Conducido por el Bioquímico Alberto
Sebastián Parera,
siendo acompañado por los integrantes del Centro
de Investigación
para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad
Tecnológica Nacional, Comisario Inspector José Luís
Aranda, Abogado Raúl Arce y el Director del Centro de
Inv. Para la Paz Magíster Miguel Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar.
Tema: Caridad.
El tema ha
sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia
de Paz y Conflictos del Instituto de Paz y Conflictos de la
Universidad
de Granada, dirigido por Mario López Martinez.
La caridad,
sentimiento promovido por el amor al prójimo
(del adjetivo latino carus-a-um, que significa querido) que impulsa
a auxiliar con dádivas, cuidados o consuelos a los pobres
o a los necesitados. También significa dar limosna, hacer
una buena obra, una obra de beneficencia, o de misericordia.
Los cristianos hicieron la palabra suya hasta el punto de dar
nombre a una de las virtudes teologales, que consiste en “amar
a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros
mismos”, siendo de entre las virtudes la más importante,
ya que la caridad resume toda la ley de Dios en un principio
fundamental. Son múltiples los pasajes del Antiguo Testamento,
que mencionan la caridad como punto capital de la Doctrina Cristiana,
pero quizá el más conocido es el de Pablo, en su
Epístola a los Corintios, en el que dice “podría
conocer todas las ciencias y saberes del mundo, poseer el don
de la adivinanza y tener una fe como para mover montañas,
mas que si no tuviera caridad no sería nada”.
Así la caridad se convierte en la auténtica señal
del cristiano. En algunas órdenes religiosas sirve de
tratamiento de respeto a los superiores de la congregación,
a los que uno se dirige suponiéndoles de antemano esa
virtud al llamarles “su caridad cristiana”.
Por otra parte, se engloba dentro del concepto de “instituciones
de caridad” todas aquellas que subvienen a las necesidades
más básicas de las personas necesitadas, son muchas
las que entran dentro de esta definición, pero, sin duda,
la más conocida es Caritas que ha adoptado el nombre que
define de la mejor manera su actividad: amor a los demás.
La caridad ha permanecido como la virtud por excelencia de la
Iglesia , sin que el mundo laico haya podido sustituirla, viéndose
obligado a desarrollar el concepto de SOLIDARIDAD, que posee
como presupuesto fundamental la asistencia y compasión
por los demás, al reconocer en el otro la propia individualidad
(alteridad).
“El fruto del silencio es la oración.
El fruto
de la oración es la fe.
El fruto de la fe es el amor.
El fruto del amor es el servicio.
Y el fruto del servicio es
la Paz. "
Madre Teresa de Calcuta.