28 de Junio de 2009 - 21 hs.
Tema: "Marinaleda"

 

Conducido por el Abogado Raúl Arce,  siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional,  Srta. Anabella Orcolla, Licenciada Eugenia Itatí Garay, Odontóloga Emy Arduña, Sr. Fredy Eiman,  Srta. Francisca Ortiz,  Prof. Rubén Darío Borda,  y  Magíster  Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar
Selección Musical: Abogado Raúl Arce

Temas: Marinaleda

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, España, autores de la Voz: Juan Manuel León Millán y José Manuel Rojo Zea.

¿QUÉ ES MARINALEDA?
Villa de la Provincia de Sevilla de 2.500 habitantes, situada a 108 Km. de la capital, dentro del partido judicial de Osuna y a 20 Km. de Estepa.
La actividad principal del Municipio se centra en la agricultura y fue relacionada con ella y con la presencia de una gran cantidad de mano de obra jornalera, por lo que este Municipio se convirtió en un abanderado del Movimiento Jornalero, de gran actividad durante los primeros años 80 del Siglo XX y con claras muestras de acciones y prácticas Noviolentas como estrategias de protesta en su reivindicación de las mejoras sociales. Aún así se trató de una realidad controvertida y casi siempre en el ojo el huracán de la polémica sobre todo de su alcalde, Juan Manuel Sánchez  Gordillo, miembro del Sindicato de Obreros del Campo (SOC).

EL MOVIMIENTO DE LOS CAMPESINOS “SIN TIERRA” HA TENIDO, HISTÓRICAMENTE, UNA GRAN IMPORTANCIAY PESO SOCIAL EN LA SOCIEDAD ANDALUZA
El problema para definir al campesino ha sido, al menos durante un tipo, su clásica situación de olvido por parte de la mayoría de la historiografía moderna; sin embargo, su importancia, es evidente por cuanto supone una “clase” social que encierra importantes componentes de la Cultura Popular y de especificidades muy notorias que le hacen ser y tener, como grupo, muchos elementos comunes compartidos en todos los Países del Mundo donde aún existen como fracción social.
Asimismo, en Andalucía, su peso numérico y su capacidad de presión le hicieron protagonizar, durante un tiempo histórico muy largo, buena parte de la naturaleza de los conflictos sociales y políticos.
La situación de este grupo de población, en Andalucía, estuvo asociada a la desigual distribución de la tierra, proceso que se agravó significativamente durante los diferentes procesos desamortizadores del Siglo XIX. El Proceso de Liberación o Desamortización de la Tierra sometida a las viejas estructuras feudales, según el Modelo Español, supuso la práctica de transmisión de los bienes de la tierra de la Iglesia Católica o de los bienes públicos a manos privadas (nobleza y burguesía), dejando a la inmensa mayoría del campesinado hambriento de tierras y desposeídos de sus bienes esenciales de sustento y producción. El Modelo del proceso desamortizador español consistió en la venta de esos bienes al mejor postor, convirtiendo las tierras en un mercadeo inaccesible para los campesinos pobres. El resto del proceso se completó con la asalarización del campesinado que, en una creciente expansión del capitalismo agrario, hubo de venderse como mano de obra jornalera o proletarizarse progresivamente, destruyendo en la práctica sus formas de vida, trabajo y visión del mundo.
Sin embargo, este largo proceso que duró, aproximadamente, entre 1820 y 1939, no se hizo sin tensiones y agitaciones. En donde el campesinado desposeído luchó, desde todas sus posibilidades, contra lo que entendieron fue una usurpación de sus Derechos y sus formas de vida. Desde la lucha legal, las acciones de resistencia, hasta la lucha armada, todo el siglo XIX y parte del Siglo XX está salpicado de estos fenómenos y procesos.
A juicio de la “Historiografía Agraria” en general y siguiendo a Calero Amor en particular.

SE SUELE HABLAR DE TRES MÉTODOS DE INTERVENCIÓN Y PROTESTA
Obviamente, desde hace algún tiempo, se está revisando esta manera clásica de interpretación de las agitaciones campesinas en Andalucía. Esas Etapas se pueden dividir en tres períodos:
1.- LA VIA LEGAL: explorando y utilizando los resortes del sistema, la vía judicial para luchar contra la propiedad privada de la tierra. Fueron los denominados “pleitos de señorío” que, posteriormente, se convirtieron en más pleitos contra la usurpación de los bienes comunales.
2.- LA ACCIÓN DIRECTA: en gran medida el fracaso de la vía legal abrió otra puerta, la de la acción social. Una amplísima morfología de tipos de resistencia, actuaciones, intervenciones, etc., que iban desde los clásicos robos (de leña, de ganado), los motines (contra los impuestos en las subsistencias), la ocupación de fincas (roturaciones, plantaciones, etc.), la destrucción de propiedades e, incluso, el nacimiento de formas muy diversas y peculiares de BANDOLERISMO.
3.- LA ACCIÓN POLITICA Y LA LUCHA ARMADA: estas vías se enmarcan con el nacimiento de los primeros partidos y sindicatos obreros, así como la penetración de ideologías emancipatorias como el anarquismo, el socialismo y el comunismo. El campesinado se convertiría en una “conciencia inquieta”.

DADO EL PESO DEMOGRÁFICO DEL CAMPESINADO ANDALUZ, ÉSTE ACABARÍA MARCANDO SEÑALES IMPORTANTES EN LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE ESPAÑA
Especialmente desde principios del Siglo XX y durante el período de la Segunda República (1931-1936) y de la Guerra Civil Española (1936-1939), el campesinado estuvo muy activo y reivindicativo. De una parte, ni los proyectos agraristas y populistas agradaron ni pudieron dar respuestas al “rebaño hambriento”, ni el régimen republicano-burgués supo cubrir todas las demandas y expectativas de los campesinos braceros. No obstante, en la República las leyes reformistas de Largo Caballero y la Reforma Agraria trazaron una línea claramente campesina a un régimen que, en definitiva, era burgués. Y, asimismo, a pesar de las dificultades de un período de guerra, el campesinado durante su lucha contra el fascismo del General Franco y de los sublevados supo poner en marcha interesantes experiencias anarquistas y socialistas.
Durante el franquismo, la represión primero y la emigración después acabaron por desdibujar demográfica y políticamente el movimiento campesino andaluz. El Plan de Estabilización de 1959 redujo las zonas campesinas y el capitalismo agrario a ciertos núcleos muy diferenciados del resto del país en vías de industrialización acelerada. Una de esas zonas se situó en la Andalucía de Marinaleda.
Terminado el franquismo, la joven democracia nació asociando la autonomía al movimiento jornalero andaluz. Andalucía y Tierra parecían, a juicio de muchos lideres campesinos y autonomistas, un tándem indisoluble.
Los cánticos y el himno andaluz estaban asociados a ese paisaje: ”¡Andaluces, pedid tierra y libertad!”. La Democracia traía a la palestra social la situación campesina de esas zonas olvidadas por el DESARROLLISMO. Lo que supuso una reactivación del Movimiento Jornalero especialmente en aquellas zonas de gran concentración de la tierra en manos privadas y en los grandes pueblos de las campiñas andaluzas o de la depresión del Guadalquivir.

EL NÚCLEO IMPORTANTE DEL MOVIMIENTO JORNALERO TUVO SU EPICENTRO EN LA BAJA ANDALUCÍA, EN UNA REGIÓN QUE INCLUÍAN ZONAS DE CÁDIZ, NORTE DE MÁLAGA, SUR DE CÓRDOBA Y SEVILLA
En  esta región se iniciaron diversos Movimientos Sociales y Políticos, centrados en líderes locales que se unieron bajo las siglas CUT (Congreso Unificado de Trabajadores, donde se incluía el SOC).
La acción de los Jornaleros persiguió varios objetivos que podría resumirse en:

  1. Mejor distribución de la tierra, que actualizó el lema “la tierra para quien la trabaja”.
  2. Mejora de los planes de subvenciones y subsidios rurales, para asegurar unos niveles de vida y de subsistencia a los Jornaleros que están sometidos a la gran estacionalidad del trabajo de campo.
  3. Mejoras en las condiciones de vida en los pueblos, evitando la marcha de la población joven y el establecimiento de alternativas de empleo.

Para conseguir estos Objetivos, las acciones se vehicularon a través del SOC, sobre todo con líderes como: Francisco Casero, Diamantino García y Juan Manuel Sánchez Gordillo que, junto a la participación popular pusieron sobre la agenda política el tema campesino.

MARINALEDA SERÍA UN CAMPO DE PRUEBAS Y DE EXPERIMENTACIÓN, MUY INTERESANTE, DE PUESTA EN PRÁCTICA DE NUEVAS METODOLOGÍAS DE ACCIÓN SIN RECURRIR AL USO DE LA VIOLENCIA
Así, la Huelga de Hambre durante agosto de 1980, secundada por más de 700 vecinos de la localidad que durante 17 permanecieron encerrados y en ayuno, llevó a los demás el problema de la tierra y de una realidad casi olvidada desde la España del Desarrollo.
Marinaleda significó la emergencia de un problema olvidado: los subsidios agrarios, las peonadas, el bajísimo nivel de vida del campo andaluz, la desigualdad social enquistada, la presencia de una España profunda anclada en la miseria y la marginación.
Las huelgas de hambres, las ocupaciones de fincas, las marchas de protestas, los encierros, etc., marcaron las luchas de los años 80. Fue con el Ministro de Trabajo, al frente del socialista Joaquín Almunia, cuando se estableció un sistema que amortiguara esos efectos negativos: nació el PER (Plan de Empleo Rural) que sustituyó al Plan de Empleo Comunitario. Era el año 1984.

PER (PLAN DE EMPLEO RURAL)
El PER alivió a una gran masa de campesinos, sin embargo, los sectores más activos del SOC siguieron llevando sus reivindicaciones al núcleo central de la naturaleza de su protesta: la tierra. Las ocupaciones de fincas de bajo rendimiento o de absentismo social fueron, una y otra vez, tomadas. Esos fueron los casos de la “Finca el Indiano” (aprovechando la intervención gubernamental en la compañía RUMASA), también la “Finca el Grullo”, y así un largo etc.. Acciones que concluían con la detención de jornaleros, sus procesamientos y sus encarcelamientos, en un clima de fuerte tensión social y de protesta, en la que la violencia, rara vez, venía de la parte campesina.

OTRAS FORMAS DE PROTESTAS SE TRASLADARON
A LOS NUCLEOS DE PODER POLÍTICO
El “Cerco” al Palacio de Monsalves, sede del Gobierno de la Junta de Andalucía (1985); la negativa a salir de la Moncloa tras un intento de reunión con el Presidente del Gobierno (1986); o, ya en los años 90, la ocupación de la Oficina del Comisario de la Expo´92 , la toma de la sede del Canal Sur TV o del Banco de España en Sevilla en 1994. Con estas acciones no sólo pretendían evitar el procesamiento de compañeros detenidos, sino reclamar reclamar nuevos cambios en el PER. Existen, por último, ejemplos de desobediencia civil, como la negativa de Diego Cañamero (Secretario General del SOC en 1990) a ir a la cárcel en la fecha que le impuso el Juez tras ser detenido en una ocupación de fincas.
Sin embargo, a pesar del dinamismo del Movimiento Sindical Campesino, otros factores fueron determinantes en ese paisaje de forcejeo político-social. De una parte la mecanización creciente del campo fue una realidad insoslayable; asimismo, el ingreso de España en la Unión Europea abrió nuevas expectativas en el campo andaluz. De la misma manera, la Andalucía de principios de los años 90 ya no era el escenario de los años 30, ni siquiera de los primeros años de la transición democrática. Andalucía además de ser agraria, era también un núcleo turístico importante, al que se unía un tercer sector cada vez más pujante. De alguna manera, el Movimiento Jornalero quedó encerrado entre un pasado no resuelto y un futuro vertiginoso.

CON TODO DE MARINALEDA SÓLO PARECE CONOCERSE COMO UN EXPERIMENTO SOCIAL ENCABEZADO
POR SU ALCALDE, JUAN MANUEL SÁNCHEZ GORDILLO
Que implantó un Sistema Populista. Sin embargo, Marinaleda es mucho más: efectivamente un experimento social y comunitario, pero también una paradoja, la de una Andalucía que sin realizarlas reformas oportunas en la tierra y en la justicia social, experimentó un fuerte desarrollo que dejó, en gran medida, fuera del tiempo, lo que había sido su definición como Región, la que estaba formada por una gran masa de campesinos hambrientos de tierra.

Véase también: Huelga de Hambre. Larzac. Movimientos Sociales.    

“La Negociación sería el prototipo de los Métodos ENDÓGENOS. En ella, las partes, dentro de su relación, realizan actividades encaminadas a resolver conflictos o solucionar problemas. El Proceso Judicial sería el prototipo de los Métodos EXÓGENOS. En él, un tercero asume la tarea de la adjudicación de los Objetivos sin que los protagonistas participen en la decisión resolutiva”.
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz.(eds.)

                                   

 

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Trabajo Donado al Centro de Investigación para la Paz.

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