Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado
por los integrantes del Centro de Investigación para
la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica
Nacional, Srta. Francisca Ortiz, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada
Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña,
Abogada Teresita Abelenda, Prof. Rubén Darío Borda,
Srta. Mirta Delgado y Magíster Miguel Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce
Temas: Fundamentalismo
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos
de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr.
Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos
de la Universidad de Granada, España, autor de Voz: Demetrio
Velasco Criado
ORIGEN DEL CONCEPTO FUNDAMENTALISMO
El Fundamentalismo es un Concepto que tiene su Origen Específico
en los Escritos de un Grupo Cristiano Protestante Norteamericano,
que reaccionaba contra la Modernización de la Religión
y que lo hacía en nombre de una Visión Tradicionalista
de la Escritura, de la Teología y de las Iglesias. Según
su significado histórico, el Fundamentalismo describe
a (sic Marsden):
“cualquier miembro de la confesión evangélica
que se opone con su actitud
polémica, a que las diversas confesiones cristianas acepten
una teología
liberal o cualquier cambio en los valores culturales o en las
costumbres, como
los que generalmente se asocian a un “humanismo secularizado”.
Sin embargo, tal concepción ha tenido
una Evolución Semántica, de manera que hoy se
utiliza para designar Fenómenos muy diferentes.
¿QUIÉNES HAN USADO FUNDAMENTALISMOS?
- Lo han usado los RACIONALISTAS CRÍTICOS (Kart Popper,
Hans Albert) para criticar a quienes defienden Epistemologías
ancladas en concepciones dogmáticas-
- Se ha usado, también, para denominar a los VERDES ALEMANES,
por afirmar la radicalidad de su movimiento, sin hipotecarla
a las instituciones convencionales del Sistema Representativo.
- Se emplea para calificar el Fenómenos de las RELIGIONES
POLÍTICAS, en especial el caso del Islam, aunque también
es frecuente su uso para calificar un cierto Catolicismo.
- A menudo, se identifica con posiciones de Carácter
INTEGRISTA, que tanto en el ámbito Ideológico,
como en el Político, se traducen en actitudes de carácter
dogmático, intolerante e, incluso, violento. Así,
por ejemplo, Sectas en América Latina, Movimientos Culturales
y Actividades Espirituales como la NEW AGE, Ecofundamentalismos
y Proyectos Comunitarios y Vitalistas u otras muchas “ofertas
de salvación”, son así calificados por ofrecer,
a quienes las asumen, la seguridad y el orden que la sociedad
moderna imposibilita.
¿QUÉ SE PODRÍA ENTENDER
POR FUNDAMENTALISMO?
Se podría decir que por Fundamentalismo podríamos
entender a aquel Movimiento que reivindica la Autoridad de una
Sagrada Tradición, que de alguna forma, hay que restaurar
como antídoto para una Sociedad desviada de sus anclajes
constitutivos.
Desde una Perspectiva Sociológica se puede entender por
Fundamentalismos (sic Shup y Hadden): en 1er. Lugar, el “EL
RECHAZO DE LA DIFERENCIA RADICAL ENTRE SAGRADO Y PROFANO”,
fruto de la Modernización; y en 2do. Término,
un “PROYECTO DE UNIFICACIÓN INSTITUCIONAL DE ESA
DICOTOMÍA”, para reponer la Religión en
el Centro de la Vida Social, como un Factor Decisivo y un punto
esencial de referencia para las decisiones en materia de Política
Social.
MATRIZ CULTURAL: LA MODERNIDAD
Si hay una Matriz Cultural en la que situar la emergencia de
este Fenómeno, ésta es la Modernidad. La cual
es vista, por el Fundamentalismo de diversa adscripción,
como un fiasco de la razón, de sus grandes Proyectos
y de sus mitos movilizadotes.
LA MODERNIDAD ES CONSIDERADA ALGO EXTRAÑO Y AJENO A LAS
PROPIAS SEÑAS DE IDENTIDAD RELIGIOSO Y CULTURAL.
Así el FUNDAMENTALISMO DEL NORTE subrayará, sobre
todo, los monstruos que ha generado la razón moderna,
sus rupturas, alienaciones y contradicciones; y el FUNDAMENTALISMO
DEL SUR acentuará el carácter extraño,
imperialista y destructor de la Modernidad, respecto a sus propias
formas de vida, de pensamiento y de organización.
Pero los Fundamentalismos no son sólo una ESTRATEGIA
DE RESISTENCIA a la Modernidad, sino también son un MÉTODO
DE ACOMODACIÓN a la misma Modernidad. En algunos casos
practican un “concordismo” modernizante y, en muchos
más, asumen rasgos modernos de la modernidad que rechazan.
Sólo que no están dispuestos a adaptarse a la
Modernidad hasta el punto de relegar a un segundo plano la Dimensión
Religiosa, que es lo más importante de la vida. Por eso,
algunos fundamentalismos, al contrario que otras Sectas o Movimientos
Esotéricos que se apartan del Mundo Moderno y rechazan
sus postulados, procuran vivir en la Sociedad Moderna, aunque
sin participar de sus estructuras simbólicas; ni se consideran
reaccionarios o tradicionalistas, para quienes los fundamentalismos
pueden llegar a ser demasiados innovadores.
EL PORQUÉ DE LOS FUNDAMENTALISMOS
Para poder entender el porqué de los Fundamentalismos,
deberíamos analizar la Complejidad de un Fenómeno
que tiene Dimensiones Antropológicas, Socioeconómicas,
Culturales, Políticas, Religiosas, etc., y que se reflejan
en el grave reto que hoy plantean a las Relaciones Internacionales,
en general, y a la Democracia como forma de gobierno, particular.
Me limitaré aquí a hacer una aproximación
Antropológica, que, en mi opinión, nos alerta
ante la potencial implicación de todos y cada uno de
nosotros en la gestación de actitudes fundamentalistas.
APROXIMACIÓN ANTROPOLÓGICA
Los Seres Humanos, como los demás animales, no podemos
vivir sin un territorio en el que afirmarnos. Pero NUESTRO Principio
de Territorialidad, a diferencia de los demás animales,
es Cultural. Lo tenemos que estar recreando continuamente. Si
lo perdemos, perdemos también el Equilibrio, entramos
en un Mundo caótico y sin sentido. El problema básico
del Ser Humano es responder al Imperativo Cultural de la Estabilidad
Intrínseca que genera la Cultura, especialmente la Moderna.
Ordenar la experiencia, crear nomos y cosmos, es evitar la amenaza
de anomia que pesa sobre el Individuo y la Sociedad. La Religión
y las Ideologías han sido, tradicionalmente, los Métodos
más eficaces para conseguir dicho Objetivo. Pero han
sido, también, muy a menudo, el Origen de Actitudes Deshumanizadoras
por la carga de fideísmo y de irracionalismo que han
generado.
La Modernidad y la Secularización parecían conducir
a una progresiva eliminación de Religiones e Ideologías,
y prometían un Mundo en el que “Las Luces”
harían Verdad el “todo lo real es racional, todo
lo racional es real”. Pero la COPLA de las Luces ha pasado
de moda y se le están pasando demasiadas facturas.
Un Mundo que puede definirse de “caórdico”
(en el que conviven orden y caos) y unas “sociedades de
riesgo”, como las nuestras, parecen ser un marco proclive
a aventuras de irracionalismo y oscurantismo fanáticos.
De hecho, asistimos a un despertar religioso e ideológico
(nuevos cultos, fundamentalismos, nacionalismos excluyentes)
que es preciso tomar en serio. El análisis de por qué
aceptar una religión o una ideología puede desembocar
en actitudes intolerantes, nos ayudará a descubrir las
raíces del fundamentalismo (así como el fanatismo
y la intolerancia), más allá de sus expresiones
más esperpénticas.
Desde una perspectiva Antropológica y siguiendo a Wackenheim,
podríamos partir de la hipótesis de que, más
allá de la homología estructural entre intolerancia
religiosa e intolerancia ideológica, una mecanismo más
fundamental, que está presente en todo grupo humano organizado
y que tiene que ver con la forma de conseguir cierto número
de Objetivos, también omnipresentes en toda Sociedad
Humana Organizada, como la cohesión, la salvación,
el poder y la verdad, y que explicaría dicha homología.
Estos Objetivos se condicionan articulan mutuamente, como podremos
ver. Según esta hipótesis, no es el HOMO RELIGIOSUS
o el HOMO IDEOLOGICUS quien se muestra intolerante , sino el
HOMO SAPIENS en cuanto tal, en la medida en que fracasa en su
tentativa de lograr pacíficamente las relaciones entre
cohesión, salvación, poder y verdad. Y no es menos
cierto que las religiones y las ideologías orquestan
este fracaso, pero su origen es más profundo.
COHESIÓN – SALVACIÓN –
PODER – VERDAD
Si esto es así, la Intolerancia y el Fundamentalismo
son un peligro que nos acecha a todas las personas. Todos estamos
emplazados a inventar nuevas formas de lograr, en una interdependencia
responsable, la necesaria COHESIÓN de los Grupos a los
que pertenecemos; su sed de SALVACIÓN (o de felicidad,
eficacia, liberación); un ejercicio tan democrático
como sea posible del PODER y la paciente confrontación
de las aproximaciones divergentes a la VERDAD. Todos sabemos
lo difícil que ha sido y sigue siendo esta ineludible
tarea y cómo, con frecuencia, caemos en la tentación
de ahorrarnos esfuerzos, echando mano precisamente de la Religión
y de la Ideología. Veamos estos cuatro aspectos:
1.- La COHESIÓN reviste una importancia
vital en la Construcción de cualquier Sociedad Humana,
pero, sobre todo, en aquellas en las que tienen un papel hegemónico
las Religiones tradicionales, de estructuras étnica,
ya que la sumisión a la divinidad informa toda la vida
del Grupo. Esta Cohesión suele ir acompañada de
Tolerancia AD EXTRA y de Intolerancia AD INTRA, a medida que
la diferencia Religiosa y el Pluralismo se transforman en amenaza
para la cohesión moral y política del Estado.
También en otros Grupos Modernos que ostentan, en términos
Ideológicos una Identidad Colectiva no Religiosa, se
observa una Evolución rigurosamente paralela. El imperativo
de Cohesión Ideológica traza una frontera divisoria
con los Grupos Vecinos o Rivales, que acaba siendo una División
entre personas amigas y enemigas, buenas y malas. Estructura
Maniquea de este discurso ideológico genera ortodoxia
y heterodoxia (herejes), que se imponen dogmáticamente
con la ayuda de una propaganda y que excomulgan o eliminan a
los ovejas descarriadas.
2.- La SALVACION, que ofrecen las Religiones,
o sus sustitutivos seculares (liberación, naturaleza,
humanidad, felicidad, etc.), exige una virtud que obliga a liberarse
de todo lo que se entienda como opresión o tiranía
injusta. El discurso supuestamente liberador asocia, sistemáticamente,
a la utopía de la liberación, la necesidad redentora
de la virtud, del deber, de la ley y del terror. En este esquema,
no sólo no hay contradicción entre la Ideología
del Progreso y la Intolerancia, sino que, además, un
implacable encadenamiento conduce de la una a la otra..¡No
hay libertad para los enemigos o las enemigas de la libertad!
Éste es, asimismo, uno de los resortes característicos
de la Intolerancia Religiosa. QUIEN SE CREE EN POSESIÓN
DE LA VERDAD Y, CON ELLA, DE LA LLAVE DE LA PUERTA QUE CONDUCE
A LA SALVACIÓN, SE SIENTE CON LEGITIMIDAD PARA OBLIGAR
A QUE TODO EL MUNDO PASE POR DICHA PUERTA. Obligar a las personas
a salvarse ha sido, así, una ardua tarea de las Personas
Cristianas más “viejas”, sobre todo de las
directamente vinculadas a la lógica perversa de la Inquisición
(se quiere, sobre todo, la Salvación del Individuo procesado).
Es ilustradora de este extraño Método Terapéutico,
“La leyenda del gran inquisidor”, dentro de la novela
LOS HERMANOS KARAMAZOV de Fiador Dostoievski, según la
cual podríamos deducir cómo muchas Ideologías
Modernas, al igual que el gran Inquisidor, buscan descargar
a las gentes del fardo de la Libertad y hacerles felices sin
contar con ellas.
3.- El PODER es una exigencia nacida de los
dos Objetivos anteriores y ocupa un lugar central en la Génesis
y Desarrollo de Intolerancia y el Fundamentalismo. La Historia
de las Religiones nos permite distinguir dos campos de observación:
de una, el ROL DEL PODER EN LA VIDA INTERNA DE LOS GRUPOS, y,
otra, LAS RELACIONES QUE LOS GRUPOS RELIGIOSOS MANTINEN CON
LA SOCIEDAD CIVIL Y POLÍTICA. El Poder Religioso invoca,
para sus representantes, un “Derecho Divino” que
trasciende todos los mecanismos de la Regulación Social.
Desde aquí, se explican los excesos del clericalismo.
Dicho Poder va unido a una enseñanza profesada EX CATHEDRA
que exige patente de corso, porque “la Verdad tiene todos
los Derechos y el Error ninguno”. La Intolerancia acecha
igualmente a los Grupos Religiosos en sus relaciones con la
Sociedad Civil y Política, como lo hace evidente una
Historia larga de agustinismo político o de Fundamentalismo
Islámico. Y, cuando los Poderes Religiosos y Políticos
se legitiman mutuamente en un simbiótico proceso de sacralización,
el peligro de teocratismo fundamentalista se agudiza indefinidamente.
Las Ideologías, con no menor radicalidad que las Religiones,
tratan de legitimar todos los Objetivos que una Sociedad debe
perseguir y el ejercicio del poder para conseguirlos. Sabemos
que la lógica del Poder se manifiesta en un apetito de
conquista, comenzando por las Ideologías de aproximación
exclusiva y excluyentes del territorio y acabando por las Ideologías
legitimadoras de la dominación Cultural en nombre de
pretendidos Principios Universales. La Intolerancia y el Fundamentalismo
han acompañado a la mayoría de las aventuras y
empresas imperialistas, aunque se hayan legitimado en nombre
de la Civilización y del Progreso de los Pueblos. La
Ideología de Dominación que las mueve ha ido,
siempre, acompañada de una intolerancia que han padecido,
a menudo trágicamente, los pueblos sometidos en estas
empresas. No hay que dejarse engañar por supuestas legitimaciones
“Humanistas”, a lo “círculo de Escipión”
o a lo R. Kipling. La “carga del hombre blanco”
la han tenido que soportar casi siempre los hombros de los seres
humanos de otro color. El actual discurso del denominado “Pensamiento
Único” es el ejemplo más dramático
de cómo el Fundamentalismo del mercado que sacrifica
a diario una cantidad ingente de víctimas puede estar
asociada a una Ideología tan supuestamente secular como
es la del “materialismo histórico reaccionario”.
La VERDAD, la certeza de poseerla, explica
con más claridad aún que los anteriores Objetivos,
la propensión de las Religiones e Ideologías al
exclusivismo. En la medida en que la Verdad es una (el Concepto
de Verdad Única y Normativa nacería con la Racionalidad
Griega) y necesaria para la Salvación, hay que hacer
todo lo posible por poseerla y por comunicarla a las demás
personas. La Concepción de una Verdad Obligatoria ha
engendrado en la Historia terribles olas de intolerancia. CON
FRECUENCIA COMPROBAMOS QUE LOS INDIVIDUOS FANÁTICOS DE
LA VERDAD SON MÁS SALVAJES Y CRUELES QUE LOS CRIMINALES
Y DELINCUENTES ORDINARIOS. Se hace Verdad la CORRUPTIO OPTIMI
PESSIMA. El Desarrollo de la Intolerancia Dogmática es
paralelo a la búsqueda frenética de la “Verdadera
Religión” que, desde de la Edad Media, genera gran
violencia (guerras de Religión). El testigo de esta intolerancia
lo recogerá el Racionalismo Científico. Se parte
de la convicción de que la propia Verdad nace de una
especie de virginidad hermenéutica, desde la que se niega
a las demás Personas o Grupos la Neutralidad y la Verdad.
Confiscando la Verdad y presentándose como su única
depositaria, la Ideología, como la Religión, niega
a los individuos “extranjeros” el Derecho y la posibilidad
de acercarse a ella a su manera, desde su situación y
conservando sus instrumentos Culturales. LA INTOLERANCIA ES,
entonces, UNA MEZCLA DE DOGMATISMO Y DE ETNOCENTRISMO.
CONCLUSIÓN SOBRE: COHESIÓN –
SALVACIÓN – PODER – VERDAD
En la medida en que los Cuatro parámetros analizados
actúan relacionados, se condicionan y articulan ente
sí.
La aspiración de cada Grupo a la SALVACIÓN, es
decir, a la supervivencia y a la prosperidad, impone a sus miembros
una indispensable COHESIÓN. Ésta supone la emergencia
de un PODER capaz de arbitrar las relaciones de fuerza que atraviesan
al Grupo. A la vez, cada uno de los Actores Sociales tiende
a justificar su posición por un discurso que apela a
un valor que Autodenomina Soberano: la VERDAD.
Como este mismo proceso se repite en todos los Grupos, las condiciones
para la rivalidad y la Intolerancia están dadas, sobre
todo, si el camino que se escoge para superarlas sea el de la
utilización Fundamentalista de Religiones o Ideologías.
Si lo que acabamos de decir es correcto, no parece, pues, que,
de entrada, sea el HOMO RELIGIOSUS o el HOMO IDEOLOGICUS, quien,
por el hecho de serlo, se muestra intolerante, sino que es,
principalmente, el HOMO SAPIENS, quien, cuando fracasa en su
intento por organizar Pacíficamente las Relaciones entre
COHESION, SALVACIÓN, PODER Y VERDAD, se muestra Fundamentalista
e incluso Violento. La Religión y la Ideología
vendrán, después, con gran carga legitimadora,
a consagrar y vigorizar esta situación.
La Instrumentalización de la Religión en la lucha
contra el Cambio Social, la Secularización y el Pluralismo,
de las Sociedades Modernas, y el intento de imponerla de forma
Intolerante y Excluyente, e incluso Violenta, es desgraciadamente
un Fenómeno que no se puede reducir al Fundamentalismo
Islámico, aunque este sea, hoy, el que más nos
preocupe. Sectas y Movimientos Religiosos de diferentes credos:
protestantes, católicos, judíos, ortodoxos, hindúes,
etc., presentan ese rostro amenazador y sombrío del Fundamentalismo..
La Instrumentalización de la Ideología y la Actitud
fanática y criminal a la hora de defenderla, como ocurre
en el caso de los Nacionalismos excluyentes o del “Fetichismo
del Mercado” defendido por el “Pensamiento Único”,
nos obligan a afrontar el Fenómeno de los Fundamentalismos
como algo que nos atañe a todos. Como decía el
clásico:”fabula de nobis narratur”.
Véase también: Colonialismo,
Fundamentalismo Religioso, Tolerancia.
“Dice Hillel: Se tú de
los discípulos de Aarón: Ama la Paz, Ama a la
Humanidad y acerca a los Hombres a la Toráh (Tratado
Judío de Pirke Abot. Talmud)”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco
A. Muñoz (eds.).