Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña, Sr. Fredy Eiman, Srta. Francisca Ortiz, Prof. Rubén Darío Borda, y Magíster Miguel Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce
Temas: Métodos de Acción Noviolenta
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigida por el Dr. Mario López Martinez del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autor de la voz: Mario López Martinez.
CONCEPTO DE MÉTODO DE ACCIÓN NOVIOLENTA
Por este Concepto se puede entender el conjunto de instrumentos, procedimientos y estrategias de acción usados en una lucha, en la que se renuncia al empleo de la violencia, no se pretende causar daños físicos, y no se utilizan amenazas hacia el adversario.
Asimismo, e indistintamente, tales métodos se pueden manejar tanto para buscar y producir cambios significativos a favor de la Paz y la Justicia Social en los conflictos; como para, más simplemente, obtener algunas conquistas sociales, políticas y/o económicas. A estos efectos, estos métodos se sirven de una serie de elementos altamente simbólicos, persuasivos y de presión para construir formas de protestas muy diversas y creativas para sorprender al adversario.
1.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL CONCEPTO
Históricamente estos Métodos se han venido identificando con las marchas de protestas, las demostraciones multitudinarias, las sentadas, las huelgas, los boicots, las huelgas de hambre, la desobediencia civil, entre otros.
En este sentido, estudiar y profundizar sobre los Métodos, su naturaleza, dinámica y efectos resulta fundamental para determinar y clarificar si una acción es, o no es, o puede ser calificada como de Noviolenta. Así algunos investigadores defienden que los Métodos que dañan o destruye la propiedad de otros, sin violencia hacia las personas, deben ser incluidos entre los Métodos de Acción Noviolenta. Un ejemplo de ella sería el sabotaje de alta intensidad. Otros investigadores, sin embargo, no admitirían tal posibilidad o la admitirían en función de en qué circunstancias, con qué limitaciones y teniendo en cuenta sus posibles repercusiones sobre las personas del grupo adversario. Tanto en este caso como en los otros mencionados más arriba, el estudio pormenorizado de los distintos Métodos (y su contexto histórico y su dimensión ética) sería, por tanto muy clarificador e indicativo para despejar tales dudas.
Del mismo modo, aunque LA HISTORIA DE LA ACCIÓN NOVIOLENTA COMO TAL ES BASTANTE ANTIGUA Y EXTENSA (piénsese en tantos ejemplos provenientes de prácticas religiosas y sociales de resistencia, luchas por la emancipación y la conquista de libertades, etc., o más propiamente tales comportamientos pueden ser asociados al campesinado como clase), sin embargo, el estudio sistemático sobre aquella es mucho más reciente.
LA TEORIA POLÍTICA DE LA ACCIÓN NOVIOLENTA se basa en pensar y reconocer que se puede realizar la Acción Política sin tener que constreñir a los otros a usar o a soportar la violencia, o dicho de otro modo, que la Acción Política se puede realizar sin tener que recurrir a la violencia.
Ya, a finales del Siglo XVIII, los independentistas de América del Norte reconocieron que muchas de sus formas de protesta y no cooperación tenía rasgos peculiares y distintivos, esto es, ni pertenecían al uso de la violencia, ni tampoco al de la aquiescencia política. De hecho existe toda una literatura de fines de este Siglo y principios del siguiente en el que se discute y profundiza sobre las posibilidades, límites y potencialidades de los Métodos Noviolento (William Lloyd Garrison, Adin Ballou, Elihu Burrit, etc.)
UNO DE LOS RASGOS GENERALES DE ESA LITERATURA FUE QUE LA ACCIÓN NOVIOLENTA PERSEGUÍA LA PERSUACIÓN MORAL O ESPIRITUAL DE LOS ADVERSARIOS. Así, a principios del Siglo XIX, muchos grupos de protesta y de Acción Política, como los abolicionistas, las feministas o el Movimiento CARTISTA británico exploraron ideas similares en sus demandas y disentimientos.
Del mismo modo, aunque en algunos de los Movimientos Emancipatorios de carácter popular, campesino y obrero, del Siglo XIX y de parte del Siglo XX, se dieron formas de lucha armada, con Métodos claramente violentos que iban desde el terrorismo, la formación de guerrillas, los levantamientos o motines sociales, etc., asimismo existieron claras muestras de todo lo contrario, de amplísimas formas de lucha, forcejeo y todas las formas de tensión donde las “clases populares” o sus representantes (sindicatos, partidos, movimientos, etc.) sopesaron y valoraron –muy cuidadosamente- las negativas repercusiones de la represión policial o militar de los Estados, así como exploraron múltiples formas de negociación y presión sin tener que recurrir al uso de Métodos violentos sino utilizando, de manera muy inteligente, su arma más importante: la masa.
Con la experiencia de lucha del Siglo XIX la Acción Noviolenta, entendida como forma de persuasión y forcejeo, llegó al Siglo XX con un significado más ampliado. Así, también podrían ser considerados como Métodos Noviolentos, las SANCIONES impuestas por los noviolentos a otros grupos o, bien, como la limitación más general de la libertad de acción del adversario. Esto ya se puede leer en la famosa obra de Henry David Thoreau (1817-1862) SOBRE LA DESOBEDIENCIA CIVIL (1848-49) en la que señala como las minorías pueden y, en ocasiones, deben crear FRICCIONES Y PRESIONES contra las políticas de las mayorías aún cuando estas estén en el Gobierno. Thoreau es conocido por sus ideas sobre el deber de resistirse a un Gobierno opresivo; pero no sólo eso, el también buscaba un Método para conducir más adecuadamente los conflictos entre minorías-mayorías (e incluso a la inversa) y las disparidades y discrepancias entre unos actores y otros en un conflicto. Su idea de fricción y presión en una manera de ver el Derecho de Resistencia Clásico –el deber de matar a un soberano cruel, de oponerse violentamente a él- de otra manera, esto es desde la Noviolencia pero, no por ello dejar de resistirse e interferir para con ello lograr suavizar la conducta de las mayorías o de un Gobierno opresivo.
Desde esta aparentemente simple hipótesis, los teóricos y pensadores de la Noviolencia comenzaron a indagar, analizar y experimentar la diversidad de Métodos que podrían distinguirse dentro de eso que hoy día se denomina como Noviolencia. Como se ha señalado estamos hablando de Métodos –en plural- que engloban toda una serie de subconceptos, algunos de los cuales ya se han mencionado: forcejeo, fricción, presión, resistencia, desobediencia, no-cooperación, etc.. Sin olvidar que todos ellos se basan en el juego combinado y complejo de la relación Gobernar-Obedecer, en la comprensión profunda de las Doctrinas Políticas del Consentimiento y de la Obediencia.
Pues bien, esta idea de las múltiples y diferentes formas de la Acción Noviolenta tiene su origen histórico, más propiamente , en los escritos de Mohandas Gandhi, Clarance M. Case, Richard Gregg y algunos otros politólogos de la segunda mitad del Siglo XX, entre los que cabe destacar a Gene Sharp en los Estados Unidos y Aldo Capitini en Europa. Si bien, la literatura sobre el estudio y la investigación de los Métodos, a partir de los años 60,se ha ampliado considerablemente, llegando a ser un tema importante en algunos Centros de Investigación –y entre algunos académicos- preocupados por la transformación y resolución de conflictos o por la Investigación para la Paz.
2.- LA APORTACIÓN DE LOS TEÓRICOS
Gandhi supo articular de una manera bastante coherente la Investigación y la puesta en práctica de todo un conjunto de Métodos de Acción Noviolenta a los que englobó bajo el concepto de SATYAGRAHA, si bien tal idea es mucho más compleja y va mucho más allá de una simple escenificación o articulación de Métodos de protestas,persuasión o resistencia y, por supuesto, va más allá de una simple definición FUNCIONAL de qué son tales métodos.
PARA GANDHI LA LUCHA SATYAGRAHA implicaba no sólo un alto grado de conocimiento técnico-científico de la lucha, sino una implicación espiritual y una preparación personal que trascendía el simple Método para implicar una forma de vida. Asimismo, en la Concepción Gandhiana no era tan importante el resultado final o el algo grado de eficacia del Método sino el propio Proceso, o visto también de otra manera, uno y otro, no podían estar separados por una fría película o por una barrera donde se pudieran separar Medios y Fines, sino que ambos eran intercambiables, porque para Gandhi sí pesaba mucho que los Métodos estuvieran cargados de Ética.
Gandhi deducía que los Métodos Noviolentos había que cuidarlos escrupulosamente para cuidar así los Fines u Objetivos, y aún más, que ambas cosas eran una misma, porque SATYAGRAHA no era sólo Método sino una manera de perfeccionamiento y búsqueda del yo social, sin causar daño y sufrimiento a los demás.
DE ALGUNA MANERA, LA CLAVE QUE PERMITE COMPRENDER LA FILOSOFIA GANDHIANA EN ESTE PRECISO PUNTO DE LOS MÉTODOS ESTÁ EN EL TÉRMINO DE CONVERSIÓN
Lo que pretendía Gandhi era conseguir la transformación y el cambio del adversario político y no su victoria sobre él o la derrota del mismo.
Todo tipo de presión, o forcejeo o resistencia había de estar encaminada a la búsqueda de la Conversión. Gandhi, además, se interesó porque su Método SATYAGRAHA fuese eminentemente entendido como una práctica cotidiana o forma de vida y no algo reducido exclusivamente a conquistas políticas y sociales o a la sola independencia de la India. De ahí que, aunque siempre evitó precisar en qué consistía su Método de Acción Noviolenta, sí que se pueden concretar sus nervaduras en CINCO PRINCIPIOS GENERALES QUE ACABAN IDENTIFICANDO A SATYAGRAHA CON HUMANIZACIÓN DE LA LUCHA:
- LA ABSTENCIÓN DE LA VIOLENCIA: lo que implicaba la auto-privación de lesionar, dañar o hacer sufrir al adversario, así como seleccionar muy cuidadosamente los métodos a elegir para minimizar al máximo cualquiera de esas acciones.
- LA DISPOSICIÓN AL SACRIFICIO: toda lucha requiere ciertos niveles de compromiso, coraje y sacrificio. Para Gandhi el valor destacable estaba en el sacrificio propio y no en la demanda del ajeno, en la disposición a sufrir como una manera de testimonio de la importancia de una lucha noble y justa por la que se está dispuesto a morir pero no a matar.
- EL RESPETO POR LA VERDAD: implicaba, según el Método Gandhiano, el mantenimiento del máximo nivel de objetividad e imparcialidad en cada fase de la lucha, así como orientar aquella hacia objetivos compatibles con la justicia y la ética.
- UN EMPEÑO CONSTRUCTIVO: El Método Gandhiano está pensado y hecho para integrar y construir con el adversario, no para destruirlo, así como para la realización de un Modelo Social donde todas las partes se sientan integradas y participantes. Asimismo el Método está considerado como instrumento de transformación político-social que, a la vez que tiene objetivos los va desarrollando al mismo tiempo que se despliega la lucha.
- LA GRADUALIDAD DE LOS MEDIOS: esta condición exige una adecuación progresiva de los medios a los elementos de tensión, forcejeo y lucha adecuados a cada situación y circunstancia, manteniendo la proporcionalidad y la serenidad que no permitan alejarse del compromiso.
EN UNA LÍNEA DIFERENTE A LA DE GANDHI, CLARENCE CASE, EN SU OBRA NON-VIOLENT COERCION (1923), ya se refirió a que el mejor acercamiento para comprender cómo forzar, presionar y constreñir a un adversario a través de la Noviolencia se fundamentaba en el conocimiento profundo y fundado de cuáles pueden ser y cómo deben ser usados adecuadamente los denominados “Métodos de Presión Social”, unos procedimientos que –a su juicio- debían ser manejados en el contexto de lo significaba el “ejercicio de la presión social Noviolenta”.
ASIMISMO, SHARP ARGUMENTO EN SU OBRA THE POLITICS OF NONVIOLENT ACTION (1973) que los Métodos de presión política, social y económica, tomados en su conjunto y tal como él los clasificó para su mejor comprensión, constituirían “colectivamente” las técnicas de la Acción Noviolenta.
Por ello, cabe señalar que, tanto Case como Sharp, como se puede apreciar tienen un análisis más funcional de esta cuestión. Y aunque ellos también defienden que existe una fuerte identidad entre la Acción Noviolenta en su conjunto, como Método, y cada uno de los componentes o técnicas que la forman para obtener ciertos resultados u objetivos; sin embargo, no llegan a interpretarlo como lo hicieron Gandhi o Capitini al referirse a la Noviolencia. Dicho de otro modo, Case y Sharp están más preocupados por entender, clarificar y optimizar las técnicas e instrumentos de la Acción Noviolenta, mientras Gandhi y Capitini están más interesados en dar coherencia a la relación ÉTICA entre MEDIOS-FINES y al problema de la CONVERSIÓN del adversario.
PARA SHARP, muy preocupado por demostrar la eficacia y la utilidad de las técnicas Noviolentas, el estudio de los instrumentos permitiría analizar todo un conjunto de fenómenos observables que pueden variar según el espacio, el tiempo y las circunstancias en las que se dan; y, además, permiten usar indicadores o marcadores para comprobar los resultados obtenidos. Por ejemplo, si estuviéramos estudiando una campaña o una movilización social Noviolenta, la clasificación de esas técnicas servirán tanto al académico, como al activista, para tener un instrumento de medición de resultados o posibilidades, lógicamente dentro de los parámetros en los que se desenvuelven las Ciencias Sociales (que no siempre son exacto reflejo de la vida real). En cualquier caso, como señala la ESCUELA DE SHARP, la tarea de clasificar por su Matriz y amplitud cada una de las técnicas, dentro de un Método, no es fácil y tampoco exime de la obligación de contextualizarlas adecuadamente.
El Método –señala Ronald M. McCarthy que es miembro de esta Escuela- se analiza estudiando cada uno de sus componentes, partiendo lógicamente de ciertos denominadores comunes consensuados por la Comunidad de Investigación en la Noviolencia. Algunos de estos denominadores parecen más o menos claros:
- las técnicas de Acción Noviolenta deben ser usadas dentro de un conflicto para influir en el curso o en el resultado del mismo;
- las técnicas no se agotan con el exclusivo uso de la razón, el diálogo o la persuasión en un contencioso;
- no tiene cabida en ellas el uso de la amenaza, la violencia hacia las personas o las agresiones y lesiones físicas, aunque bien es posible que tales acciones puedan causar otro tipo de perturbaciones emocionales o de costes económicos a personas o grupos;
- las acciones están cimentadas en los efectos que puedan producir el despliegue de códigos simbólicos y comunicativos sobre el adversario; y,
- tales Métodos no se detienen o se agotan dentro del marco legal o de los procedimientos políticos institucionalizados, sino que pueden ir más allá.
Precisamente en lo que al marco legal se refiere, la Acción Noviolenta puede usarse como un instrumento de poder político y de control del poder, los Estados y los sistemas legales intentan manejar y limitar las maneras en los que la Acción Noviolenta puede ser usada. Por ejemplo, al regular las huelgas y las demostraciones, un gobierno puede estar conservando el orden público o sólo protegiendo ciertos privilegios contra sus efectos. Sin embargo, obviamente, un Estado no puede determinar los procedimientos y, sobre todo, los efectos que pueden tener los Métodos Noviolentos sobre la sociedad, que pueden traspasar, en muchas ocasiones, los límites marcados por un ordenamiento legal y/o social, precisamente para mejorar tal ordenamiento. Esta cuestión como otras que hagan referencia a la relación entre el uso de estos Métodos y la finalidad o filosofía que se persigue tras la lucha, condiciona otros muchos factores del análisis del proceso globalmente considerado, así como permite emitir juicios más precisos desde unas Ciencias Sociales no exentas de componentes éticos. Valga un ejemplo histórico. Los nazis en la Alemania de Weimar utilizaron buena parte de estos Métodos, exentos de violencia, para evitar ser perseguidos, procesados y encarcelados por el ordenamiento legal vigente, y lo hicieron por razones tácticas, las cuales fueron olvidadas cuando el sistema fue más indulgente y se permitieron el lujo de volcarse hacia los Métodos violentos que eran los que plenamente coincidían con su proyecto político.
Entre un GANDHI y un Hitler hay diferencias tan evidentes que no admiten comparaciones pero, el Científico Social, no siempre tiene la suerte de encontrar personajes tan puros, ni situaciones o procesos que claramente se puedan delimitar en sus fronteras conceptuales.
LA HISTORIA NOS MUESTRA QUE DONDE EXISTE LA NOVIOLENCIA EXISTEN TAMBIÉN LA VIOLENCIA y que muchos grupos suelen pasar de un campo a otro por meras razones de estrategia política para vencer en un conflicto. Una lucha armada sin apoyo social o que no use Métodos “sin violencia” puede tener los días contados. Por ello Gandhi distinguió muy bien a qué se refería cuando hablaba de lucha Noviolenta o SATYAGRAHA y cuándo sólo se trataba de puros Métodos “sin armas”. Esa precisión puede ser muy reveladora para quien se dedique al análisis de procesos o a la simple observación de la realidad.
3.- LOS TIPOS DE MÉTODOS
Volviendo a Sharp y analizando su mencionado estudio, él propone un esquema clasificatorio basado en dos enfoques.
1.- UNO que divide los Métodos de la Acción Noviolenta en tres grandes bloques en función de la naturaleza de la participación:
a) si su expresión es fundamentalmente simbólica y comunicativa les llama MÉTODOS DE PROTESTA Y PRESUACIÓN,
b) si su Método consiste en la retirada activa del apoyo o del consenso, o de una esperada participación o relación en actividades conjuntas, a ello le llama MÉTODOS DE NO-COOPERACIÓN; y,
c) si de lo que estamos hablando es de una Acción basada en la interposición o el impedimento sistemático, él les llama MÉTODOS DE INTERVENCIÓN NOVIOLENTA.
2.- EL SEGUNDO esquema clasificatorio consistiría en subdividir y reordenar cada uno de los Métodos (él llegó a contar 198, aunque hoy día se habla de algunos más) en función de sus similitudes, bien porque se traten de Acciones Individuales o Colectivas, o porque se desarrollen en Escenarios Políticos, Sociales o Económicos.
Sin embargo, a pesar del esfuerzo de éste y de otros autores, no hay que olvidar –como ya lo señala el propio Gene Sharp- que tal clasificación sirve para entender y estudiar mejor tales Fenómenos, lo que no quiere decir que se trate de un esquema o tabla rígida que no permita, cuando se desarrolle cualquier análisis de calidad sobre una Campaña Noviolenta que, de una parte, existen fuertes interrelaciones entre los Métodos y, de otra, que no siempre es fácil individualizar cada uno de ellos. Lo que, en la práctica, alejaría a Sharp de un excesivo y rígido FUNIONALISMO o de ser un mero apéndice de la Escuela del REALISMO Político, aunque no obstante se ha llevado el calificativo de el “Maquiavelo” de la Noviolencia.
- PERSUACIÓN Y PROTESTA: Se trata de Acciones muy simbólicas que expresan el desacuerdo, el rechazo o, por el contrario, el apoyo a ciertos asuntos específicos. Pueden buscar influir –directamente o indirectamente- sobre el adversario y/o sobre terceros en un conflicto. Se trata, de un primer nivel de intervención en el que se busca persuadir, convencer o inducir al adversario a que rectifique o actúe de cierta manera. Entre sus tipos están las declaraciones formales (discursos, cartas, peticiones), las formas de comunicación a grandes audiencias (diarios y revistas, folletos, uso de MASS MEDIA), las acciones públicas simbólicas (plegarias, destrucción de bienes propios, cambio de nombres de calles, desnudarse), las procesiones (peregrinaciones, entierros teatralizados), el abandono o retirada (el silencio, la renuncia a los honores, volver la espaldad), etc.. Como se puede comprobar históricamente, han existido muchísimas experiencias de este tipo en las luchas de liberación nacional frente al colonialista, en las luchas contra las dictaduras, en las defensas de los Derechos Humanos, en los Movimientos Feministas, Ecologista y Pacifista, etc.. Pero, asimismo, también en las relaciones interpersonales, en el ámbito doméstico o de pequeños grupos resulta bastante habitual usar este tipo de Acciones de manera más o menos deliberada y al margen de si sus fines están compuestos de juicios y decisiones Ético-morales.
- MÉTODO DE NO-COLABORACIÓN SOCIAL, ECONÓMICA Y POLÍTICA:
Se trata de más de la mitad del conjunto de 198 Métodos analizados por la ESCUELA FUNCIONALISTA de Sharp. Implica formas que podríamos caracterizar –de manera genérica- como de resistencia, boicot o negativa. Se trata de un segundo nivel de intervención que implica un mayor forcejeo y esfuerzo, tanto en las acciones como en las omisiones.
Sharp designa, en primer término, Métodos de NO-COLABORACIÓN SOCIAL, refiriéndose a la suspensión o boicot de actividades de tipo social (deportivas, culturales, etc), a las huelgas estudiantiles, a las formas de desobediencia social (dejar de realizar aquello que, aunque no es disposición dentro del Derecho Positivo, forma parte de las normas sociales), y a otras como: quedarse en casa, a desaparecer colectiva o individualmente, o aquellas que históricamente realizaron las mujeres en la Grecia Clásica: la huelga de vientres o boicot sexual, más conocido que la obra de teatro LISISTRATAS.
En segundo término se refiere a Métodos de NO-COLABORACIÓN ECONÓMICA, siendo éstos de un número mayor porque implica un conjunto de boicots o rechazos a producir, consumir o distribuir ciertos productos, cosa que puede venir desde las amas de casa, los consumidores en general, los trabajadores, los productores, los proveedores, los comerciantes, los distribuidores, etc.; es también, la posibilidad de practicar la austeridad en general en el consumo, como la capacidad de retirar depósitos bancarios, negarse al pago de tasas o contribuciones, rechazar el dinero del opositor o adversario (por ejemplo del gobierno). Es la realización de muchos tipos de huelga o paros de muy diversa naturaleza y funcionalidad: paros de protesta, en tiempo relámpago, de bajo rendimiento, a paso lento, de producir de manera exagerada, de ser escrupulosamente reglamentarista en la elaboración del trabajo. O el uso del HARTAL, una forma de huelga general que implica no sólo no trabajar sino dedicarse a la meditación, la reflexión y la oración. Así como el bloqueo económico, esto es, asediar y cercar a ciertos productos o a ciertas marcas comerciales. La Historia de la “lucha de clases” entre Capital y Trabajo, los procesos de liberación colonial o las campañas por el COMERCIO JUSTO están salpicadas de esta forma de despliegue de la Noviolencia en su dimensión de boicot económico.
Finalmente, y en tercer lugar, se refiere a los Métodos de NO-COLABORACIÓN POLÍTICA que implican, entre otras cosas, el rechazo de la autoridad: desde el retiro de la fidelidad o de la obligación política a una clara actuación de resistencia. En varios niveles, desde el BOICOT de los órganos legislativos, de las elecciones y referéndums, el rechazo a ministerios, agencias y organismos gubernamentales, instituciones educativas y culturales, fuerzas del orden, etc.; todo este tipo de acciones se dieron, durante la II Guerra Mundial, durante la ocupación nazi de Holanda, Dinamarca y Suecia, así como la practicó el Congreso Nacional Indio contra los británicos.
A ello hay que añadir dentro de la No-colaboración política las alternativas ciudadanas a la obediencia: formas de sumisión o de conformidad fingida, lenta o renuente, no obediente en ausencia de las autoridades o de la vigilancia directa, desobediencia simulada o furtiva, no-cooperación con las formas de conscripción, con sistemas de deportación o de detención de opositores (como fue muy habitual en Bélgica y Holanda para salvar a familias judías de las manos de los nazis). Así como formas múltiples de ganar tiempo, practicar evasivas, u optar por el obstruccionismo, entre otras.
A Sharp habría que añadirle, en esta parte de su Metodología, lo que es quizá es una de las maneras más originales de tales planteamientos pero en un sentido bien contrario, el SVEJKISMO, que lo tomo de la famosa e inconclusa novela, LAS AVENTURAS DEL BUEN SOLDADO SVEJK del checo Haroslav Hasek y la homónima obra de teatro de Monika Zgustová. El SVEJKISMO consistiría en la actuación de la gente de abajo desde una posición de docta ignorancia y de negro humorismo. Son las aventuras de un IDIOTA (que no de un idiota moral) que a fuerza de obedecer escrupulosamente las órdenes de sus superiores y de su sistema absurdo de cadena de errores, sin sentidos y horrores del militarismo, le hacen actuar de una manera tan deficiente y defectuosa revelando –desde una ácida crítica- el absurdo de muchas decisiones tomadas por los doctos sabios.
Y finalmente el último conjuntos de Métodos.
c) MÉTODOS DE INTERVENCIÓN NOVIOLENTA: se trata de un nivel de participación concentrado, profundo y sistemático, que desarrolla de manera muy coordinada grados de actuación y diseños estratégicos en una lucha planteada a un nivel de escalada. En estos Métodos se comprenden varias áreas de intervención que van desde lo individual a lo masivo, desde lo más concreto y simple a lo más complejo. Uno de esos Métodos es la abstinencia política de comer alimentos, entre esa privación habría que distinguir: el ayuno de presión moral (aquel que se hace con la intención de ejercer una cierta influencia moral en los otros para conseguir un objetivo), la huelga de hambre de hambre (el rechazo a comer con la finalidad de forzar al adversario a tomar ciertas decisiones pero sin intentar conmoverle o cambiarle, sino ejerciendo cierto grado de coerción sobre él), y el ayuno Satyagrahi o Gandhiano que buscaba la “conversión” de corazón del adversario.
Otro elemento importante de este nivel es la intervención denominada la “Acción directa” noviolenta que implica un elenco grande de actuaciones, tales como contra procesos o contra juicios, formas diversas de ocupación, asaltos, incursiones, invasiones, interposiciones, obstrucciones, etc., todo ello conviene recordarlo de manera noviolenta, puesto que podemos encontrar formas similares en los métodos de lucha armados, crueles y violentos.
Un capítulo de especial atención lo merece la DESOBEDIENCIA CIVIL, por así decirlo la estrella que mejor se identifica con los Métodos de intervención Noviolenta pero un arma “extremadamente peligrosa” -tal como nos lo recordaba Gandhi-.
La Desobediencia Civil es el incumplimiento público de una ley u orden de la autoridad, que se hace por motivos Ético-políticos, de manera noviolenta y en donde se acepta el castigo penal como parte de esas motivaciones.
Hay que recordar que Gandhi sólo realizó tres grandes campañas de Desobediencia Civil de masas en India.
EN 1919 contra las leyes Rowlatt que prolongaba, en tiempos de Paz, las restricciones de las libertades durante la “Gran Guerra del 14”, en esa ocasión Gandhi convocó al HARTAL (30 de marzo), o sea, una suspensión total de las actividades en toda la India, sin embargo, los sucesos de Amritsar (13 de abril) donde el general Dyer provocó una matanza de más de 300 personas y un millar de heridos, hizo a Gandhi suspender la campaña y realizar una profunda autocrítica que denominó “un error grande como las montañas del Himalaya”.
EN 1921, la campaña reivindicó el Derecho a la Independencia y aumentó la No-cooperación en muchos niveles de la vida político-administrativa y económica, se boicotearon las ropas inglesas y se abandonaron sus escuelas y universidades, se adoptó la rueca (CHARKHA), etc..
Y EN 1930 (12 de Marzo), la famosa MARCHA DE LA SAL que suponía, en la práctica, desobedecer las leyes que otorgaban el monopolio de este condimento sólo a los ingleses. El resultado fue, además de un extraordinario gesto simbólico: recoger sal del mar, conseguir colapsar las estructuras judiciales y administrativas del Imperio de la India, y una seria advertencia a los dominadores.
Luther King habló –entre otras muchas- en dos ocasiones, de manera altamente ilustrativa y simbólica, de cómo entendía él la Desobediencia Civil en CARTA DESDE LA CARCEL DE BIRMINGHAM (1963) y en el libro ¿A DÓNDE VAMOS, CAOS O COMUNIDAD? (1967). Para explicarlo, tanto a negros, como a blancos, lo hizo ejemplificándolo con varios elementos sencillos. Él dijo:¿A DÓNDE VAMOS, CAOS O COMUNIDAD? (1967). Para explicarlo, tanto a negros, como a blancos, lo hizo ejemplificándolo con varios elementos sencillos. Él dijo:¿qué puede hacer el conductor de una ambulancia cuando lleva un herido grave de morir si se encuentra, camino del hospital, con un semáforo en rojo? La respuesta fue contundente: saltárselo. Era preferible salvar la vida de ese moribundo, esto es, estaba por encima el deber moral que el escrupuloso y literal cumplimiento de una norma o de un código de tráfico. Y así veía él a la Sociedad Norteamericana, a punto de caer en el caos que provocaban las leyes raciales y segregacionistas o, para ser más precisos, en el cumplimiento de las leyes federales en materia de Derechos Civiles y Políticos.
Volviendo a la cuestión teórica, la Desobediencia Civil, es CIVIL por cuanto es realizada por la ciudadanía en el ejercicio de sus Derechos y como interpretación y extensión de los mismos; es una actuación que resulta antitética con una acción-militar (Métodos armados) y con una petición incivil o incivilizada, algo que se asemeja a una locura, un delirio o una manía. Tampoco es una desobediencia revolucionaria en sentido de querer que traiga un orden completamente nuevo sobre las ruinas y la destrucción del antiguo, ni es puro Derecho de resistencia, ni desobediencia criminal (meros actos de delincuencia social, robo, etc.), ni una mera desobediencia moral puramente egoísta e individual sino ético-política. Asimismo, esa desobediencia puede serlo –y lo es muy acusadamente- frente a las tiranías y los sistemas dictatoriales y totalitarios (la literatura de Sharp, en tal sentido, es muy interesante y abundante), pero podría haber y existen resquicios para usarla en las Democracias.
Podría manifestarse de una manera ACTIVA (cuando hacemos algo prohibido por las leyes, cuando me monto en un tren racista y me subo en un vagó prohibido para mi etnia) o PASIVA (cuando no hago algo ordenado por una ley, por ejemplo no acudir a la oficina de reclutamiento cuando soy llamado). Debiera de ser ejecutada la Desobediencia Civil contra una ley de manera DIRECTA, esto es, en contra de esa ley que consideramos que es injusta o inmoral, aunque excepcionalmente podríamos ejercerla de manera INDIRECTA (cortar una calle para protestar contra una ley segregacionista).
Finalmente, no todas las formas de Desobediencia Civil tienen que caer en la ilegalidad, aunque es cierto que existen pocos casos de que así sea o, más bien, han de interpretarse como “Desobediencia Social” como prefiere catalogarla Gene Sharp (cuando el boicot a los autobuses de Montgomery, por parte de los seguidores de Luther King, ninguna ley prohibía ir andando, en bicicleta o coche propio al trabajo, pero difícilmente se aceptaba una sociedad segregacionista que los negros pasearan tranquilamente por los barrios de los blancos para ir a ese trabajo).
Como puede verse son muchos los aspectos y muy enriquecedores de cómo interpretar conceptualmente la Desobediencia Civil.
Para terminar, cabe señalar dentro del Método de Intervención Noviolenta lo que se podría denominar JIU-JITSU POLITICO que vendría a significar varias cosas. La primera tiene que ver con el Aikido, como se sabe una técnica marcial, aunque es mucho más que esto y algo más complejo, que para lo que nosotros queremos expresar aquí se trataría o consistiría en aprovecharse de la mayor fuerza y potencia del contrario en beneficio propio. Aprovechar los fallos, los deslices. Provocar errores en el adversario que le obliguen a recomponer, enmendar o rectificar sus acciones o sus políticas. Es transformar el Poder Social que todo PODER tiene para que funcione en beneficio de la Noviolencia.
Pero JIU-JITSU POLÍTICO, también, significa dentro de una campaña Noviolenta: el máximo nivel de intervención política. Ello comporta los más altos grados de desafío, la creación de instituciones sociales, judiciales, administrativas, políticas, de medios de comunicación, culturales, etc., alternativas. Implica organizar la vida económica, social y política en paralelo al gobierno, al poder o al grupo que se pretende CONVERTIR. Es crear organizaciones e instituciones de “doble soberanía” y un gobierno paralelo. El JIU-JITSU abre un nuevo escenario que tiene una difícil marcha atrás pero que es posible y, en ocasiones, recomendable poder rectificar. La ventaja a la hora de rectificar, como la ventaja de todas estas formas de acción política y de Metodologías, es bien evidente: Hacer Política sin Matar.
Véase también: Desobediencia Civil, Hartal, Huelga de Hambre, Marcha de la Sal,
Noviolencia
“Así como “las guerras empiezan en el alma del hombre”, la Paz también
encuentra su origen en nuestra alma. La misma especie que ha inventado
la guerra también es capaz de inventar la Paz. La responsabilidad incumbe
a cada uno de nosotros. (Manifiesto de Sevilla, Difundido por decisión de la
Conferencia general de la UNESCO en su vigésimo quinta sesión. París,
Francia, el 16 de noviembre de 1989).
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz.(eds.)”