26 de Julio de 2011 - 21 hs.
Tema: "Paz Feminista"

 

Conducido por el Abogado Raúl Arce,  siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional,  Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Sr. Fredy Eiman,  Srta. Francisca Ortiz,  Lic. Wilma Soledad Trúe,  Prof. Rubén Darío Borda,  y  Magíster  Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Paz Feminista

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigida por el Dr. Mario López Martinez del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autora de la voz: Tatiana Moura .

LA CORRIENTE FEMINISTA
Con la emergencia de nuevos actores y de nuevos riesgos en el Sistema Internacional, en especial a lo largo del Siglo XX, la práctica de la Paz se ha vuelto cada vez más exigente, compleja e inclusiva. Las Corrientes Feministas Modernas han formulado vínculos lógicos entre Pacifismo y Feminismo, contribuyendo a la ampliación y la renovación de la agenda de Investigación para la Paz, con nuevos conceptos y aportaciones. 
La definición de Paz Feminista surgió en finales de la década de los 70 e inicio de los 80 en los estudios sobre y para la Paz, vehiculada por Investigadoras como Betty Reardon (1985) y Brigitte Brock-Utne (1989). Esta nueva definición correspondió a una lógica de ampliación progresiva del Concepto de Paz y fue esencial para incluir nuevas escalas y desafiar la cultura de la violencia, identificada con el sistema interestatal, esencialmente patriarcal (por ser un modelo de dominación).
Para Linda Groff y Paul Smoker (1996) las diferentes definiciones de Paz pueden ser resumidas en diversos niveles, que asumen una complejidad creciente respecto a lo que debería ser incluido en el Concepto de Paz así como de lo que se entiende por violencia. Esa complejidad resulta lógica de acumulación de esos niveles, los cuales no se sustituyen ni anulan. Al revés, hay un refuerzo progresivo de su contenido.

DEFINICIONES DE PAZ
EL NIVEL MÁS BÁSICO  es lo que define Paz como ausencia de guerra según una visión estrictamente westfaliana. Aquí la Paz significa solamente una situación de no guerra, y por eso esta primera aportación se aplica a los conflictos violentos entre y dentro de los Estados.
EN LA SEGUNA FASE DE LA EVOLUCIÓN del concepto se ha entendido la Paz en tanto que equilibrio dinámico de poderes en el sistema internacional.
EN LA TERCERA DEFINCIÓN DE PAZ, vehiculada por Galtung en 1969, ha significado en cierta manera una ruptura con las anteriores definiciones y el inicio de una ampliación substancial de la Agenda de los Estudios sobre la Paz. La Paz empezó a ser categorizada en términos de Paz Negativa (ausencia de violencia directa, guerra) y Paz Positiva (ausencia de violencia estructural). El nivel de análisis ha dejado de ser exclusivamente interestatal y pasó a incluir el nivel global de análisis.

LA PROPUESTA DE PAZ FEMINISTA SUPONE UNA RUPTURA CON ESTAS ANTERIORES DEFINICIONES
Una vez que incluye niveles de análisis Micro-Social o (inter) Subjetivos, y no solamente Macro-Sociales de las manifestaciones de Paz y No violencia. La Paz Feminista es definida no solamente en términos de la abolición de la violencia organizada (guerra) al nivel Macro-Social, si no también de violencia no organizada al nivel Micro-Social (o en el espacio doméstico, por ejemplo). Son fundamentalmente 2 notas características de esta propuesta.
En PRIMER LUGAR, la propuesta desafía la inevitabilidad del orden social dominante y de la guerra, explicando la violencia desde la naturaleza jerárquica de nuestra sociedad. Para las Investigadoras de la Paz Feminista, la construcción estatal es ella misma una proyecto masculino, patriarcal, un conjunto de creencias y valores apoyados por las instituciones sociales y políticas dominantes, y sostenido por la amenaza de punición. Así, Betty Reardon defiende que fue el sistema patriarcal el que ha producido la guerra, y no al contrario, una vez que los aspectos violentos de este sistema están impregnados en nuestras vidas afectando nuestras relaciones tanto interpersonales como internacionales. La denuncia de estos tipos de violencia, con énfasis en la subjetividad y en el individuo, constituye uno de los pasos más importantes de la Investigación sobre la Paz. La Paz típica de una cultura westefaliana es, una vez mirada a la luz de la definición Feminista de Paz, incompleta, por ser un proyecto excluyente que se aplica solamente apenas a la mitad de la población mundial.
En SEGUNDO LUGAR, más allá de denunciar los diferentes rostros de la violencia, la Paz Feminista incluye la defensa de la transformación de las comunidades de una forma positiva, basada en mecanismos noviolentos. Para la Paz Feminista el recurso a la violencia no puede tener como finalidad alcanzar la Paz.

RECONCEPTUALIZACIÓN DEL CONCEPTO DE PODER
Por eso, la propuesta feminista de Paz pasa también por una Reconceptualización del Concepto de Poder, reemplazando la noción de PODER SOBRE, por una noción de PODER CON. Eso significaría la sustitución del Poder entendido como la capacidad de obligar  y dominar por una lógica de Poder en tanto que responsabilidad y capacitación (EMPOWERMENT), que están en la base de una alianza. Esta propuesta constituye quizás la más importante aportación de las Investigadoras para la Paz Feministas, por ser un proyecto de emancipación y de transformación social.

LA CRÍTICA FEMINISTA HECHA A LOS TRADICIONALES CONCEPTOS DE PAZ SE HA PROYECTADO IGUALMENTE SOBRE LA NOCIÓN TRADICIONAL DE SEGURIDAD.
Los niveles de análisis Micro-Social introducidos por la perspectiva Feminista de la Paz han reforzado la visibilidad de la insuficiencia del modelo se seguridad tradicional, que mira el Poder militar como mecanismo utilizado para mantener el orden mundial jerárquico en un sistema exclusivamente estatocéntrico. Para las Feministas, el paradigma de la seguridad interestatal no implica la eliminación de la violencia o de la inseguridad a nivel personal. Al revés, las refuerza y perpetúa. En esté análisis, la militarización de la sociedad, en tanto que prioridad de la seguridad nacional aceptada por la mayoría, es entendida como una manifestación visible del patriarcado, como modelo de gobernación y modelo de dominación. Para la Paz Feminista es necesaria una ruptura con el STATUS QUO dominante, substituyendo el paradigma tradicional de seguridad expresado en la Carta de las Naciones Unidas por una perspectiva que garantice una disminución o ausencia de la inseguridad individual. O sea, la substitución de la perspectiva según la cual seguridad internacional e intocabilidad de la integridad territorial y de la independencia política de los Estados son equivalentes por una noción de seguridad humana, que tenga como preocupación central la DIGNIDAD HUMANA y que determine una ruptura clara con el corpus conceptual característico de la Guerra Fría, sea el nivel de la definición de la amenaza sea de la identificación del objeto de la seguridad y de la gestión de los medios utilizados para combatir la amenaza.

EL CONCEPTO DE PAZ FEMINISTA NO IMPLICA LA ACEPTACIÓN DEL ESENCIALISMO ESTERIOTIPADO, O SEA, LA ACEPTACIÓN DE UN VÍNCULO NATURAL ENTRE MUJERES Y PRÁCTICAS PACÍFICAS Y UNA CONEXIÓN NATURAL ENTRE HOMBRES Y PRÁCTICAS VIOLENTAS.
Estos estereotipos, que han tenido enorme influencia en una fase inicial sobre unas de las propuestas Feministas de Paz, han sido rechazados por la Investigación Feminista sobre y para la Paz, sobre todo la que adopta una perspectiva constructivista de la definición y prácticas de Paz. Para ella, esa sedimentación de estereotipos es un producto de las estructuras patriarcales, sociales e institucionales. Esas estructuras son las que promueven categorías conceptuales binarias que vinculan los hombres con valores sociales más deseables (objetividad, razón, agresión, etc.) y las mujeres con valores menos deseables (emoción, cuidado, pacifismo, etc.).

Véase también: Feminización de la Paz. Pacifismo Feminista.  

                “José Tuvilla Rayo dice: la Educación se caracteriza por ser un proceso
                  dinámico y permanente que pretende crear las bases de una nueva cultura:
                   la Cultura de la Paz como expresión de las prácticas surgidas de aprender a
                   pensar y actuar de otra manera, permitiendo el desarrollo equilibrado y
                   armónico de las personas y las sociedades consigo mismo, con los demás
                   y con el entorno natural. 
                  Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz.(eds.)”

                 

 

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Diseño: Ing. Jane García - VGM
Trabajo Donado al Centro de Investigación para la Paz.

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