Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Sr. Fredy Eiman, Srta. Francisca Ortiz, Lic. Wilma Soledad Trúe, Prof. Rubén Darío Borda, y Magíster Miguel Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce
Temas: Paz Positiva.
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigida por el Dr. Mario López Martinez del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autor de la voz: Vicent Martinez Guzman.
¿POR QUÉ PAZ POSITIVA?
Parece que siempre que intentamos hablar de Paz empezamos refiriéndonos a lo que NO ES PAZ. Es decir, hablamos de la Paz en sentido negativo, como Paz Negativa. Esta tendencia se ha mantenido incluso en autores como Galtung que, desde la Investigación para la Paz, ha propuesto la noción de “PAZ POSITIVA”. En los trabajos que realizamos desde el Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granadas y la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz de la Universitat Jaime I de Castellón estamos intentando un CAMBIO EPISTEMOLÓGICO: un CAMBIO en la PERSPSECTIVA de Investigación sobre la Paz, en la manera en que Investigamos los saberes para hacer las Paces: no se trata de aprender sobre la Paz desde lo que no es Paz (la violencia, la guerra, la marginación, la exclusión, etc.), sino de “HACER EXPLICITAS LAS NOCIONES IMPLÍCITAS en nuestros análisis de la Sociedad Actual y en momentos de la historia de las diversas culturas para reconstruirlas como indicadores positivos de cómo es posible la convivencia en Paz”.
¿QUÉ SIGNIFICA PAZ POSITIVA?
Efectivamente, esta nueva perspectiva supondrá renunciar a la pretensión de que podemos tener una PAZ PERFECTA, acabada, total, para atender y señalar los momentos de Paz que, aunque IMPERFECTA, reconocemos en nuestras Sociedades contemporáneas y determinados momentos de la historia y de las culturas. Además renunciará a la consideración de una única manera de entender la Paz que, desde una cultura (normalmente la occidental moderna), se ha tratado de imponer a otras culturas y pueblos. En este sentido no sólo hablamos de UNA manera de entender la Paz, asumiendo sus imperfecciones, sino de HACER LAS PACES COMO CULTURAS.
Supone, así mismo, el reconocimiento de que los Seres Humanos tenemos capacidades o competencias para la violencia, la guerra, la exclusión o la marginalidad, pero también para crear instituciones de justicia, democracia y convivencia en Paz, y establecer relaciones entre nosotros basadas en el cariño, la ternura, o el amor. De igual manera, en la relación entre los Seres Humanos, la naturaleza, podemos ejercer un dominio depredador o tener un trato fértil, fructífero y sostenible.
Podemos ejercer diferentes capacidades y competencias dependiendo de las relaciones que cultivemos, es decir, de las culturas que provocamos. Depende de los propios Seres Humanos y siempre podemos pedir cuenta por CÓMO CULTIVAMOS NUESTRAS RELACIONES entre nosotros como Seres Humanos y con la naturaleza, de las competencias que ejerzamos o de las características que asumamos. Desde esta perspectiva, la FILOSOFIA PARA LA PAZ será la reconstrucción de nuestras competencias para hacer las Paces.
HISTORIA
EN LA BIBLIA
En las tradiciones culturales encontramos, por ejemplo en la BIBLIA, que el narrador del mito de la creación relata, en una de sus versiones, cómo Dios crea al hombre y la mujer a su imagen y semejanza y les da el dominio sobre los animales y la tierra para que den fruto y se multipliquen.
Es precisamente la narración de la irrupción de la violencia como transgresión de esa manera inicial de cuidarse hombres y mujeres y a la naturaleza, de esa Cultura Pacífica, la que introduce lo que NO ES PAZ: el sometimiento de la mujer al hombre y el cultivo depredador de la naturaleza que ahora dará cardos y espinas. Es a partir de la ruptura de la Paz originaria que los Seres Humanos nos damos cuenta de cuanto mal, pero también de cuanto bien nos podemos hacer a nosotros mismos, y a la naturaleza. La serpiente nos dijo que seriamos como dioses y, en cambio, nos sentimos desnudos y tenemos miedo de ejercer del ejercicio de la libertad, como interpreta Kant. Es entonces cuando aparece la noción de justicia como ruptura de la justicia previa ligada a la Paz. Sin embargo, esta irrupción de la violencia que presupone la noción originaria de Paz, no queda impune y el mismo relator del mito narra que podemos PEDIRNOS CUENTAS POR CÓMO NOS HACEMOS LAS COSAS A NOSOTROS MISMOS Y A LA NATURALEZA:”¿por qué os escondéis?” Pregunta Yahvé a Adán y Eva.
“Parece pues los relatores del mito tienen una INTUICION ORIGINARIA
DE PAZ POSITIVA; lo que no es Paz aparece posteriormente y presupone
la intuición previa de la Paz Positiva”.
GRECIA
En la Grecia Clásica EIRENE era una de las diosas que gobernaba a los humanos juntos con DIKÉ, justicia y EUNOMÍA o buen orden o buenas leyes. Estas diosas tenían la doble característica de representar el orden social y los ciclos agrícolas. De nuevo la dependencia entre las formas de cultivo o culturas entre los humanos y entre éstos y la naturaleza. También de nuevo la Paz Positiva consiste en fructificar lo que la justicia desarrolla y el buen orden o buena ley siembra.
La irrupción de la violencia o la experiencia de transgresión también viene de la arrogancia, HYBRIS, de querer ser como los dioses, que será vengada por la diosa Némesis. El contenido Positivo de la Paz consistirá en asumir la condición humana y actuar de manera proporcional (HARMOTON), con armonía y concordia (HORMONOIA).
ROMA
Es cierto que de la tradición Romana hemos aprendido la PAZ NEGATIVA como ausencia de guerra (ABSENTIA BELLI) y como disuasión: si quieres la Paz prepara la guerra (SI VIS PACEM PARA BELLUM). Sin embargo también aprendemos de la Paz como pacto: los Pactos deben ser cumplirse (PACTA SERVANDA SUNT). Así en sentido positivo la diosa Paz se relaciona con las diosas de la Fortuna y la Abundancia y la Paz Positiva se entiende como CONCORDIA que evoca también el sentido de Pacto; aunque de manera negativa también se relacionaba la diosa Paz con la de la Victoria como derrota de los enemigos. Tácito criticaba la PAX ROMANA negativa porque convertía la Paz en un desierto (UBI SOLITUDINEM FACIUNT, PACEM APELLANT). Cicerón intuía la Paz Positiva de la justicia y el diálogo (CEDANT ARMA TOGAE, CONCEDAT LAUREA LINGUAE). Virgilio intuía que la salvación estaba en la Paz y no en la guerra (NULLA SALUS BELLO: PACEM, TE POSCIMUS OMNES). Ovidio ya preveía que era mejor hacer el amor que la guerra (BELLA GERANT ALII! PROTSILAUS AMET).
¿QUÉ HACER DESDE ESTAS INTUICIONES ORIGINARIAS SOBRE MANERAS POSITIVAS DE VIVIR EN PAZ, CUANDO NOS INVADE LA VIOLENCIA?
La respuesta está en la tradición de la NO VIOLENCIA que en Occidente se remonta, al menos, al Sermón de la Montaña:”no resistáis al mal” (Mt. 5, 39) o “no devolváis mal por mal” (Rm. 12, 17). La interpretación de Tolstoi, recogida por Gandhi, es que hay que romper el círculo de la violencia y no responder a la violencia con más violencia sino con otras formas de resistencia en la línea de lo ya enunciado en el Salmo 37:”son los Pacíficos y no los malvados lo que poseerán la tierra”.
INVESTIGACIÓN PARA LA PAZ
En la tradición de la Investigación para la Paz fue Johan Galtung quien, en los años 60 del siglo pasado, propuso la noción de PAZ POSITIVA como complemento a la Paz Negativa entendida como alternativa a la Violencia Directa.
Introdujo la noción de Violencia Estructural significando que mientras exista injusticias e insatisfacción de las necesidades humanas básicas por parte de algunos seres humanos, no existe la Paz aunque no nos matemos directamente.
¿CUÁL ES LA TAREA DEL CONSTRUCTOR POR LA PAZ?
Así la tarea positiva del Trabajador por la Paz es la Construcción de la Justicia y el Desarrollo para que todos los Seres Humanos puedan satisfacer sus necesidades básicas. Esta idea se completó en los años 90, con la noción de Cultura de Paz como alternativa a la violencia cultural. Sin embargo parece que los elementos conceptuales que sirven como indicadores para Construir la Paz siguen siendo “lo que no es Paz”.
De ahí el intento mencionado al Principio de Reconstrucción de las Capacidades y Competencias Humanas para hacer las Paces, admitiendo que serán imperfectas. Es decir, siempre estarán en un Proceso en el que nos podremos pedir cuentas para hacernos las cosas mejor de lo que las hacemos. A partir del análisis de las experiencias cotidianas de diferentes culturas, “hacer las Paces” es algo que hacemos de manera más originaria y primaria que hacer la guerra o cualquier otro tipo de violencia, marginación y exclusión entre nosotros y con la naturaleza.
Las Acciones Humanas “como las hacemos normalmente” los seres humanos son Pacificas y no lo decimos cada vez porque resultaría redundante. Las Acciones Humanos nunca se realizan en solitario sino en interacción de unos y unas con otros y otras, esto es, de manera subjetiva. Los Seres Humanos construimos nuestras identidades de manera dialógica con las otras y los otros de manera Pacífica. Así vivir en Paz es condición básica si queremos entender algo y relacionarnos. Nos damos cuenta y somos capaces de denunciar cuando ejercemos la violencia, la marginación o la exclusión, precisamente porque asumimos como presupuesto originario de toda interacción humana HACERNOS LAS COSAS DE FORMA POSITIVAMENTE PACÍFICA.
La violencia es, precisamente, la ruptura de la intersubjetividad positivamente Pacífica. Es esto lo que queremos significar cuando decimos que proponemos un giro epistemológico para entender la violencia desde la Paz y no, como se ha venido haciendo, la Paz desde lo que no es Paz.
RESALTAR LA POSITIVIDAD ORIGINARIA DE LA CAPACIDAD HUMANA DE HACER PACES NO ES DE UN IDEALISMO INGENUO O UNA FALTA DE RESPONSABILIDAD. Asumimos de manera realista cuanto mal somos capaces de hacernos los Seres Humanos, como vimos en el mito de la creación del Génesis, pero porque sabemos cuanto bien nos podemos hacer y PODEMOS PEDIRNOS CUENTAS POR ELLO. Podemos pedirnos cuentas por el mal que nos hacemos porque tenemos intuiciones, relatos culturales, doctrinas morales, instituciones, creencias, usamos metáforas, tenemos dichos, frases como las mencionadas, que muestran la originalidad de las sólidas relaciones intersubjetivas en las que nos hacemos las cosas de forma Pacífica. De otra manera ¿qué mal estamos denunciando?, a la vez, como es cierto cuánto mal nos podemos hacer y nos hacemos de hecho, “hacer las Paces” además de ser condición de posibilidad de toda interacción humana se convierte también en meta a alcanzar, RECONSTRUYENDO LOS DESTELLOS DE PAZ IMPERFECTA que tenemos en las historias de las culturas y que sirven de indicadores de las capacidades o competencia humanas a reconstruir.
Desde este contexto aprendemos que no hay una dicotomía absoluta entre Paz y violencia sino múltiples formas de vivir en Paz y formas de vivir en violencia. Tenemos que ver en cada momento qué sería vivir en Paz y qué otra formas de vida se excluyen. “Paz” es una dimensión de evaluación de lo que nos hacemos y una palabra que ajusta las relaciones humanas de manera que, sabiendo positivamente lo que es Paz, su ruptura introduce las injusticias que era la intuición de Galtung en su propuesta de Paz Positiva.
Véase también: Investigación para la Paz. Intersubjetividad. No violencia. Paz Negativa.
Paz Neutra. Violencia estructural.
“La finalidad de la Educación para la Cultura de Paz se concreta en la
Preparación para la Noviolencia: preparar a nuestros jóvenes en el
Pensamiento y Prácticas de la Noviolencia es uno de los objetivos
básicos de una Educación basada en la búsqueda de nuevas formas de
resolver los conflictos y de construir una Paz basada en la justicia.
Y esto es obvio pues ni los contenidos, los objetivos y las formas de
Educar para la Paz pueden ser contrarias a la finalidad última que este
tipo de educación persigue. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz. (eds.)”.