Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce
Temas: Guerra Total
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos
de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario
López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la
Universidad de Granada, España, autor de la Voz: Francisco
Laguna Sanquirico.
¿QUÉ SUPONEN LAS GUERRA?
Las guerras suponen un cataclismo para los pueblos que la sufren
que no precisa aclaración.
Los adjetivos tienen por objeto situarlas en la historia o en
la geografía, señalar su amplitud o completar datos
sobre los métodos y medios empleados por los contendientes,
por lo que conviene ante todo profundizar en lo que significa
este fenómeno. Al margen de lo que han opinado algunos
historiadores defensores de que los conflictos violentos son inevitables
y hasta positivos para el progreso, debe considerarse como uno
de los problemas más graves y trascendentes que tiene planteada
la Humanidad.
DEFINIR LA GUERRA
La guerra es difícil de definir o, siendo más precisos,
son muchas las definiciones que se han dado, sin que ninguna de
ellas parezca haber acertado con la complejidad de este fenómeno.
Por lo pronto hay que desechar las que la consideran como una
INSTITUCIÓN del Hombre, ya que si bien las guerras como
tales sólo se dan entre seres Humanos, el conceptote institución
tiene unas connotaciones éticas e históricas que
no se acomodan a aquéllas. En los años 30, el Pensador
Francés Gaston Bouthoul inició el estudio de una
nueva disciplina a la que denominó POLEMOLOGÍA.
¿QUÉ ES LA POLEMOLOGÍA?
Polemología: Estudio Científico de las Guerras.
Pero, a pesar de los numerosos trabajos desarrollados en distintos
centros, no se ha logrado una definición que satisfaga
por completo. Sin embargo sí se han determinado algunas
de las características que las diferencian de otras formas
de lucha o del empleo de la violencia que no son guerras en sentido
estricto.
RASGOS DE LA GUERRA
Estos rasgos pueden resumirse en los siguientes: enfrentamiento
violento entre sociedades organizadas (Estado), en los que intervienen
efectivos y medios importantes (ejércitos) que actúan,
en cierto modo, en el marco de las normas de Derecho Internacionales.
Sin embargo muchos de los conflictos armados de las últimas
décadas y en especial las acciones terroristas y las Operaciones
de Paz de la ONU no se ajustan a estas características,
lo que ha obligado a reconsiderar la cuestión.
LA FINALIDAD DE LA GUERRA
La finalidad de la guerra es doblegar la voluntad del contrario
para que acepte las condiciones deseadas. Esto implica a las fuerzas
armadas del otro bando, lo que llevó a Clausewitz a aseverar
que la finalidad última era la destrucción de dichas
Fuerzas y, en consecuencia, que la guerra tendía inevitablemente
al empleo máximo de la violencia; afirmaciones discutibles
que además no se ajustan a las doctrinas militares actuales.
LA GUERRA TOTAL
Concepto: El Concepto de Guerra Total fue planteado por el General
Alemán Von Ludendorff poco antes de la II Guerra Mundial.
Su obra, publicada con este título, se apoya en las consideraciones
de Clausewitz, para llegar a la conclusión de que los Conflictos
Futuros al afectar a la totalidad de la población, la implican
necesariamente, lo que transforma los conflictos convencionales
en guerras totales. Esta Teoría fue llevada a la práctica,
por uno y otro bando, en la guerra de 1939-45.
La obra citada tiene un marcado enfoque Socio-Político
y no profundiza en lo que puede significar realmente el término
TOTAL.
Caben tres acepciones: cuando se refiere a los Escenarios del
Conflicto, la referida a los medios empleados, y la que entiende
de los Métodos de lucha seguidos. Según los casos
le será de aplicación una u otra de las acepciones.
¿Cuándo la Guerra es total?: Cuando se aplica a
los Escenarios Estratégicos en los que se llevan a cabo
las batallas, la Guerra es total cuando alcanza a gran número
de Países, y se desarrolla en teatros de operaciones situados
en distintos continentes. Así sucedió en la II Guerra
Mundial que, a diferencia de guerras anteriores alcanzó
áreas tan distantes como Europa, Asia y África.
Ha recibido también la denominación de GUERRA GENERALIZADA
y ha constituido una amenaza permanente durante el largo período
de la Guerra Fría, diferenciándose de las llamadas
Guerras locales o las calificadas como GUERRAS LIMITADAS.
Guerra Total en sentido pleno del término: Cuando se refiere
a los medios, apunta a los efectos del armamento utilizado. La
Moderna Tecnología ha puesto en manos de los Gobiernos
armas con una capacidad de destrucción nunca imaginada
y que han llegado a ser consideradas como amenazas para el conjunto
de la Humanidad. La primera fue la bomba atómica a la que
han seguido las armas químicas y las bacteriológicas,
si bien estas dos últimas han estado controladas por los
propios Países precisamente por la dificultad en controlar
sus efectos. La posibilidad de una guerra nuclear entre las dos
grandes potencias, que hoy por fortuna está prácticamente
descartada, debe considerarse como una Guerra Total en el sentido
pleno del término.
Cuando se refiere a los Métodos empleados, se relaciona
con las operaciones de destrucción masiva, las acciones
indiscriminadas contra población civil o desarmada y en
general con la guerra al margen de los convenios internacionales
y de los que se denomina DERECHO DE LA GUERRA O DERECHO DE GENTE.
En esta concepción de la guerra, hay que incluir el Fenómeno
del terrorismo indiscriminado, aunque no todas las acciones terroristas
deben calificarse como acciones de guerra. Se trata de la interpretación
más corriente de lo que es la guerra total, considerándola
como violencia llevada al último extremo y al margen de
toda Ética en cuanto al empleo de los medios.
La Doctrina vigente para las operaciones militares no contempla
el Concepto de Guerra Total. Existen reglamentos y normas para
las acciones en uno u otro terreno (montaña, desierto,
selva, aire, mar, etc.), para el empleo de los medios (navales,
aéreos, carros de combate, etc.) o para la resolución
de determinadas situaciones (defensivas, ataque, protección
de convoyes, cobertura en operaciones de Paz, etc.), pero no existe
un manual de cómo llevar a cabo la Guerra total o cómo
defenderse en su caso. Esto se debe a que no se trata de un Concepto
Militar, sino de una Interpretación Política de
llevar a cabo las operaciones.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
La Historia demuestra que las acciones de destrucción indiscriminada
y total se han dado en bastantes ocasiones, siempre ligadas a
la situación sociopolítica del momento. Así,
en las Guerras Primitivas, era bastante corriente la ejecución
o mutilación de prisioneros, la destrucción total
de las ciudades que se habían resistido al asedio, la esclavización
de la población enemiga, la quema de los campos, la siembra
de sal para dejarlos desérticos durante años y actos
similares. Poco a poco estos comportamientos se fueron variando,
en parte por razones económicas, por ejemplo, era más
rentable tomar como esclavos a los prisioneros que matarlos, y,
en parte, por razones Éticas.
Por consideraciones que sería largo analizar, en la Edad
Media, ser fueron RITUALIZANDO los enfrentamientos, llegando a
solucionar las controversias en un combate o torneo entre combatientes
designado por uno y otro bando. Parecido sentido, tenía
el hecho de que la responsabilidad de la defensa de la población
civil era desempeño de los nobles y de los reyes, con la
consecuencia de que ésta sufría las consecuencias
de las disputas, de las cesiones y, en definitiva, de las decisiones
unilaterales de los gobernantes, sin tener más peso en
sus decisiones que la aportación de medios económicos
y en algunos casos de medios humanos.
Pero al iniciarse la Edad Moderna, Maquiavelo y otros pensadores,
denunciaron lo injusto y frustrante que era para el conjunto de
la población esta situación y pocos Siglos después
de la Revolución Francesa puso de nuevo sobre el tapete
el tema de que debía ser todo el Pueblo el que participara
en la defensa de la Nación.
Nunca se había perdido la convicción de que la guerra
podía llegar a exigir la participación de todos
los ciudadanos en la medida en que estuviera en peligro la supervivencia,
pero fue el impulso Democrático de la Revolución
Francesa el que lo actualizó. En base a las experiencias
vividas junto y frente a Napoleón, Clausewitz sentó
los Principios de la Guerra que apuntaba a un enfrentamiento que
rebasaba a los soldados del campo de batalla, aunque fueran ellos
los protagonistas principales. Basándose en estas ideas
Ludendorff y después otros pensadores desarrollaron la
Teoría de que en las situaciones de guerra, al igual que
en las de emergencia nacional, toda la población estaba
implicada o mejor dicho, debía implicarse porque el conflicto
era para su defensa y, en consecuencia, el resultado les afectaba
directamente.
Los ejemplos de la actuación de civiles en las guerras
coloniales y, sobre todo, la actuación de grupos guerrilleros
y terroristas no ha hecho más que incidir en este criterio.
Como contrapunto, en las últimas décadas se ha desarrollado
una amplia legislación internacional defendiendo a la población
civil e insistiendo en la obligación de los ejércitos
de no extender sus acciones más allá de lo imprescindible,
respetando en todo caso a los no combatientes y a los más
necesitados, entre los que hay que destacar a los ancianos, las
mujeres y los niños.
En todo caso no se debe identificar guerra total con ataques a
la población civil. Las acciones que se realizan contre
este sector de la sociedad, con el pretexto de que también
son combatientes o que atacándoles se mina la moral de
los soldados, no son justificables desde ninguna óptica,
aunque en ocasiones tengan su parte de verdad. Éste es
un punto en el que coinciden todos los convenios internacionales
orientados a disminuir los daños colaterales de cualquier
contienda.
La Teoría de la Guerra Total ha arrastrado a consecuencias
negativas, aunque también cabe señalar algunas positivas.
Lo más negativo se sitúa en la idea de que en la
guerra no tiene cabida la Ética. El ejemplo de muchas barbaridades
cometidas parece reforzar esta idea, aunque a pesar de estas extralimitaciones
en todas las Naciones Desarrolladas se siga manteniendo la necesidad
de respetar los Convenios Internacionales suscriptos.
En el extremo de esta actitud hay que señalar la Doctrina
de la Seguridad Nacional por la que se consideraron como agresiones
bélicas acciones de oposición política, y
se mezclaron en las operaciones militares actuaciones policiales
en las que se emplearon Métodos contrarios a toda ley y
a toda ética.
En la parte positiva de la balanza hay que colocar lo que aporta
el Espíritu de Solidaridad, porque, aunque se trate de
casos extremos, no cabe duda que recuerda a todo ciudadano que
no puede quedarse al margen de la defensa del resto de la comunidad.
No se trata de que todos deban ser objetos de las agresiones,
sino de que es obligación de todos el contribuir, en la
medida que pueda, a defender los Valores que constituyen la identidad
propia y en definitiva la Justicia que lleva a la Paz.
Esta valoración positiva no significa que sea éticamente
aceptable el Concepto de Guerra Total que, como queda dicho, es
una deformación del sentido Democrático de la Defensa
Nacional, sino que es preciso tener un conocimiento riguroso de
los orígenes de los conflictos y que es un problema tan
grave como el de la supervivencia todo ciudadano debe contribuir
a la solución y al logro de la Paz, en defensa de los Derechos
y Libertades de la Comunidad a la que pertenece. Aunque, en ningún
caso, deban violarse las leyes internacionales.
EL FUTURO
Aunque no se pueda descartar por completo, el Panorama Estratégico
actual hace impensable que estalle una guerra total, en toda la
extensión de la palabra, esto es, que abarque las tres
acepciones comentadas. Los enfrentamientos seguirán durante
años y algunos puede que se desarrollen en distintos puntos
del planeta o que se empleen armas de destrucción masiva,
pero la conjunción de todas ellas no parece probable en
plazo previsible.
En cuanto a la acepción que se refiere al empleo de Métodos
fuera de la Ética y de los Convenios de Derecho Internacional,
sería ingenuo afirmar que no van a existir estos comportamientos,
pero en la medida en que no se generalicen y no lleguen a ser
la pauta de conducta general de las Naciones más Desarrolladas,
no parece factible que lleguen a condicionar la posible, y deseable,
evolución de los conflictos hacia las soluciones negociadas.
Sin embargo, hay que reconocer que conflictos limitados como el
de los Grandes Lagos o las operaciones de LIMIPIEZA ÉTNICA
en la ExYugoslavia se aproximan a bastantes de los parámetros
expuestos y demuestran que es necesario mantener el esfuerzo para
frenar los planteamientos en los que el genocidio, la venganza
y la exaltación de la eficacia por encima de toda norma
Ética, siguen vigentes en muchos pueblos.
Véase también: Guerra Justa, Terrorismo.
“Desde la perspectiva de los Pacifistas
los conflictos son una de las bases teóricas y prácticas
de toda la actividad humana, por ello intentamos comprenderlos
lo mejor posible y, a partir de ahí, proponer técnicas
y metodologías de regulación y prevención
de los mismos.”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A.
Muñoz (eds.).