20 de Noviembre de 2007 - 21 hs.
Tema: "Fundamentalismo"


Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Srta. Francisca Ortiz, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña, Abogada Teresita Abelenda, Prof. Rubén Darío Borda, Srta. Mirta Delgado y Magíster Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Fundamentalismo

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autor de Voz: Demetrio Velasco Criado

ORIGEN DEL CONCEPTO FUNDAMENTALISMO
El Fundamentalismo es un Concepto que tiene su Origen Específico en los Escritos de un Grupo Cristiano Protestante Norteamericano, que reaccionaba contra la Modernización de la Religión y que lo hacía en nombre de una Visión Tradicionalista de la Escritura, de la Teología y de las Iglesias. Según su significado histórico, el Fundamentalismo describe a (sic Marsden):
“cualquier miembro de la confesión evangélica que se opone con su actitud
polémica, a que las diversas confesiones cristianas acepten una teología
liberal o cualquier cambio en los valores culturales o en las costumbres, como
los que generalmente se asocian a un “humanismo secularizado”.

Sin embargo, tal concepción ha tenido una Evolución Semántica, de manera que hoy se utiliza para designar Fenómenos muy diferentes.

¿QUIÉNES HAN USADO FUNDAMENTALISMOS?
- Lo han usado los RACIONALISTAS CRÍTICOS (Kart Popper, Hans Albert) para criticar a quienes defienden Epistemologías ancladas en concepciones dogmáticas-
- Se ha usado, también, para denominar a los VERDES ALEMANES, por afirmar la radicalidad de su movimiento, sin hipotecarla a las instituciones convencionales del Sistema Representativo.
- Se emplea para calificar el Fenómenos de las RELIGIONES POLÍTICAS, en especial el caso del Islam, aunque también es frecuente su uso para calificar un cierto Catolicismo.
- A menudo, se identifica con posiciones de Carácter INTEGRISTA, que tanto en el ámbito Ideológico, como en el Político, se traducen en actitudes de carácter dogmático, intolerante e, incluso, violento. Así, por ejemplo, Sectas en América Latina, Movimientos Culturales y Actividades Espirituales como la NEW AGE, Ecofundamentalismos y Proyectos Comunitarios y Vitalistas u otras muchas “ofertas de salvación”, son así calificados por ofrecer, a quienes las asumen, la seguridad y el orden que la sociedad moderna imposibilita.

¿QUÉ SE PODRÍA ENTENDER POR FUNDAMENTALISMO?
Se podría decir que por Fundamentalismo podríamos entender a aquel Movimiento que reivindica la Autoridad de una Sagrada Tradición, que de alguna forma, hay que restaurar como antídoto para una Sociedad desviada de sus anclajes constitutivos.
Desde una Perspectiva Sociológica se puede entender por Fundamentalismos (sic Shup y Hadden): en 1er. Lugar, el “EL RECHAZO DE LA DIFERENCIA RADICAL ENTRE SAGRADO Y PROFANO”, fruto de la Modernización; y en 2do. Término, un “PROYECTO DE UNIFICACIÓN INSTITUCIONAL DE ESA DICOTOMÍA”, para reponer la Religión en el Centro de la Vida Social, como un Factor Decisivo y un punto esencial de referencia para las decisiones en materia de Política Social.

MATRIZ CULTURAL: LA MODERNIDAD
Si hay una Matriz Cultural en la que situar la emergencia de este Fenómeno, ésta es la Modernidad. La cual es vista, por el Fundamentalismo de diversa adscripción, como un fiasco de la razón, de sus grandes Proyectos y de sus mitos movilizadotes.
LA MODERNIDAD ES CONSIDERADA ALGO EXTRAÑO Y AJENO A LAS PROPIAS SEÑAS DE IDENTIDAD RELIGIOSO Y CULTURAL.
Así el FUNDAMENTALISMO DEL NORTE subrayará, sobre todo, los monstruos que ha generado la razón moderna, sus rupturas, alienaciones y contradicciones; y el FUNDAMENTALISMO DEL SUR acentuará el carácter extraño, imperialista y destructor de la Modernidad, respecto a sus propias formas de vida, de pensamiento y de organización.
Pero los Fundamentalismos no son sólo una ESTRATEGIA DE RESISTENCIA a la Modernidad, sino también son un MÉTODO DE ACOMODACIÓN a la misma Modernidad. En algunos casos practican un “concordismo” modernizante y, en muchos más, asumen rasgos modernos de la modernidad que rechazan. Sólo que no están dispuestos a adaptarse a la Modernidad hasta el punto de relegar a un segundo plano la Dimensión Religiosa, que es lo más importante de la vida. Por eso, algunos fundamentalismos, al contrario que otras Sectas o Movimientos Esotéricos que se apartan del Mundo Moderno y rechazan sus postulados, procuran vivir en la Sociedad Moderna, aunque sin participar de sus estructuras simbólicas; ni se consideran reaccionarios o tradicionalistas, para quienes los fundamentalismos pueden llegar a ser demasiados innovadores.

EL PORQUÉ DE LOS FUNDAMENTALISMOS
Para poder entender el porqué de los Fundamentalismos, deberíamos analizar la Complejidad de un Fenómeno que tiene Dimensiones Antropológicas, Socioeconómicas, Culturales, Políticas, Religiosas, etc., y que se reflejan en el grave reto que hoy plantean a las Relaciones Internacionales, en general, y a la Democracia como forma de gobierno, particular. Me limitaré aquí a hacer una aproximación Antropológica, que, en mi opinión, nos alerta ante la potencial implicación de todos y cada uno de nosotros en la gestación de actitudes fundamentalistas.

APROXIMACIÓN ANTROPOLÓGICA
Los Seres Humanos, como los demás animales, no podemos vivir sin un territorio en el que afirmarnos. Pero NUESTRO Principio de Territorialidad, a diferencia de los demás animales, es Cultural. Lo tenemos que estar recreando continuamente. Si lo perdemos, perdemos también el Equilibrio, entramos en un Mundo caótico y sin sentido. El problema básico del Ser Humano es responder al Imperativo Cultural de la Estabilidad Intrínseca que genera la Cultura, especialmente la Moderna.
Ordenar la experiencia, crear nomos y cosmos, es evitar la amenaza de anomia que pesa sobre el Individuo y la Sociedad. La Religión y las Ideologías han sido, tradicionalmente, los Métodos más eficaces para conseguir dicho Objetivo. Pero han sido, también, muy a menudo, el Origen de Actitudes Deshumanizadoras por la carga de fideísmo y de irracionalismo que han generado.
La Modernidad y la Secularización parecían conducir a una progresiva eliminación de Religiones e Ideologías, y prometían un Mundo en el que “Las Luces” harían Verdad el “todo lo real es racional, todo lo racional es real”. Pero la COPLA de las Luces ha pasado de moda y se le están pasando demasiadas facturas.
Un Mundo que puede definirse de “caórdico” (en el que conviven orden y caos) y unas “sociedades de riesgo”, como las nuestras, parecen ser un marco proclive a aventuras de irracionalismo y oscurantismo fanáticos. De hecho, asistimos a un despertar religioso e ideológico (nuevos cultos, fundamentalismos, nacionalismos excluyentes) que es preciso tomar en serio. El análisis de por qué aceptar una religión o una ideología puede desembocar en actitudes intolerantes, nos ayudará a descubrir las raíces del fundamentalismo (así como el fanatismo y la intolerancia), más allá de sus expresiones más esperpénticas.
Desde una perspectiva Antropológica y siguiendo a Wackenheim, podríamos partir de la hipótesis de que, más allá de la homología estructural entre intolerancia religiosa e intolerancia ideológica, una mecanismo más fundamental, que está presente en todo grupo humano organizado y que tiene que ver con la forma de conseguir cierto número de Objetivos, también omnipresentes en toda Sociedad Humana Organizada, como la cohesión, la salvación, el poder y la verdad, y que explicaría dicha homología.
Estos Objetivos se condicionan articulan mutuamente, como podremos ver. Según esta hipótesis, no es el HOMO RELIGIOSUS o el HOMO IDEOLOGICUS quien se muestra intolerante , sino el HOMO SAPIENS en cuanto tal, en la medida en que fracasa en su tentativa de lograr pacíficamente las relaciones entre cohesión, salvación, poder y verdad. Y no es menos cierto que las religiones y las ideologías orquestan este fracaso, pero su origen es más profundo.

COHESIÓN – SALVACIÓN – PODER – VERDAD
Si esto es así, la Intolerancia y el Fundamentalismo son un peligro que nos acecha a todas las personas. Todos estamos emplazados a inventar nuevas formas de lograr, en una interdependencia responsable, la necesaria COHESIÓN de los Grupos a los que pertenecemos; su sed de SALVACIÓN (o de felicidad, eficacia, liberación); un ejercicio tan democrático como sea posible del PODER y la paciente confrontación de las aproximaciones divergentes a la VERDAD. Todos sabemos lo difícil que ha sido y sigue siendo esta ineludible tarea y cómo, con frecuencia, caemos en la tentación de ahorrarnos esfuerzos, echando mano precisamente de la Religión y de la Ideología. Veamos estos cuatro aspectos:

1.- La COHESIÓN reviste una importancia vital en la Construcción de cualquier Sociedad Humana, pero, sobre todo, en aquellas en las que tienen un papel hegemónico las Religiones tradicionales, de estructuras étnica, ya que la sumisión a la divinidad informa toda la vida del Grupo. Esta Cohesión suele ir acompañada de Tolerancia AD EXTRA y de Intolerancia AD INTRA, a medida que la diferencia Religiosa y el Pluralismo se transforman en amenaza para la cohesión moral y política del Estado. También en otros Grupos Modernos que ostentan, en términos Ideológicos una Identidad Colectiva no Religiosa, se observa una Evolución rigurosamente paralela. El imperativo de Cohesión Ideológica traza una frontera divisoria con los Grupos Vecinos o Rivales, que acaba siendo una División entre personas amigas y enemigas, buenas y malas. Estructura Maniquea de este discurso ideológico genera ortodoxia y heterodoxia (herejes), que se imponen dogmáticamente con la ayuda de una propaganda y que excomulgan o eliminan a los ovejas descarriadas.

2.- La SALVACION, que ofrecen las Religiones, o sus sustitutivos seculares (liberación, naturaleza, humanidad, felicidad, etc.), exige una virtud que obliga a liberarse de todo lo que se entienda como opresión o tiranía injusta. El discurso supuestamente liberador asocia, sistemáticamente, a la utopía de la liberación, la necesidad redentora de la virtud, del deber, de la ley y del terror. En este esquema, no sólo no hay contradicción entre la Ideología del Progreso y la Intolerancia, sino que, además, un implacable encadenamiento conduce de la una a la otra..¡No hay libertad para los enemigos o las enemigas de la libertad! Éste es, asimismo, uno de los resortes característicos de la Intolerancia Religiosa. QUIEN SE CREE EN POSESIÓN DE LA VERDAD Y, CON ELLA, DE LA LLAVE DE LA PUERTA QUE CONDUCE A LA SALVACIÓN, SE SIENTE CON LEGITIMIDAD PARA OBLIGAR A QUE TODO EL MUNDO PASE POR DICHA PUERTA. Obligar a las personas a salvarse ha sido, así, una ardua tarea de las Personas Cristianas más “viejas”, sobre todo de las directamente vinculadas a la lógica perversa de la Inquisición (se quiere, sobre todo, la Salvación del Individuo procesado). Es ilustradora de este extraño Método Terapéutico, “La leyenda del gran inquisidor”, dentro de la novela LOS HERMANOS KARAMAZOV de Fiador Dostoievski, según la cual podríamos deducir cómo muchas Ideologías Modernas, al igual que el gran Inquisidor, buscan descargar a las gentes del fardo de la Libertad y hacerles felices sin contar con ellas.

3.- El PODER es una exigencia nacida de los dos Objetivos anteriores y ocupa un lugar central en la Génesis y Desarrollo de Intolerancia y el Fundamentalismo. La Historia de las Religiones nos permite distinguir dos campos de observación: de una, el ROL DEL PODER EN LA VIDA INTERNA DE LOS GRUPOS, y, otra, LAS RELACIONES QUE LOS GRUPOS RELIGIOSOS MANTINEN CON LA SOCIEDAD CIVIL Y POLÍTICA. El Poder Religioso invoca, para sus representantes, un “Derecho Divino” que trasciende todos los mecanismos de la Regulación Social. Desde aquí, se explican los excesos del clericalismo. Dicho Poder va unido a una enseñanza profesada EX CATHEDRA que exige patente de corso, porque “la Verdad tiene todos los Derechos y el Error ninguno”. La Intolerancia acecha igualmente a los Grupos Religiosos en sus relaciones con la Sociedad Civil y Política, como lo hace evidente una Historia larga de agustinismo político o de Fundamentalismo Islámico. Y, cuando los Poderes Religiosos y Políticos se legitiman mutuamente en un simbiótico proceso de sacralización, el peligro de teocratismo fundamentalista se agudiza indefinidamente.
Las Ideologías, con no menor radicalidad que las Religiones, tratan de legitimar todos los Objetivos que una Sociedad debe perseguir y el ejercicio del poder para conseguirlos. Sabemos que la lógica del Poder se manifiesta en un apetito de conquista, comenzando por las Ideologías de aproximación exclusiva y excluyentes del territorio y acabando por las Ideologías legitimadoras de la dominación Cultural en nombre de pretendidos Principios Universales. La Intolerancia y el Fundamentalismo han acompañado a la mayoría de las aventuras y empresas imperialistas, aunque se hayan legitimado en nombre de la Civilización y del Progreso de los Pueblos. La Ideología de Dominación que las mueve ha ido, siempre, acompañada de una intolerancia que han padecido, a menudo trágicamente, los pueblos sometidos en estas empresas. No hay que dejarse engañar por supuestas legitimaciones “Humanistas”, a lo “círculo de Escipión” o a lo R. Kipling. La “carga del hombre blanco” la han tenido que soportar casi siempre los hombros de los seres humanos de otro color. El actual discurso del denominado “Pensamiento Único” es el ejemplo más dramático de cómo el Fundamentalismo del mercado que sacrifica a diario una cantidad ingente de víctimas puede estar asociada a una Ideología tan supuestamente secular como es la del “materialismo histórico reaccionario”.

La VERDAD, la certeza de poseerla, explica con más claridad aún que los anteriores Objetivos, la propensión de las Religiones e Ideologías al exclusivismo. En la medida en que la Verdad es una (el Concepto de Verdad Única y Normativa nacería con la Racionalidad Griega) y necesaria para la Salvación, hay que hacer todo lo posible por poseerla y por comunicarla a las demás personas. La Concepción de una Verdad Obligatoria ha engendrado en la Historia terribles olas de intolerancia. CON FRECUENCIA COMPROBAMOS QUE LOS INDIVIDUOS FANÁTICOS DE LA VERDAD SON MÁS SALVAJES Y CRUELES QUE LOS CRIMINALES Y DELINCUENTES ORDINARIOS. Se hace Verdad la CORRUPTIO OPTIMI PESSIMA. El Desarrollo de la Intolerancia Dogmática es paralelo a la búsqueda frenética de la “Verdadera Religión” que, desde de la Edad Media, genera gran violencia (guerras de Religión). El testigo de esta intolerancia lo recogerá el Racionalismo Científico. Se parte de la convicción de que la propia Verdad nace de una especie de virginidad hermenéutica, desde la que se niega a las demás Personas o Grupos la Neutralidad y la Verdad. Confiscando la Verdad y presentándose como su única depositaria, la Ideología, como la Religión, niega a los individuos “extranjeros” el Derecho y la posibilidad de acercarse a ella a su manera, desde su situación y conservando sus instrumentos Culturales. LA INTOLERANCIA ES, entonces, UNA MEZCLA DE DOGMATISMO Y DE ETNOCENTRISMO.

CONCLUSIÓN SOBRE: COHESIÓN – SALVACIÓN – PODER – VERDAD
En la medida en que los Cuatro parámetros analizados actúan relacionados, se condicionan y articulan ente sí.
La aspiración de cada Grupo a la SALVACIÓN, es decir, a la supervivencia y a la prosperidad, impone a sus miembros una indispensable COHESIÓN. Ésta supone la emergencia de un PODER capaz de arbitrar las relaciones de fuerza que atraviesan al Grupo. A la vez, cada uno de los Actores Sociales tiende a justificar su posición por un discurso que apela a un valor que Autodenomina Soberano: la VERDAD.
Como este mismo proceso se repite en todos los Grupos, las condiciones para la rivalidad y la Intolerancia están dadas, sobre todo, si el camino que se escoge para superarlas sea el de la utilización Fundamentalista de Religiones o Ideologías.
Si lo que acabamos de decir es correcto, no parece, pues, que, de entrada, sea el HOMO RELIGIOSUS o el HOMO IDEOLOGICUS, quien, por el hecho de serlo, se muestra intolerante, sino que es, principalmente, el HOMO SAPIENS, quien, cuando fracasa en su intento por organizar Pacíficamente las Relaciones entre COHESION, SALVACIÓN, PODER Y VERDAD, se muestra Fundamentalista e incluso Violento. La Religión y la Ideología vendrán, después, con gran carga legitimadora, a consagrar y vigorizar esta situación.
La Instrumentalización de la Religión en la lucha contra el Cambio Social, la Secularización y el Pluralismo, de las Sociedades Modernas, y el intento de imponerla de forma Intolerante y Excluyente, e incluso Violenta, es desgraciadamente un Fenómeno que no se puede reducir al Fundamentalismo Islámico, aunque este sea, hoy, el que más nos preocupe. Sectas y Movimientos Religiosos de diferentes credos: protestantes, católicos, judíos, ortodoxos, hindúes, etc., presentan ese rostro amenazador y sombrío del Fundamentalismo.. La Instrumentalización de la Ideología y la Actitud fanática y criminal a la hora de defenderla, como ocurre en el caso de los Nacionalismos excluyentes o del “Fetichismo del Mercado” defendido por el “Pensamiento Único”, nos obligan a afrontar el Fenómeno de los Fundamentalismos como algo que nos atañe a todos. Como decía el clásico:”fabula de nobis narratur”.

Véase también: Colonialismo, Fundamentalismo Religioso, Tolerancia.

“Dice Hillel: Se tú de los discípulos de Aarón: Ama la Paz, Ama a la Humanidad y acerca a los Hombres a la Toráh (Tratado Judío de Pirke Abot. Talmud)”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz (eds.).


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