Conducido por el Bioquímico Alberto Sebastián
Parera, siendo acompañado por los integrantes del Centro
de Investigación para la Paz de la Facultad Regional
Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Abogado
Raúl Arce, Srta. Anabella Orcola y Magíster Miguel
Armando Garrido.
Operador: Guillermo Aguilar
Temas: Educación (1)
El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia
de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez,
del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada.
España.
ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA EDUCACIÓN
Según su Etimología viene del Latín Educare
(conducir, guiar, orientar) pero también recoge la versión
de Educere (hacer salir, extraer, dar a luz). Esta dualidad ha
permitido, desde la más antigua tradición la coexistencia
de 2 Modelos Conceptuales Básicos:
- uno directivo o de INTERVENCIÓN, en consonancia con
la semántica de EDUCARE;
- y otro de DESARROLLO basado en el concepto de EDUCERE.
EDUCARE
Según Educare, lo principal es la influencia exterior,
el poder configurador y modelador de los factores externos, sean
personales: educadores (padres, maestros, amigos ….) o
no personales, como los factores ambientales.
En el binomio Enseñanza-Aprendizaje, se subraya la Enseñanza
sobre el Aprendizaje. El profesor debe ser un buen enseñante
porque se supone que si lo es habrá más pronto
que tarde Aprendizaje, que en todo caso se consigue a través
de la repetición y el esfuerzo de la voluntad por parte
del Educando.
La Educación, que es básicamente enseñanza,
se la ve como un Proceso de Transmisión/Modelación
y, por consiguiente, como una acción desde el exterior
que busca cambiar al Educando desde la situación actual
a otra deseada (fin u objetivo educativo). Como no hay principios
que individualicen o diversifiquen la Educación, dado,
dado que el Educando nada sabe ni nada tiene, ésta se
convierte en un Proceso de Homogeneización. Hay una preeminencia
del Educador, que es activo (factores personales y no personales)
sobre el Educando, el Educador es el centro de la Educación.
Se concibe al Ser Humano (el Educando) en este Modelo COMO UNA
PIZARRA EN LA CUAL NADA HAY ESCRITO. Es decir, nada hay innato
en las personas. La Educación es precisamente esa acción
externa que “escribe”, configurando, construyendo,
haciendo al Educando según la intención Educativa
del Educador (familia, maestros, …..) y el condicionamiento
de los factores ambientales (no intencionales).
La psicología conductista y los Modelos tecnocráticos,
directivos, han asumido esta concepción y en la práctica
Educativa, la Escuela Tradicional.
EDUCERE
Según la versión semántica de Educere, lo
principal es lo que el Educando trae al nacer, las tendencias,
las capacidades innatas vía herencia, la fuerza básica
del crecimiento, desarrollo que existe en toda persona que hace
que no seamos pizarras en blanco.
El Educador debe respetar tanto las tendencias genéricas
al Crecimiento, como las Capacidades y Ritmos Específicos
de cada persona, con lo que su figura será más
la de un Facilitador del Aprendizaje que la de un “mecánico” o
tecnócrata de la enseñanza. Aquí se subraya,
pues, la importancia del aprendizaje, siendo la Educación
Aprendizaje más que Enseñanza, Aprendizaje que
se inserta y diversifica en función de las diferencias
propias de cada Educando (tendencias, capacidades, ritmos de
aprendizajes, motivaciones…..) produciendo la diferencia
(frente a la homogeneización del Modelo anterior).
El Educando es el Centro de la Educación, puesto que es
verdad que puede haber Enseñanza, e incluso buena Enseñanza
y no por eso haber necesariamente Aprendizaje, aunque si comúnmente
lo hay es porque al menos se respeta las posibilidades de Aprendizaje
en función de las edades evolutivas de los Educandos,
por tanto, los Procesos de Desarrollo a priori o innatos del
individuo.
Y por otro lado, también es cierto que puede haber y hay
Aprendizaje sin Enseñanza, través del tanteo, del
ensayo y error, de la observación, de la imitación,
de la propia reflexión ……, aunque al menos
ha tenido que haber, en unas situaciones más que en otras,
un mínimo de herencia cultural transmitida por Socialización
en un grupo humano.
Por tanto, la Educación se define más por el Aprendizaje
que por la Enseñanza.
LAS RELACIONES ENTRE EL INDIVIDUO Y LA SOCIEDAD
Desde las 2 etimologías del término Educación
también es posible plantearse las Relaciones entre el
Individuo y la Sociedad en el Contexto Educativo.
El avance de las Ciencias Biológicas acabó con
la polémica entre herencia o medio ambiente o innato y
adquirido como enfrentamiento de posiciones excluyentes afirmando
ambas posiciones: Herencia y Medio Ambiente.
Las capacidades, las tendencias innatas necesitan de un Medio
Ambiente adecuado para desarrollarse, de lo contrario pueden
quedar latentes o con un crecimiento muy pobre.
INTERVENCIÓN Y DESARROLLO
El reflejo en la Educación se manifiesta por el nacimiento
de una posición de síntesis que asume que la Educación
es INTERVENCIÓN y DESARROLLO, o si se quiere, INTERVENCIÓN
que respeta y favorece el DESARROLLO. En esta línea que
ya nadie discute, lo más que cabe es subrayar más
un elemento que al otro.
Históricamente, la Psicología Humanística
(Enfoque Humanístico-Transpersonal) y la Escuela Nueva
han subrayado más a la Persona y lo que ella “trae” como
capacidades y tendencias innatas, que al Medio Ambiente.
Por otro lado parece evidente que en función de la Edad
Evolutiva puede tener al principio más importancia la
Intervención, la Dirección, que el Desarrollo,
hasta que más adelante, en función de la madurez
de la persona, sea el desarrollo, en definitiva, la autoeducación,
el elemento de más peso. Sin embargo, aunque se trate
de una acción exterior, la Educación debe entenderse
como Medio de Autorrealización, Autoformación,
Desarrollo de las Capacidades Valiosas del Ser Humano, por lo
que la Educación es Educarse, sin negar la acción
externa.; es Aprendizaje Valioso y esto significa Cambio en la
línea de la Autorrealización Integral de las posibilidades
humanas, lo cual conlleva una pregunta acerca de lo que sea el
hombre
UNA ANTROPOLOGIA DIFERENTE
Si se considera que el hombre es sólo naturaleza Psicobiológica
y dimensión Sociocultural tendremos una Antropología
diferente y por consiguiente también diferente, y si pensamos
que además tiene una naturaleza Espiritual.
Implícita o explícitamente toda práctica
educativa implica un Modelo de Hombre, una Concepción
acerca del Hombre que se hace patente sobre todo en los fines
u objetivos generales que tenga ante sí un concreto quehacer
Educativo.
Desde el primer modelo, dado que el sujeto no tiene nada y todo
ha tenido que ser puesto en él por la sociedad, está claro
que la Educación del Individuo sería una efectiva
inserción en la sociedad y sus estructuras (socialización),
pero si en individuo hay tendencias, capacidades, diferencias
y potencialidades previos, como es cierto, entonces no podemos
decir que la funcionalidad social de la Educación sea
un mero insertarse en la sociedad, por ej.: tener una formación
de cara a un trabajo, sino también y muy principalmente
Desarrollar lo Humano, hacer crecer la Humanidad en uno, exigencia
que nos vendría desde el otro término, el EDUCERE,
con lo que habría que hablar de inserción crítica
en dicha sociedad.
Además, es también evidente que la Educación
es coextensiva con toda la vida, pues durante toda ella podemos
ir desarrollando lo verdaderamente humano
“Las mujeres, los ancianos y los niños sintonizan
predominantemente
con la
Paz.”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz
(eds.).