15 de Julio de 2011 - 21 hs.
Tema: "Paz"

 

Conducido por el Abogado Raúl Arce,  siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional,  Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Sr. Fredy Eiman,  Srta. Francisca Ortiz,  Lic. Wilma Soledad Trúe,  Prof. Rubén Darío Borda,  y  Magíster  Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Paz.

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigida por el Dr. Mario López Martinez del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autor de la voz: Francisco A. Muñoz.

¿QUÉ ES LA PAZ?
Paz es una palabra que está relacionada con el bienestar de las personas. En consecuencia es utilizada por la mayoría de las Culturas –si no todas- para definir esta realidad y, en su caso, el deseo de que ésta se alcance. Su campo es enorme y las palabras y conceptos con los que emparenta es amplísimo (concordia, armonía, tranquilidad, cooperación, pacto, alianza, acuerdo, etc.). Podríamos decir que sirve para definir diversas situaciones en las que las personas gestionan sus conflictos de tal manera que se satisfacen al máximo posible sus necesidades.

LA PAZ, COMO SUCEDE CON MUCHAS OTRAS CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS Y SOCIALES, QUEDA REFLEJADA EN EL LENGUAJE CUANDO SON MOTIVOS SOCIALES DE PREOCUPACIÓN
Además, según muchos autores, un número muy elevado, por encima del 90% -el porcentaje no tiene una exactitud matemática pero sirve como aproximación a las dimensiones de la realidad-, de las comunidades existentes en la Historia de la Humanidad no han tenido que plantearse este problema.

CREO QUE LA PAZ ES UNA REALIDAD PRIMIGENIA EN TODOS LOS “TIEMPOS” HUMANOS, EN LOS BIOLÓGICOS Y LOS HISTÓRICOS
Es una condición ligada a los humanos desde sus inicios. La PAZ nos permite reconocernos como humanos. Efectivamente, la socialización, el aprendizaje, la colectivización, la acción de compartir, la asociación, la cooperación, el altruismo, etc., son factores que están en el origen de la especie. Estas cualidades son determinantes en el nacimiento y “éxito” de los homínidos y posteriormente de los actuales humanos (HOMO SAPIENS SAPIENS). De lo cual se deduce que, contrariamente a lo que pensamos en muchas ocasiones, ES LA PAZ LA QUE NOS HACE TEMER, HUIR, DEFINIR E IDENTIFICAR LA VIOLENCIA Y NO AL REVÉS.

SUS RAICES PODRÍAN HALLARSE EN PREDISPOSICIONES GENÉTICAS, PSICOLÓGICAS Y SOCIALES, LIGADAS A COMPORTAMIENTOS DE CARÁCTER “TERAPÉUTICO” (ENCARGADOS DEL MANTENIMIENTO DE LA SAUD DE LA ESPECIE Y LOS INDIVIDUOS) QUE SE HAN FRAGUADO Y FIJADO A LO LARGO DE NUESTRA HISTORIA COMO ANIMALES SOCIALES.
Un proceso en el que la reproducción, el aprendizaje y la socialización de estas características han jugado un papel esencial desde nuestra existencia como especie. La consecuencia es que en nuestros sistemas de conocimientos racionales y emocionales aparece la “Paz” asociada a tendencias a la bondad y al placer. A partir de ellos se han ido desarrollando imaginarios e ideas que funcionan como orientaciones vitales y filosóficas para nuestra conducta. Estas disposiciones nos llevarían a buscar el ”bien” y evitar el “mal”; busca el placer frente al dolor; reforzar el altruismo frente al egoísmo. Todo lo cual nos ayuda a entender como a lo largo del tiempo se ha ido construyendo un discurso de PAZ que ha impregnado toda la historia de la humanidad.

COMO SE DEDUCE DE LAS ANTERIORES CIRCUNSTANCIAS SE PODRÍA DECIR QUE EN FONDO DE LA CONCIENCIA HUMANA, DE SU INCONSCIENTE INDIVIDUAL Y COLECTIVO, SE HALLA LA IDEA DE QUE LA PAZ ES ABSOLUTAMENTE NECESARIA, IMPRESCINDIBLE.
Que sin ella no habríamos sobrevivido ni evolucionado, y que por tanto debe ser protegida, cuidada y mimada.
Y, con relación con lo que nos ocupa y preocupa, una de las mayores ventajas que tenemos es que la PAZ puede se sentida, percibida y pensada desde múltiples experiencias, momentos, espacios y ámbitos. Todas las personas, hombres, mujeres, niños, ancianos, campesinos, obreros, hombres de negocios, religiosos, pasando por todo tipo de altruistas y filántropos, voluntarios de ONG´s, investigadores de la Paz, gobernantes, grupos y comunidades, culturas, etc., todos tienen una “idea de Paz” basada en diversas experiencias y adquirida a través de sus vidas, de sus procesos de socialización. Como se puede comprobar, un gran “capital” activo de PAZ.

LA FENOMENOLOGÍA –TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS Y ÁMBITOS EN LA QUE INTERVIENE- DE LA PAZ ES REAL Y POTENCIALMENTE MÁS DIÁFANA Y EVIDENTE DE LO QUE SE CONSIDERA EN MUCHAS OCASIONES
Ya que su realidad práctica, semántica, conceptual e imaginaria tiene una gran profundidad. Esta perspectiva nos permitiría invertir, finalmente, el sentido primigenio de la sentencia: SI VIS PACEM PARA PACEM. Es decir, reconocer y potenciar las realizaciones de la PAZ si queremos hacer que crezca. La conceptualización y la institucionalización de la PAZ, presente en todos los episodios de la historia escrita, se manifiesta en múltiples representaciones. Esto es también porque la PALABRA “PAZ” posee una amplia POLISEMIA, tiene muchos y variados significados que recogen desde sentimientos personales a proyectos internacionales. Así, en todas las lenguas de nuestro ámbito cultural (griego, hebreo, latín, árabe, castellano, catalán, euskera, gallego, portugués, francés, italiano, etc.) y, con toda probabilidad, también en otros ámbitos culturales, está presente el campo conceptual de la regulación pacífica de conflictos (la Paz). Este concepto tiene diversas connotaciones pero siempre supone un cierto grado de abstracción de múltiples prácticas y dinámicas sociales pacíficas.

EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD
Han sido tantas las situaciones conflictivas y en las que ha habido posibilidades o realidades de violencia que la aplicación a la PAZ ha sido casi permanente. Podríamos decir que la PAZ es a la vez vacuna preventiva y medicina para mantener la salud de las personas, los grupos y las comunidades.
Esto puede verse reflejado en las fuentes que nos informan de estas realidades sociales, donde normalmente aparecen coetáneamente la PAZ y la guerra; lo que se ha interpretado como una dependencia de la idea de la primera con respecto a la segunda. Sin embargo, tal como hemos explicado más arriba las experiencias prácticas de la “Paz” existían desde los primeros tiempos de la humanidad, sin embargo, con la aparición de las acciones bélicas los símbolos y los signos de la PAZ se hicieron necesarios. El horror de la guerra debía ser explicado y también relacionado con realidades y horizontes de esperanza en que ella no existiera. Quizás por estas razones tradicionalmente el concepto de PAZ ha estado ligado al de guerra. La Paz se ha entendido, primordialmente, como ausencia de guerra o a veces, más genéricamente, de cualquier forma de VIOLENCIA.
Cuando las guerras se extienden por múltiples causas, la necesidad y el anhelo de Paz comienzan a hacerse más patente. Debieron de ser estas circunstancias las que favorecieron que emergiera el concepto de PAZ como un campo conceptual y de análisis en el que se podían reconocer relaciones y regulaciones pacíficas entre grupos e individuos. Aunque esta conceptualización era aún de una débil articulación teórica y dependiente, la mayoría de los casos, de la conceptualización de la guerra –como horror a superar-, en esta fase se crean lo que podríamos denominar como Ideologías de Paz. En estas circunstancias la PAZ establece vínculos y se extiende hacia y con las RELIGIONES, sus ritos y ceremonias, llegando incluso a ser deificada, a convertirse en un recinto o refugio de lo sagrado.

CON TODO, PAZ ADQUIERE UNA PARTICULAR COMPLEJIDAD QUE LA CONVIERTE, NECESARIAMENTE, EN OBJETO DE INVESTIGACIÓN PARA VARIAS DISCIPLINAS QUE LA RECONOCEN E INTERPRETAN EN SUS DIVERSAS ESCALAS, FORMAS Y ÁMBITOS.
La identificación contemporánea de la PAZ con aquellas situaciones en las que, siendo socialmente posible, se satisfacen las necesidades humanas, lo que favorece, a su vez, la búsqueda de las posibles interacciones entre esas situaciones, entre las diversas instancias de Paz. Diversas creencias y disciplinas confluyen en la investigación y potenciación de las realidades que ayudan de una u otra forma la calidad de vida en las sociedades humanas.

DESDE QUE LA PAZ COMENZÓ A SER CONSIDERADA COMO OBJETO DE ESTUDIO CIENTÍFICO
Coincidiendo con las guerras más virulentas que han azotado a la humanidad, la Primera y la Segunda Guerra Mundial, las aproximaciones a ella han sido múltiples y han utilizado las aportaciones  de diversas disciplinas que han enriquecido la perspectiva general sobre la conducta humana. Esto se pone de manifiesto en los temas tratados en las reuniones científicas internacionales de la Investigación para la Paz. Si bien inicialmente las preocupaciones estaban centradas en los aspectos bélicos (dinámicas de las guerras, armas, violencia, agresión, etc.), paulatinamente se fueron incorporando temas como: educación, actitudes, resolución de conflictos, cooperación, cultura, desarrollo, economía, medio ambiente, historia, metodologías de la Paz, política, sexismo, etc.. Esto ha sido más evidente a partir de los 80, desde donde fueron aumentando tanto el número de las temáticas abordadas como la complejidad de los análisis.

ESTA IDEA DE PAZ LIGADA A LA INVESTIGACIÓN
No ha sido solamente una construcción teórica, intelectual, sino que ha asumido también su significado como valor, de un presupuesto ético necesario para guiar las sociedades (presente en los discursos morales, religiosos y filosóficos). De ahí el fuerte carácter normativo de la propia INVESTIGACIÓN PARA PAZ que, aspirando a ser un conocimiento objetivo “científico”, asume el reto de unir CIENCIA Y ÉTICA.
En las primeras etapas de la Investigación se considero a la Paz – PAZ NEGATIVA – como la ausencia de la guerra o de manifestaciones de violencia directa, que causaran daño a la integridad física de las personas. Ésta tenía el inconveniente de que había muchas situaciones en las que, a pesar de que no hubiera guerra, sin embargo la injusticia y otras formas de violencia (violencia estructural) sí estaban muy presentes. Fue por ello que se optó por el concepto de PAZ POSITIVA asociada a la justicia, generadora de valores positivos y perdurables, capaz de integrar política y socialmente, de generar expectativas, y de contemplar la satisfacción de las necesidades humanas, etc..Con posterioridad, y paulatinamente, los propios intentos de comprensión de la PAZ obligaron a revisar y renovar continuamente los presupuestos teóricos de partida. En este sentido uno de los avances teóricos más significativos ha sido la consideración de los conflictos como una condición humana que genera salidas pacíficas –probablemente en la mayoría de las ocasiones- y otras violentas. El reconocimiento de los conflictos como un espacio donde coinciden y se gestionan los diversos intereses y percepciones de personas, grupos o comunidades dota de una gran capacidad de comprensión de las dinámicas humanas y de la PAZ en particular.

OTRA MANERA DE COMPRENDER ESTE SENTIDO PROCESUAL DE LA PAZ ES PARANGONARLA CON LOS INDICATIVOS DE LA SATISFACCIÓN DE NECESIDADES.
Que hasta cierto punto nos indicarían el grado de Paz existente en cada espacio. Diversas agencias de las Naciones Unidas, organismos internacionales, y ONG´s trabajan sobre tales índices de Desarrollo Humano (IDH) en su afán de saber, lo más acertadamente, en qué condiciones  se cubren las necesidades básicas. Estos son paulatinamente más complejos; frente a la RENTA PER CAPITA inicial sustentada en el dinero, ahora se consideran un mayor número de variables significativas, para dar unos números finales que pretenden ser una valoración ponderada de las tendencias que en cada sociedad existen en la satisfacción de tales necesidades y que, si queremos, podrían ser entendidos como la ponderación de la PAZ.

PAZ IMPERFECTA
Tal como lo apuntamos, si identificamos la PAZ como todas aquellas experiencias en la que los individuos y/o grupos humanos han optado por facilitar la satisfacción de las necesidades de los otros, tenemos que pensar que muchas de ellas conviven casi siempre con situaciones conflictivas y en otras ocasiones con la violencia. Es por estas razones por las que hemos optado por llamar PAZ IMPERFECTA. Desde este punto de vista también se podrían, o deberían, reconocer las “causalidades” entre unas y otras acciones de PAZ. Este enfoque nos permite también pensar la PAZ como un PROCESO, un camino inacabado en el que, si bien no se ha llegado a alcanzar completamente la justicia total, sí que se pueden reconocer muchas realidades de Paz de mayores o menores dimensiones. Así puede ser entendida la frase de Gandhi:”no hay camino para la Paz, la Paz es el camino”. No podría ser de otra manera, las realidades sociales y ambientales “evolucionan” continuamente, las formas cognitivas también. La PAZ de esta manera no es objetivo teleológico (una meta final) sino un presupuesto que se reconoce y construye cotidianamente. Esta comprensión de carácter “procesal” de la Paz, que es importante en sí misma para la praxis pacifista, está además sustentado con los planteamientos teóricos y epistemológicos sobre la comprensión de las dinámicas de la naturaleza y de los seres vivos.
Son varios los objetivos que con este enfoque “procesual” de la Paz podemos conseguir: nos permite una comprensión global –no fraccionaria-, facilita el acceso a todas sus realidades, abre mejores y mayores posibilidades de Investigación (más explícita; facilidad de dar explicaciones, consigue mayor relevancia, la hace más accesible, posibilita una mejor promoción de ideas, valores, actitudes y conductas de PAZ). También son muchos los valores añadidos al respecto: cambia la percepción que tenemos de nosotros mismos, al reconocer que históricamente la mayor parte de nuestras experiencias han sido “pacíficas”, genera esperanza, es movilizadora, hace confluir a los/as distintos/as “trabajadores/as” de la PAZ al relacionar sus prácticas, etc. Lejos de interpretaciones simplistas de “buenos y malos”, nos permite, y obliga a reconocer en los actores de los conflictos realidades (vivencias, valores, actitudes, etc.) de PAZ. Y por último la “imperfección” nos acerca a lo humano, donde es posible la convivencia de aspectos positivos y negativos, aciertos y errores.
Toda la experiencia y concepciones vistas anteriormente (paces negativas, paces positivas, paces imperfectas, signos de la Paz, fenomenología de la PAZ, etc.) nos sirven para retomar una nueva perspectiva en la que se deben incluir las distintas “experiencias” de PAZ desde una perspectiva del conflicto y considerar las relaciones entre los diversos ámbitos y escalas de las mismas. Indagar sus relaciones, después –si ello fuera posible- ordenarlas, jerarquizarlas en la medida en que unas puedan condicionar a las otras. Más adelante plantearnos readaptar, si fuera necesario, los presupuestos metodológicos y epistemológicos sobre los que se debe basar estos estudios. Finalmente, el reconocimiento de las abundantes realidades de PAZ, permitirá intentar potenciarlas, predecirlas y diseñar un trabajo PROSPECTIVO.

ESTOS NUEVOS DESAFÍOS PARA EL ESTUDIO Y POTENCIACIÓN DE LA PAZ IMPLICAN LA NECESIDAD DE APROXIMACIONES MULTI, INTER Y TRANSCULTURAL Y DISCIPLINAR
Es decir, una mirada sustentada en todas aquellas culturas, ciencias y disciplinas que de una u otra forma pueden explicar los PROCESOS DE REGULACIÓN PACÍFICA DE LOS CONFLICTOS (psicología, etología, antropología, filosofía, sociología, psicología social, historia, política, semiótica, jurídica, etc.). De esta manera la Investigación para la Paz puede participar de los debates y la construcción de NUEVOS PARADIGMAS con los que comprender y construir mundos más pacíficos, justos y perdurables.

FINALMENTE, LA PAZ QUE ES SIN DUDA UNA DE LAS GRANDES PREOCUPACIONES DE NUESTRO SIGLO, ES FOCO DE INTERÉS PARA INTELECTUALES, POLÍTICOS, GOBERNANTES, RELIGIOSOS, MUJERES, JÓVENES, ORGANIZACIONES SOCIALES, GENTES DE DIVERSIDAD CULTURALES Y STATUS SOCIAL
Representan por UN LADO, el deseo de la desaparición de la guerra y la violencia;
por otro, la afirmación positiva de los Seres Humanos, con sus necesidades y sus Derechos, y la reivindicación de actitudes y acciones pacíficas.
De OTRO LADO el logro de una Sociedad Pacífica está ligado a la cualidad de las relaciones entre los individuos que la componen, en los procesos de socialización (afectividad, lenguaje, educación, etc.) y, definitivamente, en que estas relaciones privadas, públicas y políticas se establezcan con criterios de No violencia, hasta llegar a un Empoderamiento Pacifísta.

EL FUTURO
En sentido estricto, se convierte en la única propuesta posible de interacción con la realidad, por ello es necesario pensarlo y trabajarlo con las Metodologías adecuadas. Como consecuencia de todo lo que hemos visto en las páginas anteriores el FUTURO debería de ser DESEABLE, PERDURABLE, JUSTO, PACÍFICO, pero además IMPERFECTO. Un FUTURO SOLIDARIO co las generaciones futuras, en el que prime la justicia y la equidad, en el que los conflictos sean regulados por vías pacíficas y en el que los conflictos –signo de nuestra condición “imperfecta”- nos den la posibilidad de imaginar y crear nuevas situaciones deseables de acuerdo con nuestros valores de PAZ. Un Futuro en definitiva abierto a viejos y nuevos conflictos, siempre en “proceso” de regulación pacífica de los mismos. Un Futuro PERDURABLE en cuanto que la actitud, los esfuerzos y los recursos destinados a reconocer, dinamizar y abordar los diversos intereses y conflictos sean, mayoritariamente, dinamizadores de éstos como fuente de creación y bienestar.
 
Véase también: Armonía. Concordia. Conflicto. No violencia. Paz Imperfecta.

                “José Tuvilla Rayo dice: la Educación para la Cultura de Paz se define como
                  el proceso global de la Sociedad, a través del cual las personas y los grupos
                  sociales aprenden a desarrollar conscientemente en el interior de la
                  comunidad nacional e internacional y en beneficio de ellas, la totalidad de
                  sus capacidades, actitudes, aptitudes y conocimientos para conseguir cada
                  una de las metas que conforman la Cultura de Paz.
                  Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz.(eds.)”  
    

                 

 

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Diseño: Ing. Jane García - VGM
Trabajo Donado al Centro de Investigación para la Paz.

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