Conducido por el Bioquímico Alberto
Sebastián Parera,
siendo acompañado por los integrantes del Centro
de Investigación
para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad
Tecnológica Nacional, Abogado Raúl Arce, Srta.
Anabela Orcola, Comisario Inspector José Luís Aranda,
Abogado Eduardo Oscar Gustavo Dahlgren y Magíster Miguel
Armando Garrido.
Operador: Guillermo
Aguilar.
Tema:
Ciudadanos del Mundo.
El tema ha
sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia
de Paz y Conflictos del Instituto de Paz y Conflictos de la
Universidad
de Granada, dirigido por Mario López Martinez.
Ciudadano
del Mundo, significa considerar a todos los seres humanos como
miembros de una única comunidad, la comunidad
humana. Efectivamente ser ciudadano está relacionado con
ciudad. Para el ciudadano del mundo, el orden que ha de regir
su ciudad (polis) es todo el orden del universo (cosmos). De
ahí que el ciudadano del mundo se le puede llamar también
cosmopolita.
Kant hace
más de 200 años dijo:”se ha avanzado
tanto en el establecimiento de una comunidad (más o menos
estrecha) entre los pueblos de la tierra que la violación
del derecho en un punto de la tierra repercute en todos los demás”.
Es derecho
es para Kant el conjunto de condiciones que nos damos a nosotros
mismos para que sea posible que todos hagan uso de
su libertad. El fin último del derecho es el incremento
de la convivencia en paz. De otra manera no tiene sentido. Hay
un derecho dentro de los Estados (Derecho Político, Derecho
Penal y de Gracia) y otro entre los Estados (Derecho de Gentes).
Ahora necesitamos un Derecho Cosmopolita o Derecho Público
de la Humanidad que regule las relaciones entre los Estados y
ciudadanos de otros Estados, entre pueblos sin Estado, y entre
los ciudadanos mismos.
Actualizando
la herencia Kantiana podríamos decir que
el Derecho Cosmopolita, reúne el sentimiento de pertenencia
a una comunidad heredado de los griegos, que ahora incluiría
todos los lugares donde haya seres humanos, y la necesidad de
una garantía jurídica para todos los seres humanos
y colectividades por encima y por debajo de los actuales Estados
Nacionales. Se basa en una interpretación de la globalización
que subvierte la mera globalización económica que
ahora estamos imponiendo desde la parte rica del mundo. Necesitamos
una garantía jurídica para todos los ciudadanos
del mundo porque estamos encerrados en el globo terráqueo.
La
ciudadanía mundial no se convierte en una noción
abstracta alejada de los compromisos con la propia comunidad.
Más bien proponemos un localismo cosmopolita, que asume
el valor de los lugares más que de los espacios abstractos,
como una expresión de la diversidad de maneras en que
se pueden cultivar las relaciones humanas como culturales para
hacer las paces de las múltiples maneras en que los seres
humanos podemos hacerlas.
"La humanidad no necesita más sufrimiento, lo
que necesitamos es tornarnos conscientes de nuestras propias
acciones, darnos cuenta de nuestra propia ignorancia y de nuestro
dolor, así generar en nosotros mismos compasión
y tolerancia. Jiddu Krishnamurti."
Sobre el Conflicto.