Éticas Privadamente y a nivel Político:
es difícil ver según tales argumentos cómo
se puede defender una distinción de este tipo.
2.- En segundo lugar, la problemática descansa en la
idea de un deber irreductible, último y absoluto, o de
cualquier modo dominante, de colocar como lo máximo el
Bien del Estado al que se pertenece:
¿Por qué las consecuencias del Hacer Político
nunca dejarían de ser realmente relevantes, cuando se
posesionan, como a menudo de manera dramática sucede,
del bienestar de las Personas y Grupos que no pertenecen al
Estado del Actor Político que actúa?
¿Por qué nunca las exigencias fundamentales de
la Moral en Política se detendrían en los confines
del Estado, que es una Construcción Histórica,
la cual puede también no existir en el Futuro?
ËTICA UNIVERSALISTA Y MONISTA
Estos dos problemas se hacen a un lado según una concepción
Ética que, retomando la Doctrina del Utilitarismo Clásico
elaborada inicialmente por Jeremy Bentham y posteriormente por
Henry Sidgwich y otros, asume como principio Ético único
y fundamental el de MAXIMIZAR EL BIENESTAR Y LA FELICIDAD GENERAL
A NIVEL UNIVERSAL.
El Utilitarismo es un ejemplo, quizás el más conveniente,
de una Doctrina Ética Universalista y Monista, es decir,
aquello que hace que una acción (sea individual o colectiva;
privada o política) sea moralmente justa son las consecuencias
que ella tiene sobre el Bienestar General Universal, INCLUYENDO
EL DE LAS GENERACIONES FUTURAS.
Se ha indicado y, basado en tal Doctrina Monista, se puede sostener
una forma de Dualismo DERIVADO: puesto que la previsión
y el cálculo de las consecuencias de nuestras acciones
en el Bienestar General son mucho más difíciles
y complejos, puede ser preferible –porque probablemente
Maximiza el Bien General- que los Seres Humanos no debieran
aplicar directamente el Principio Utilitarista en la vida cotidiana
sino más bien seguir las normas generales de conducta.
Estas normas pueden identificarse muy bien, al menos en parte
con aquéllas que son consideradas propias de la Ética
Individual en la Tesis Dualista señalada anteriormente.
A nivel de las grandes preferencias colectivas, sociales, económicas,
políticas –que tienen supuestamente consecuencias
de un bien mucho mayor, encaminado hacia el Bien General y donde
presumiblemente se puede contar con la colaboración de
grupos de expertos de varias clases- puede ser más bien
preferible que las decisiones sobre cual alternativa seguir
estén basadas directamente en el cálculo de las
consecuencias.
Otro tipo de Doctrina Monísta es aquella que está
fundada sobre la idea de Derechos Fundamentales del Hombre válidos
Universalmente a tal punto de poner vínculos morales
precisos ya sea sobre el hacer individual y/o colectivo, tanto
en la esfera privada como en la esfera política.
3.- TESIS REALISTA E IDEALISTA
TESIS REALISTA
Ni la Doctrina Utilitaria ni la de los Derechos Humanos excluyen
–como siempre injustificado – el recurso a la Violencia.
El que al menos su función fuera Moralmente justificable
dependería en parte de cómo esté configurada
la situación en la que se actúa y en parte de
cómo actúan los otros. Ahora bien, según
los Autores de la Tesis “Realista” la esfera de
la política está caracterizada por situaciones
donde se encuentran con la mentira, el fraude, las amenazas
y el uso de la violencia, donde quien quiere participar en la
lucha política de manera eficaz debe tener las Virtudes
Maquiavélicas de la zorra y del león, es decir,
estar dispuesto a recurrir a aquellos mismos medios: pues no
se puede participar eficazmente en la lucha política
sin estar dispuesto a tener como dice Paul Sastre, “las
manos sucias”.
TESIS IDEALISTA
A esta Tesis se opone la Tesis “Idealista”, para
la cual la lucha Política no está, por su naturaleza,
conectada esencialmente con la mentira, el fraude y la violencia.
La Tesis se funda en el argumento de que los Seres Humanos,
aún cuado actúan en grupo o en situaciones tensas
de Conflicto, pueden estar dispuestos a actuar y comportarse
de modo Humano en tanto en cuanto están influidos por
el llamado a la Razón, a la Empatía y por la Presión
Noviolenta .
La Historia de la relaciones entre Política y Moral,
desde este punto de vista, es la Historia del intento continuo
de MORALIZAR LA POLÍTICA creando situaciones e Instituciones
que limiten y reduzcan de alguna manera el recurso a la violencia
y favorezcan los medios para el DIÁLOGO, EL COMPROMISO
EQUITATIVO Y LA SOLUCIÓN PACÍFICA DE LOS CONFLICTOS.
¿Cuáles son los Desarrollos en esta Dirección?
Tres importantes desarrollos en esta dirección son:
a) la afirmación en un número siempre mayor de
Estados, aunque si bien en modo eficaz variable, del Método
Democrático, con el que la lucha Política está
siendo conducida contando y no suprimiendo las inteligencias;
b) la creación de las Naciones Unidas como un instrumento
de GOBERNABILIDAD Humana basado en la idea de los Derechos Fundamentales;
c) la exploración práctica a Gran Escala de Métodos
Eficaces de lucha Noviolenta, desde aquéllos que han
sido empleados por las clases trabajadoras en la lucha entre
capital y trabajo, hasta aquéllos que fueron practicados
por Gandhi, Martín Luther King y muchos otros en la lucha
por la independencia de un pueblo o por la afirmación
de fundamentales Derechos Humanos.
Finalmente, vistas desde hoy las consecuencias cada día
más perjudiciales que el uso de la violencia armada tiene
en los conflictos entre Estados o entre Etnias, incluido el
riesgo de una catástrofe nuclear para toda la Humanidad;
tres desafíos entre los más graves de este Siglo
y Milenio que se pueden contrarrestar:
- Ampliando en adelante el Método Democrático,
- Potenciando y Desarrollando Naciones Unidas en la dirección
de constituirse en una Democracia Internacional o Cosmopolita
y la de
- Explorar además Métodos eficaces de lucha Noviolenta.
“… generalmente el Núcleo de una
Cultura lo constituye una Religión concreta:
pensemos por ejemplo en el Judeocristianismo, el Islam, el Budismo
o el Hinduismo.”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco
A. Muñoz (eds.).