Conducido por el Bioquímico Alberto
Sebastián
Parera, siendo acompañado por los integrantes
del Centro de Investigación para la Paz de la
Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica
Nacional , Abogado Raúl
Arce, Contadora Marcela Beveraggi y Magíster Miguel Armando
Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar.
Temas: Diálogos.
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia
de Paz y Conflictos del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad
de Granada, dirigido por el Dr. Mario López Martinez.
Los Griegos hicieron del Diálogo toda una Institución,
hasta el punto de que se ha llegado a decir que para éstos
la vida era una mera excusa para conversar y discutir sobre los
temas más variados.
No olvidemos que Sócrates, en la Apología que escribió Platón
, se figuraba como punto culminante de la felicidad el que, tras
la su muerte, hubiera un lugar donde tuviera la posibilidad de
mantener conversaciones por toda la eternidad con los Personajes
más Ilustres de la Antigüedad. Este era el cielo
de Sócrates. Un sitio donde se deja el camino franco al
intercambio de ideas.
Los Griegos, y los Romanos, aunque en menor medida, sentían
pasión por el Arte de la Dialéctica, de la que
disfrutaban con auténtica fruición. Para ambos
el juego de las inteligencias, el cubileteo de las ideas en la
mesa de conversación resultaba una suerte de acto o ejercicio
creativo de alumbramiento de ideas.
A Sócrates le corresponde, en la Historia del Pensamiento
, la primacía de elevar el Diálogo a Método
Científico de Investigación de la Verdad, merced
al cual , el alumno podría llegar a tener ideas, de las
que no era consciente hasta ese mismo momento. Es la Mayeútica
, el Método de Investigación de la Verdad basado
en la sucesión de Preguntas y Respuestas, por medio de
las cuales Sócrates va llevando insensiblemente a su interlocutor,
a través de las distintas etapas de la cuestión,
al terreno que le interesa, reduciendo paulatina y progresivamente
al adversario a la mayor impotencia intelectual y, por ende,
a la confesión de la propia ignorancia.
A la influencia de Sócrates respondería toda la
obra de Platón, escrita en forma de Diálogo y que
suponen uno de los más altos legados de la Filosofía
Clásica.
Tras la Antigüedad Mediterránea las propuestas de
Diálogos fueron perdiendo paulatinamente importancia y
los Discursos comenzaron a aparecer como más “acabados” con
menor cabida para el razonamiento ajeno, extraño. Los “modernos”,
son el resultado de siglos en los que la búsqueda de la “verdad” y
la “razón” han estado condicionadas por las
propias condiciones históricas y por los intereses de
los grupos en litigio, algunos de ellos manifestados a través
de la religión.
Estas circunstancias han hecho que, en ocasiones, la “búsqueda
de la verdad” haya sido menospreciada, llegando incluso
a la ejecución de sus defensores. De esta manera se perdió mucha
de la Riqueza Dialéctica y Virtudes que aportaba el Diálogo
y se Construyo un Pensamiento Unívoco y, hasta cierto
punto, monocorde que tiene su máxima y última expresión
en lo que en estos tiempos se conoce como “Pensamiento Único”.
Sin embargo, queremos afirmar que el terreno de la propia razón
podía ser un lugar más seguro y adecuado para levantar
los cimientos de buenas relaciones con las realidades de los
demás si se dejase el máximo de cabida a las ideas
que los representan.
Qué duda cabe de que los Diálogos son un magnífico
Medio de Transformación de Conflictos, en la medida en
que se recurre a aquello que se supone une a las partes implicadas:
el ejercicio de la Razón y el Buen Sentido. En los Diálogos
se intercambian ideas, pero también puntos de vistas y
sensibilidades y pueden ser, en definitiva, un buen reflejo de
la multi e interculturalidad.
"Paz son todas aquellas realidades en las que se Regulan
Pacíficamente
los
Conflictos, en las que se satisfacen al máximo las Necesidades y los
Objetivos
de los Actores implicados…"
Manual de Paz y Conflictos.
Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz
(eds.)