19 de Junio de 2012 - 21 hs.
Tema: "Proyecto Manhattan."

Conducido por el Abogado Raúl Arce,  siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional,  Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Sr. Fredy Eiman,  Prof. Luis Fabián Gimenez,  Lic. Wilma Soledad Trúe,  Prof. Rubén Darío Borda,  y  Magíster  Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Proyecto Manhattan.
 

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigida por el Dr. Mario López Martinez del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autor de la voz: F. Javier Rodríguez Alcázar.

¿QUÉ HA SIDO EL PROYECTO MANHATTAN?
Con este nombre se conoce el Proyecto de Investigación que condujo al Desarrollo de las primeras bombas atómicas, que se arrojaron sobre Hiroshima y Nagasaki, respectivamente, los días 6 y 9 de Agosto de 1945. Este Proyecto, en el que trabajó un gran número de científicos norteamericanos, junto a colegas exiliados Europeos, se inició en el verano de 1942., pocos meses después de que los EEUU entraran en la 2da. Guerra Mundial. Ahora bien, si este Proyecto pudo alcanzar sus objetivos en un plazo relativamente breve, se debe a que se desarrolló a partir de Investigaciones Teóricas y Experimentales anteriores que sugerían la posibilidad de obtener energía en gran cantidad provocando la fisión del núcleo del átomo de uranio o de plutonio mediante su bombardeo con neutrones, bombardeo al que seguiría una reacción en cadena.

¿EN QUÉ TIEMPO EL PROYECTO MANHATTAN ALCANZÓ SUS METAS?
Efectivamente, en un plazo de 3 años el Proyecto Manhattan alcanzó sus metas, al producirse la explosión de las 2 bombas atómicas, una de Uranio y otra de Plutonio, desarrolladas por el amplio equipo de científicos implicados en el Proyecto. Es bien conocido el devastador efecto de estas explosiones, que han sido recurrente motivo de reflexión y lamento desde entonces. Sólo la bomba lanzada sobre Hiroshima había producido unos 200.000 mil muertos 5 años después de ser lanzada (pues hay que tener presente que muchas de las víctimas no fallecieron inmediatamente, como consecuencia de la radicación recibida). La bomba arrojada sobre Nagasaki produjo unas 70.000 víctimas menos, debido a errores en el lanzamiento.

¿CUÁLES HAN SIDO LAS PÓLEMICAS SOBRE EL PROYECTO MANHATTAM?
1.- Desde el 1er. momento se inició una larga polémica, que aún perdura, con respecto a las motivaciones del uso de las bombas atómicas cuando el ejército japonés estaba ya, según todos los indicios, prácticamente derrocado. El argumento oficial del gobierno norteamericano (terminar la guerra rápidamente para salvar vidas de ciudadanos estadounidenses) parece difícilmente sostenible. Si bien las autoridades dijeron estimar que las vidas ahorradas estarían en torno al medio millón, la apertura posterior de archivos ha puesto de manifiesto que los cálculos militares de la época ofrecían la cifra de unas 50.000. De este modo, parece claro que el uso de las 1ras. bombas atómicas no cumplió en absoluto con el requisito de proporcionalidad en el castigo infligido al enemigo.
2.- Otro argumento más convincente lo proporciona Groves (1962): el coste del Proyecto fue tan elevado (unos 2.000 millones de dólares de la época) y produjo tantas interferencias con el resto del esfuerzo bélico que se hacía necesario utilizar la bomba antes del final de la guerra para justificar el esfuerzo económico y humano realizado. A esta razón habría que añadir, como hipótesis complementarias, los deseos de experimentar los efectos de la nueva arma y el inicio de la competencia armamentística  con la Unión Soviética.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL PROYECTO MANHATTAN?
Ahora bien, además de por sus dramáticos resultados y por el debate moral que suscitó, el Proyecto Manhattan es importante porque estableció una cierta forma de desarrollar la práctica científica en enormes influencias e importantísimas consecuencias posteriores.
1.- En 1er. lugar, es llamativo el hecho de que el Proyecto estuviera asignado al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE.UU y no a alguna de las instituciones de investigación científica existentes en la época. En particular, si bien la coordinación científica de la fase final del Proyecto corresponde al físico Robert Oppenheimer, el responsable último de su desarrollo era el coronel (luego general) Leslie R. Groves. De este modo, como ha señalado Sánchez Ron (1992), se producía una cesión, por parte de la sociedad civil, de la soberanía sobre la ciencia a favor de las fuerzas armadas. Tal situación no fue sino un adelanto de lo que ocurrió a mayor escala en los EEUU y en otros países después de la 2da. Guerra Mundial, cuando la I + D militar, controlada por organismos militares, absorbió gran parte de los recursos económicos y humanos destinados a investigación científico – técnica.
2.- En 2do. lugar, este Proyecto de Investigación, dado su carácter militar, estuvo organizadote una forma peculiar con respecto a otros Proyectos Científicos. En efecto, con objeto de salvaguardar el secreto de las investigaciones y fomentar su eficacia, el coronel Groves impuso una estricta compartimentación a los trabajos realizados dentro del Proyecto Manhattam; cada científico participante debía conocer sobre el Proyecto lo estrictamente necesario para desarrollar su trabajo y nada más. Naturalmente, tampoco eran pertinentes los escrúpulos morales con respecto a los objetivos de la investigación.
Dado el “éxito” del Proyecto Manhattan, esta pauta de actuación se convirtió en un Modelo para toda aquella Investigación Científico – Tecnológica de la postguerra financiada con fondos militares. Teniendo en cuenta el elevadísimo porcentaje de científicos e ingenieros que, especialmente en los Estados Unidos, trabajaron en alguna fase de su carrera en I + D Militar durante los años de la Guerra Fría, no es aventurado suponer que la práctica científica contemporánea se ha visto influida en alguna medida por los hábitos adquiridos por muchos investigadores en su trabajo para los departamentos de Defensa en diversos países. De esta forma, el Proyecto Manhattan habría contribuido a fomentar el espacialismo tan extendido en la Ciencia Contemporánea y habría obligado a invocar una vez más el mito de la Neutralidad Científica. En resumen, el Proyecto Manhattan constituye una paradigmático ejemplo de un modo de hacer Ciencia que se impuso después de la 2da. Guerra Mundial y que, en buena medida, aún perdura.    
    
Véase también: Ciencia y Tecnología para la Paz, I + D Militar.
                          Neutralidad Científica. Spin – off. 

                   “Las buenas intenciones no son suficientes para conseguir un Mundo  más
                     Justo y Pacífico.
                     Beatriz Molina Rueda y Francisco Muñoz.  (eds.)”.

 

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