Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña, Sr. Fredy Eiman, Srta. Francisca Ortiz, Prof. Rubén Darío Borda, y Magíster Miguel Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce
Temas: Literatura y Paz
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autora de la Voz: Rosa María Grillo.
AL CONTRARIO DE LA GUERRA, LA PAZ NO SUELE SER
MATERIA LITERARIA. APELAR A LA LITERATURA ARCÁDICA Y BUCÓLICA
No provoca tramas atrayentes ni personajes conflictivos, que no sean personajes y situaciones poco creíbles como los de algunos autores de la Literatura Griega (Anacreonte (S. V a.C.) y Teócríto (S. III a.C.)), Latina (las BUCÓLICAS y las GEÓRGICAS (S. I a. C.) de Virgilio, Renacimental Europeo (la ARCADIA (1486) de J. Sannazaro; las EGLOGAS (1543) de Garcilaso de la Vega, la DIANA (1559) de J. De Montemayor, y más adelante, la GALATEA (1585) de Cervantes y la ARCADIA (1589) de Lope de Vega) y Neoclásica (J. Meléndez Valdes, J. Cadalso, Nicolás y Leandro Fernández de Moratín): la que podemos llamar Literatura Arcádica y Bucólica, en la huida de los conflictos de cualquier tipo favorece un tipo de vida idílica, en contacto con una naturaleza benigna (LOCUS AMOENUS), enriquecida por amores livianos y buenas comidas, pero aislada y sin contactos con el Mundo. Es una Literatura que podemos llamar de renuncia frente a lo nuevo (la ciudad, el progreso, la modernidad) para huir de la crisis de valores que todo cambio de época conlleva.
Esta Paz deseada, pero no vivida, se localiza por lo tanto en un Escenario lejos del “Mundanal Ruido”: en un tiempo pasado (una Edad de Oro mítica e irrepetible) o también contemporáneo pero ubicado en un Espacio Lejano (la ARCADIA, el “buen salvaje”, cierto costumbrismo conservador y nostálgico, hasta un texto de finales del 800 como NOTICIAS DE NINGUNA PARTE (1891) de William Morris, Moderna Utopía Pastoral): siempre es una crítica al presente, inspirada por viejos valores que la Sociedad en su Progreso ha ido destruyendo y que hay que poner nuevamente en circulación.
HAY TAMBIÉN OBRAS UTÓPICAS PROGRESISTAS
Entre el Ensayo y la Ficción, donde se Construye artificialmente un Mundo Perfecto que ya no coincide con la vida en el campo o en un época pasada, aparentemente libre y sujeta solamente a los ciclos de la naturaleza, sino con la estructura urbana, organismo humano complejo que necesita reglas y un orden preestablecido: LA REPÚBLICA DE PLATÓN y luego, LA CIUDAD DE DIOS (426) de San Agustín; LA CIUDAD DEL SOL (1602) de Tomaso Campanella. Y UTOPIA (1548) de Tomás Moro, textos tomados como ejemplos por Movimientos Políticos y Religiosos (la Literatura copiada e imitada por la realidad): Comunas Anarquistas y Localistas, o Comunidades Religiosas como las instauradas en América Latina por los Dominicos Vasco de Quiroga (Santa Fé) y Bartolomé de las Casas (Verapaz), o las Reducciones Jesuitas en Paraguay, todas de vida muy breve. Durante el 800, sobre todo en la Literatura Norteamericana, hay algunas Novelas Utópicas impulsadas por la fe en el progreso de aquella Sociedad Burguesa en continua expansión, como LOOKING BACKWARD (1888) de Edward Bellamy (vista como el nacimiento del Nacionalismo Americano); diferente es el caso del inglés Herbert George Wells, Positivista y Socialista, quien después de escribir algunas Novelas críticas hacia los avances Técnicos y Científicos contemporáneos, escribe UNA UTOPÍA MODERNA (1905), donde son exactamente esos avances lo que permiten superar los límites angostos de las Utopías Clásicas (Islas, Lugares inaccesibles, etc.) y pensar en una “Globalización” de las Conquistas Humanas utilizadas según los Principios Socialistas: el apogeo del Utopismo de la Modernidad sustentado por la Fe en el Socialismo y en el Progreso, pero también en el inicio de la toma de conciencia del fracaso de cualquier Pensamiento Utópico y de la posibilidad de realizarlo. Sólo en años muy recientes se han vuelto a escribir obras utópicas basadas en los Principios de la Noviolencia y del Ecologismo, como la Novela de Ciencia Ficción LOS DESPOSEYERON (1974) de Ursula K. Le Guin.
DESPUÉS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, VISTA LA INVIABILIDAD DE ESTOS PROYECTOS UTÓPICOS, NARRATIVOS Y POLÍTICOS
Dadas las tragedias de las guerras Modernas y la posible equiparación entre Gobiernos totalitarios de derecha y de izquierda, las Novelas Utópicas fueron sustituidas por las distópicas (es una Utopía perversa, sociedad opresiva, totalitaria o indeseable), en las que un Estado o una Ciudad, creados para la Paz, la Felicidad y el Bienestar de todos, con una extremada intervención del Estado, se convirtieron en lugares de pesadilla, de falta de relaciones interpersonales auténticas, de intromisión del Poder en todas las esferas de la vida: el satírico y hasta cómico LA FÁBRICA DE ABSOLUTO (1922) de Karel Capek; los precursores NOSOTROS )1924) de E. I. Zamjatin y UN MUNDO FELIZ (1932) de A. L. Huxley, 1984 (1949) de G. Orwell; TEMBLOR (1990) de Rosa Montero.
UNA SUERTE DE PAZ MÁS CERCANA, MITIFICADA PERO APARENTEMENTE REALIZABLE, LA ENCONTRAMOS A PARTIR DEL 800 EN LA LITERATURA EXÓTICA
Que, a veces, puede coincidir con la Literatura de Viaje, o tomar inspiración de ella: la lejanía geográfica, esta vez de lugares reales pero poco conocidos, permite imaginar paraísos terrenales que existen en otros lugares. El autor, o el viajero, partiendo de datos y conocimientos reales, puede idealizar los elementos diferentes y que no reconoce como pertenecientes a su mundo, e imaginar, a partir de ellos, una Sociedad Mejor, que no ha perdido aún o ya ha conquistado unas modalidades de convivencia en la que los Espacios de Paz son más amplios que los de la Civilización de pertenencia del escritor (PAUL Y VIRGINIE (1787) de Jacques-Henri Bernardin de Saint-Pierre, y las parcelas de un Mundo “Primitivo”, pero contemporáneo y conocido por el autor, en obras como LAS AVENTURAS DE HUCKLEBERRY FINN (1884) de Mark Twain y LOS PASOS PERDIDOS (1953) de Alejo Carpentier.
LA PAZ COMO PARAÍSO CONCRETO, VIVIDO Y PERDIDO, COMO ALGO ANTERIOR A ALGÚN EVENTO TRAUMÁTICO QUE HA DESTRUIDO UNA SOCIEDAD O A UN INDIVIDUO
La encontramos en Obras posteriores a guerras y fenómenos masivos que han trastornado y cambiado la Geografía Humana de amplias zonas y de grupos enteros por motivos étnicos, raciales o religiosos: Stephan Zweig, judío austriaco, suicida durante su exilio brasileño añoró e idealizó al Imperio Austro-Húngaro en su Autobiográficos y ficticios, contemplaron a la España Republicana de preguerra y a su propia infancia como a un paraíso perdido, a una Edad de Oro individual y colectiva.
REVISANDO ESTE RÁPIDO RECORRIDO, PODEMOS PENSAR QUE A LO LARGO DE LOS SIGLOS LA PAZ HA TENIDO CADA VEZ MENOS ESPACIO TANTO EN LA HISTORIA COMO EN LA CREACIÓN LITERARIA
Como si la afirmación de la Ciudad como espacio humano por excelencia haya destruido cualquier posibilidad de Paz en contacto con la naturaleza sin poder sustituir aquel topos con otros mitos o lugares Utópicos: si excluimos las Obras Utópicas, la Ciudad es siempre sinónimo de Conflictos Individuales, Sociales, Ideológicos, etc., donde la Paz es sólo un fragmento, un intervalo entre dos guerras, o pequeños oasis de felicidad que hay que conquistar primero y defender luego. Así GUERRA Y PAZ (1865) de Tolstoi, como indica su mismo título, consigue dar una compleja visión del Mundo describiendo la totalidad de las interrelaciones humanas tanto en períodos de Paz como de guerra.
PERO NO OLVIDEMOS QUE YA ARISTÓFANES EN DOS COMEDIAS HABÍA ESTIGMATIZADO LA PAZ COMO ALGO HUIDIZO, MOMENTÁNEO, CONQUISTADO CON ACCIONES VIOLENTAS: EN LA PAZ (421 a.C.)
El campesino Trigeo va al Olimpo para visitar a los Dioses y descubrir dónde se ha escondido la Paz, ausente de la tierra desde hacía muchos años. Pero los Dioses, disgustados por las continuas guerras entre los Hombres, se han ido a otros Cielos. Sólo se encuentra a Hermes que custodia la casa donde Polemos, Dios de la Guerra, ha escondido a Irene, Diosa de la Paz, a quien Trigeo consigue liberar. Una vez regresado a la Tierra, le tributan fiestas y honores, como conviene a un héroe que vuelve vencedor. Y en LISISTRATAS (411 a. C.) hay una de las primeras muestras de manifestación Pacifista en contra de la guerra: las Mujeres hacen huelga y rechazan sexualmente a los hombres para no parir hijos que luego heredarían la Cosmogonía violenta y guerrera de los padres y perpetuarían la guerra como método de solucionar los problemas de convivencia.
Entonces como ahora, para todos, Historiadores, Creadores, y Críticos, la Paz es un bien escondido, soterrado, que no merece demasiadas palabras porque no “hace la Historia” ni es sujeto para la Literatura: la Paz es el tiempo de los acaecimientos cotidianos, de los amores huidizos, de las charlas superficiales; para descubrir una Paz portavoz de significado Político, Social, Individual, hay que bucear entre lanzas y espadas, entre una guerra y otra.
Conscientes de que no podemos borrar la guerra de nuestro mapa, que el Pacifismo absoluto deja espacio a las violencias del violento y que no es posible hacer de la Paz el ombligo del Mundo y el centro de tramas literarias, podemos luchar para ampliar su radio de acción, predicar y ejercer el Derecho y el deber a la Noviolencia Activa, adaptable a las más diversas formas de agresiones, que puede ser la correspondencia moderna de las Teorías Utópicas del Siglo XVI. Si ya disponemos de buen número de Literatura Crítica sólo podemos pensar en Obras que ensalcen la Resistencia Activa y Pasiva con las armas de la ironía, de la parodia, de la desdramatización de la guerra, enseñando facetas grotescas y absurdas, y que deslegitimen la propia guerra como un conjunto de actos sin sentido.
Este es el planteamiento de LAS AVENTURAS DEL BUEN SOLDADO SVEJK (1923) de Jaroslav Hasek, dejado inconcluso y terminado por Karel Vanek, su versión teatral SCHWEYK EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1941) de Bertolt Brecha; o CATCH 22 (1961) de Joseph Heller. O como el protagonista de VIAJE AL FIN DE LA NOCHE (1932) de Celine que se enrola en el ejército nazi sólo porque ha quedado fascinado por un desfile militar. Es como si, quitándole su profundo significado mitológico, épico y religioso a la guerra de Troya, le dejáramos sólo su causa contingente: un concurso de belleza que desencadena una de las guerras más largas y cruentas de la humanidad.
Es lo que ha hecho ya en la antigüedad el anónimo autor de la BATRACOMIOMAQUIA (S. VI-V a.C.), y luego Jonathan Swift en LA BATALLA DE LOS LIBROS (1704); Alejandro Tassoni en LA SECCHIA RAPITA (1624) ; Lope de Vega en GATOMAQUIA (1634), en las que se utiliza un tono épico y grandilocuente e intervienen Dioses y Héroes en guerras y batallas nacidas por nimiedades, protagonizadas por animales, seres inanimados o grupos humanos marginales, inferiores. Estas obras que son parodias de textos que exaltan la guerra,el heroísmo, la fuerza (la épica, las leyendas medievales y románticas, las novelas históricas y patrióticas del 800 y 900) constituyen los antecedentes Literarios de lo que podemos llamar EDUCACIÓN PARA LA PAZ O MEDIOS PACÍFICOS y cautivadores de sabotajes, aún más incisivos ya que llegan directamente y desde dentro de un texto de guerra, como por germinación espontánea.
Véase también: Literatura y Guerra.
“…. las MEDIACIONES deben ser también propiciadas, buscadas, Potenciadas como paso intermedio, interlocutor, para la transformación pacífica de los conflictos…… LA MEDIACIÓN ES UNA NEGOCIACIÓN CON AYUDA DE UNA TERCERA PARTE.”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz.(eds.)