10 de Junio de 2008 - 21 hs.
Tema: "Holocausto"

 

Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña, Abogada Teresita Abelenda, Prof. Rubén Darío Borda, y Magíster Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Holocausto

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autor de la Voz: Juan Jesús Mora Molina.

ETIMOLOGÍA
Etimológicamente, la palabra “Holocausto” procede del compuesto griego, HOLO (total), KAIO (quemar). Este término se refería en origen a la celebración de un ceremonial de naturaleza Religiosa donde eran incineradas víctimas animales para dar gracias o pedir el favor de los Dioses. En este sentido, “Holocausto” puede considerarse casi sinónimo de “Hecatombe” (quemar 100 bueyes). Actualmente ha adquirido el sentido de “Desastre de gran magnitud”, cuya virtualidad se extiende en el ámbito político a la experiencia de exterminio físico que padeció el pueblo Judío durante el Gobierno Nacional-Socialista en Alemania y en los territorios ocupados por ésta durante la Segunda Guerra Mundial bajo el apelativo de “Solución Final”.

ANTISEMITISMO - ANTIJUDAISMO
No obstante, el ANTISEMITISMO se vivía en Alemania mucho antes de la llegada al poder de Führer Adolf Hitler en 1933. Cuando se habla de odio hacia el Judio se ha de distinguir claramente entre dos conceptos ligados pero diferentes: ANTIJUDAÍSMO y ANTISEMITISMO.

El Movimiento ANTIJUDIO tiene su Origen en la Diáspora del Pueblo Hebreo tras la destrucción del Templo de Jerusalem a manos de los conquistadores romanos. Los Judíos se consideraron apátridas, súbditos en Países extraños, se tornaron conservadores y tradicionalistas, celosos protectores de su identidad y endogámicos. Esto, como señala Ana Arendt, les acarreó el odio del resto de las comunidades, ya que no reconocían más autoridad que la del Templo arrasado y las promesas de la Torá. Su añoranza residía en el retorno a Sión (de ahí el término “Sionismo”, desprendido de la obra EL ESTADO JUDIO del autor del Siglo XIX Theodor Herzl). Al no aceptar ciudadanía alguna, le fue negado el Derecho a la Propiedad, por lo que se vieron obligados a la práctica del préstamo. Una actividad catalogada por los Cristianos como “usura”, dado que el Cristianismo permitía el préstamo pero sin intereses. La animadversión al Judío estaba servida: explotador, avaro, miserable. Su apoyo económico al Poder Político le fue de utilidad para ir alcanzando una cada vez más influyente status social, pero simultáneamente eran relegados por motivos Religiosos.
La figura del GUETTO puede observarse, desde una doble perspectiva:
a) autoaislamiento;
b) imposición.
Esto es, lo que comenzó como un acto defensivo de la tradición y de la identidad terminó, como una necesidad dirimida de la Dinámica Social. Ante esta situación, se organizaron grupos de resistencia frente al irresistible avance de lo Judío en los entramados del Poder, que eclosionaron en momentos de extrema debilidad de la Comunidad Judía: recuérdese el caso Dreyffus en Francia o el problema Judío en Alemania (en ambos casos se acusaba a los Judíos de traidores). Producto de dichas vivencias emergerá entre el Pueblo Judío la Teoría de la “Víctima Propiciatoria” o del “Chivo Expiatorio”, gracias a la cual se sentía más próximo el retorno a la Tierra Prometida después del tránsito por una época de calamidades (al igual que ocurrió en Egipto o en Babilonia).

Pero, ¿QUÉ ES EL ANTISEMITISMO?
Para hablar con propiedad, tenemos que diferenciar dos niveles:
- el POLÍTICO (donde se manifestó el Antijudaísmo) y
- el BIOLÓGICO.
Es precisamente en este último en el que ahonda sus raíces la acritud hacia todo lo que tuviera que ver con lo “Semita”. Los Judíos son Semitas, pero no son la única Etnia Semita. Sí, Etnia y no Raza, puesto que “Raza” apunta a un pseudo concepto Biológico sin base científica. El Semita, identificado con el Judío, era tildado de deicida, de “Maldito de Dios”. El contacto con él provocaría el castigo inmediato para quien le ayudase. La caridad Cristiana no era susceptible de aplicarse al asesino de Cristo, salvo en caso de conversión. Rituales deplorables han existido a lo largo de toda la Historia en dicha línea. Por ejemplo, el caso del Papa Pío IX, quien justifica en rapto de niños Judíos de GUETTO de Roma por parte de familias Cristianas para su salvación (el mismo lo hizo), o escupir sobre la Torá sostenida por el Rabino por parte de las autoridades eclesiásticas al paso por el GUETTO. Además del subconsciente colectivo, contribuyó decisivamente en el Siglo XIX la obra de Oscar Spengler LA DECADENCIA DE OCCIDENTE, en la que se vertía la idea de que Europa perdería su supremacía al permitir la contaminación racional, eliminando la pureza de la cultura Europea. Los libros de texto alemanes de Educación Primaria al final del XIX celebraban frases como ésta:”Dios creó al hombre blanco, al negro, al indio y a ese demonio llamando Judío”. En 1902 se crea en Alemania el Instituto Alemán para la Higiene de la Raza. Más tarde, a mediados de la década de los veinte, ve la luz el título Mi Lucha de Adolfo Hitler tras su condena por el “puñetazo de Munich”. Durante esos mismos años se popularizó en Alemania un opúsculo publicado en Leipzig, en 1920, firmado por el prestigioso Jurista Karl Binding y por el Psiquiatra Alfred Hoche, “Permiso para destruir las vidas que no merecen la pena vivir”. Las concepciones de deicidio y de raza suprema adquirirán una órbita inimaginable en la pluma de Hitler, cuando al final del Capítulo Segundo se autoproclame enviado de Dios para fustigar a los asesinos de su hijo. En el fondo, Hitler utilizaría a los Judíos para focalizar sobre ellos el fracaso de la República de Weimar y la justificación de la vuelta al idealismo político-imperial del Kaiser para resarcir al Pueblo Alemán de la Paz de Versalles.
Tras la subida al Poder del Gobierno nazi en enero de 1933, inmediatamente fueron adoptadas medidas sistemáticas (administrativas, laborales, fiscales, sociales) contra los Judíos. Todo súbdito del Reich que entre sus ascendientes contase con varios abuelos Judíos, dejaba de ser Alemán, perteneciente al pueblo puro (Volk) y excluido de la raza aria, superior. Se prohibieron los matrimonios mixtos y se declararon nulos los existentes.
Los descendientes de éstos últimos debían renuncia a la práctica de la Religión Judía para ser declarado Alemanes; mientras que quienes tenían algún pariente Judío o un único abuelo de esta religión eran llamados “semiraza”.
¿Por qué tanto hincapié en la pureza racial?
Había que determinar con exactitud a quienes afectaban las normas discriminatorias. El ultraje y la vejación estaban permitidos –quizás como catarsis social-; la estigmatización mediante la obligación de portar en lugar visible la estrella de David demonizaría en un futuro cercano a aquellas personas que ipso facto se habían convertido en sujetos sin Derechos, “inútiles de alimentar”. Surgiría el denominado “delito de autor”, se es culpable por el mero de hecho de ser Judío. A partir de la “noche de los cristales rotos” la población Judía con más recursos económicos abandonó Alemania y la recién anexionada Austria. El resto se quedó para afrontar un acontecer incierto, que comenzaría a despejarse tras la invasión de la U.R.S.S.
Goering, comandante de la Luftwaffe, envió un comunicado al Jefe de la Oficina Principal de Seguridad del Reich, Reinhard Heydrich, encomendándole la organización de la “Solución Final para la cuestión Judía” en toda al Europa dominada por los Alemanes. En 1941 se aceleraron las deportaciones de los Judíos residentes en Alemania a los guetos de Polonia y a las ciudades conquistadas en la U.R.S.S.
Posteriormente se sembró toda la Europa del Este con “campos de concentración” (inventados ya en la guerra de los Borres en Sudáfrica). Mientras tanto en Rusia los “grupos de acción” llevaron a cabo ejecuciones en masa.
Nombres de campos tristemente conocidos como: Kulmhof (Chelmno), Belzec, Sobibor, Treblinka, Lublin y Auschwitz detentan el récord de haber sido lugares de exterminio de casi 6.000.000 (seis millones) de personas en nombre de la locura de la supremacía racial. Una dinámica iniciada por la tergiversación de las ideas Darwinianas (primer capítulo del ORIGEN DE LA ESPECIE) por Sir Francis Galton, continuadas por K.Pearson, H. Spencer en Gran Bretaña, con un desarrollo paralelo en Alemania con A. Weissman (creador de la expresión “buena raza”), A. José, E. Haeckel y en Estados Unidos por el Germano H. Müller en su obra de 1935 OUT OF THE NIGHT.

Para finalizar, una reflexión muy actual, conviene recordar al pueblo Judío (o a cualesquiera otros que traten de justificar en cualquier lugar) que hoy no debe servir de pretexto el uso de acciones terribles sobre un pueblo, como el Palestino usando la memoria del Holocausto, ni crear una reserva controlada para la Autoridad Nacional Palestina sometida a los designios del Gobierno Hebreo: todos los pueblos tienen Derecho a un Estado Libre Soberano e Independiente como se les concedió a ellos bajo el liderazgo de Ben Gurión.

Véase también: Antisemitismo, Eugenesia.

“…. la Cultura es una Mediación omnipresente entre los Humanos y sus condiciones de vida.”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz. (eds.).

 

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