Conducido por el Bioquímico Alberto
Sebastián
Parera, siendo acompañado por los integrantes
del Centro de Investigación para la Paz de
la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica
Nacional , Abogado Raúl Arce, Contadora Pública
Marcela Beveraggi, Odontóloga Emy Orduña, Comisario
Inspector José Luís
Aranda y Magíster Miguel Armando Garrido.
Operador: Guillermo
Aguilar.
Tema: Cultura para la Paz (2)
El
tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia
de Paz y Conflictos del Instituto de Paz y Conflictos de la
Universidad
de Granada, dirigido por Mario López Martínez.
Hay
que resaltar que la Cultura para la Paz, reclama su propia
pluralidad implícita en el carácter
intercultural.
Podemos
decir que la Cultura es la peculiaridad humana de afrontar
el cultivo
de las relaciones entre los seres humanos y entre éstos
y la naturaleza.. Pero no existe una cultura. Existen tantas
culturas como forma de cultivo diferente según las diferentes
formas de expresión de los pueblos que también
llamamos culturas.
En
este sentido no sólo hablamos de “Cultura para
la Paz”, sino de “Culturas para hacer las Paces” que
reclaman los derechos a la interculturalidad de los Ciudadanos
del Mundo.
En
la Investigación para la Paz, Galtung ha entendido
la Cultura para la Paz como una alternativa a la Violencia Cultural
que otros autores como Bourdieu han interpretado como Violencia
Simbólica.
Así la Violencia Cultural consiste en todos aquellos
discursos, himnos, creación de instituciones que refuerzan
la violencia estructural y pueden desencadenar la violencia directa.
Una
característica de la Violencia Cultural es que “hace
opaca nuestra responsabilidad moral”.
Se refuerzan tanto culturalmente la construcción social
y discursiva del enemigo, las mujeres, inmigrantes, o cualesquiera
excluidos o excluidas, que parece que tenemos menos responsabilidad
moral, si marginamos a las mujeres, o mueren inmigrantes ilegales
en las pateras.
En
nuestra propuesta de giro epistemológico, de cambio
en la manera en que decimos que sabemos sobre la Paz, es a partir
de las instituciones morales que tenemos sobre cómo podríamos
hacernos las cosas de otra manera, que somos capaces de denunciar
la violencia cultural o simbólica, o de darnos cuanta
que estamos haciendo opaca nuestra responsabilidad moral y podemos
pedirnos cuenta por ello.
Por
consiguiente, las Culturas para hacer las Paces hacen transparentes
las responsabilidades
morales que tenemos unos seres humanos
con otros y nos legitiman para pedirnos cuentas de cómo
cultivamos nuestras relaciones y de las formas en que Cultivamos
nuestras relaciones y de las formas en que Cultivamos la naturaleza,
indagando si podemos hacer las cosas de maneras diferentes.
Precisamente
en el Preámbulo de la Constitución
de la UNESCO se dice que es en las mentes de los hombres donde
se han creado las guerras y es en las mentes de los seres humanos
donde tenemos que crear los baluartes de la Paz.
Coherente
con esta afirmación la UNESCO recogió el
mandato de la ONU de proclamar el año 2000 como el año
de Cultura de Paz y elaboró el manifiesto 2000, “Cultivar
la Paz” que da los siguientes indicadores para las nuevas
Culturas de Paz: