13 de Marzo de 2007 - 21 hs.
Tema: "Enemigo"


Conducido por el Abogado Raúl Arce, siendo acompañado por los integrantes del Centro de Investigación para la Paz de la Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Srta. Francisca Ortiz y Magíster Miguel Armando Garrido.

Operador: Guillermo Aguilar

Temas: Enemigo

El tema ha sido tratado siguiendo los lineamientos de la Enciclopedia de Paz y Conflictos, dirigido por el Dr. Mario López Martinez, del Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada. España, autores de la voz Alberto Acosta Mesas y Lorenzo Higueras Cortes.

¿CUÁNDO UNA PERSONA SE CONSIDERA ENEMIGO DE OTRA?
Una persona se considera Enemigo de otra cuando siente por ella desafección o desconfianza, procura causarle daño, se lo desea o le tiene odio y antipatía.
El Enemigo siempre se concreta en algo o alguien, aunque el objeto de la enemistad sea tan grande como la mitad de la Humanidad (misoginia), la mayor parte de ésta (xenofobia), o incluso la Humanidad entera (misantropía).

El Enemigo se percibe siempre como alguien contrario a nosotros o a nuestros intereses. Por ello, nos protegemos para que el daño que pueda ocasionarnos sea mínimo.
El desprecio, es decir la negación de su valor, y el odio pueden utilizarse como forma de protección.
Algunas palabras castellanas construidas con el prefijo mis (del griego miseo, odiar) ilustran esta relación. El miedo, tal y como aflora en la xenofobia (del griego fobeo, espantar, poner en fuga), también es otra forma de protección.
En ambos casos el objetivo es atenuar un peligro potencial o un mal anticipado. Por ello, junto al componente sentimental, la Enemistad va asociada adicionalmente a una importante carga motivacional, de movimiento hacia la destrucción del Enemigo o de alejamiento de éste.
La Enemistad puede ir unida a una agresión como a una huida.

¿CUÁL ES EL COMPONENTE IMPORTANTE DE LA ENEMISTAD?
Un componente importante de la Enemistad, que la hace especialmente lamentable con respecto a otros sentimientos negativos, es su carácter duradero.

Frente al enfado y la ira pasajeros, la Enemistad es una actitud que se alimenta de sí misma. No surge ante una situación presente que obstaculice nuestros deseos sino que está determinada por una historia previa. El Enemigo no aparece en una circunstancia concreta y pasajera, sino que se va configurando a lo largo de distintos desencuentros. Ello hace que, de manera enfermiza, lejos de librarnos del objeto repudiado nos mantengamos atados a él más de lo conveniente.

En muchas ocasiones nos creamos nuestros Enemigos.
Una declaración de enemistad (“yo soy Enemigo de”, “yo odio a”), nos define, nos determina (es decir, nos limita), condiciona nuestros actos, va a impedir que evaluemos libremente cada nueva situación, cada nueva persona, cada nueva idea.

¿CÓMO SE ALIVIA UNA ACTITUD DE ENEMISTAD?
Para aliviar una actitud de Enemistad debemos cambiar esa interpretación a través de la empatía, de la capacidad de apreciar los valores del otro, del afianzamiento de nuestra propia autoestima, etc. Todo ello favorece que lo diferente, lo ajeno, no nos parezca una amenaza para nuestra identidad personal.

“La Paz debe ser Construida por Todos y Todas.”
Manual de Paz y Conflictos. Beatriz Molina Rueda y Francisco A. Muñoz
(eds.).

 

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